MADRID, 24 Ene. (EUROPA PRESS) -
Amnistía Internacional (AI) denunció hoy que los periodistas azeríes "sólo son libres para expresar opiniones que coincidan con las directrices del Gobierno" y aseguró que los informadores que se esfuerzan por sacar a la luz el abuso del poder por parte del Ggobierno "viven de forma creciente bajo la amenaza de sufrir detenciones por motivos políticos, agresiones físicas e incluso la muerte".
La organización presentó hoy un informe en el que revela "un cercenamiento sistemático del derecho a la libertad de expresión de los miembros de la sociedad civil, y en particular de los periodistas", según afirmó AI en un comunicado.
"Los periodistas sólo son libres para expresar opiniones que coinciden con las directrices del gobierno", declaró el experto de Amnistía Internacional en Azerbaiyán, Laurence Broers. "Todo el que se atreva a criticar a las autoridades o a sacar a la luz el persistente problema de la corrupción en Azerbaiyán tiene un futuro incierto, a pesar de las afirmaciones del presidente Ilham Aliyev en el sentido de que los ataques contra periodistas son inaceptables", añadió.
"Las autoridades de Azerbaiyán tienen la obligación de hacer cumplir su compromiso de mantener un entorno saludable para la libre difusión de información y el intercambio de opiniones, incluidas las que denuncian malas actuaciones oficiales y el abuso de cargos públicos", prosiguió Broers.
"Las autoridades de Azerbaiyán deben comprender que es una función legítima de los medios de comunicación exponer al escrutinio público sus actividades y que este escrutinio no debe desembocar en violencia contra los periodistas", manifestó.
Amnistía Internacional ha constatado que las sanciones contra la oposición o contra periodistas independientes en Azerbaiyán se han hecho más frecuentes y severas, sobre todo "por el destacado papel desempeñado por la libertad de expresión en los cambios de régimen producidos en Georgia y Ucrania en 2003 y 2004, respectivamente".
El ataque contra la libertad de expresión en Azerbaiyán se refleja, según Amnistía, en el hostigamiento y los malos tratos a periodistas por parte de la Policía y otros funcionarios encargados de hacer cumplir la ley --especialmente durante las campañas electorales--; en las agresiones, y en un caso, el asesinato, de periodistas a manos de personas desconocidas; y en el silenciamiento de periodistas mediante su detención y encarcelamiento a partir de cargos dudosos o por medio de cuantiosas multas impuestas en juicios penales por difamación.
Según Amnistía, los periodistas relacionados con la oposición son víctimas de agresiones físicas con regularidad alarmante. "Ninguna de las investigaciones sobre estas agresiones ha desembocado en una condena, lo que contribuye a que estos ataques se produzcan en un clima de impunidad", denunció AI. Según los datos de que dispone Amnistía Internacional, no hay casos de ataques contra periodistas progubernamentales.
Con la misma regularidad se ha acusado a medios de comunicación independientes de vulnerar normas administrativas y reguladoras y, en algunos casos, según el informe de Amnistía Internacional, se han suspendido sus actividades profesionales de forma inmediata y arbitraria, sin derecho a recurso.
CASOS CONCRETOS
Entre los casos citados en el informe, Amnistía Internacional relata el de Nicat Huseynov, quien el 25 de diciembre de 2006 fue atacado con un cuchillo por unos desconocidos. Huseynov trabaja para el diario 'Azadliq', de la oposición, cuando salía de su casa en Bakú para ir a trabajar. La víctima ingresó en el hospital con lesiones internas, lesiones en la cabeza y una herida leve de arma blanca.
El periodista había publicado varios artículos sobre el tema de la corrupción entre los altos cargos y afirmó que había recibido varias amenazas por teléfono en el periodo anterior a la agresión.
Otro caso es el de Sakit Zahidov, conocido periodista y escritor satírico del diario Azadliq, que fue detenido el 23 de junio de 2006, por presunta posesión de heroína. Los periodistas de la oposición creen que la heroína fue colocada por la propia policía y que su detención tenía motivación política, por la columna satírica que publicaba en 'Azadliq', en la que solía criticar al Gobierno de Azerbaiyán.
Los informes sobre el juicio de Sakit Zahidov indican que no se aportaron pruebas concluyentes que demostrasen que fuera o que lo hubiera sido alguna vez consumidor de narcóticos ilegales. El 4 de octubre Sakit Zahidov fue condenado a tres años de prisión.
