MINSK, (EP/AP)
La Policía bielorrusa ha comenzado a tomar fuertes medidas de seguridad en la capital del país ante la manifestación que la oposición ha convocado para el próximo domingo. Los líderes contrarios a la política del presidente, Alexander Lukashenko, y determinadas organizaciones pro Derechos Humanos, en cambio, consideran las medidas como desproporcionadas.
Los registros a la población en torno a la Plaza Oktyabrskaya se han hecho comunes desde hace días. Estas medidas tomadas por el Gobierno intentan evitar las fuertes protestas que tuvieron lugar el año pasado cuando Lukashenko fue reelegido presidente en una dudosa votación que Occidente no tardó en criticar.
La manifestación masiva que se produjo el 25 de marzo de 2006 fue una importante prueba popular del descontento del sector de la oposición, por lo que esta fecha se ha convertido en un símbolo para los detractores del presidente.
Por otra parte, varios grupos de Derechos Humanos han denunciado que distintos opositores a la política de Lukashenko han permanecido encarcelados sin fundamento legal.
Alexander Milinkevich, una figura destacada dentro de la oposición declaró que "Lukashenko gobierna con furia animal". El Gobierno ha anunciado que los manifestantes sólo podrán ejercer su derecho de asociación y expresión en un pequeño parque de las afueras de Minsk, a lo que los opositores han respondido que harán todo lo posible para evitar tales condiciones.