NUEVA YORK 27 Sep. (EP/AP) -
El Consejo de Seguridad de la ONU instó ayer al Gobierno de Birmania a que sea moderado en su respuesta contra los participantes de las marchas pacíficas de la 'Revolución del Azafrán' y expresó su preocupación sobre la respuesta violenta que utilizó ayer contra los manifestantes.
Varios diplomáticos del Consejo manifestaron que China, que tiene fuertes vínculos económicos con Birmania, no quería que se publicase ningún comunicado aprobado tras la sesión a puerta cerrada, pero que cedió y estuvo de acuerdo con dar un breve comunicado que fue leído a los periodistas por el embajador francés en la ONU, Jean Maurice Ripert.
El Consejo dio su completo apoyo al enviado especial del secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, desplazado a Birmania, Ibrahim Gambari, el cual informó a los asistentes de los últimos acontecimientos antes de viajar a la región, por lo que pidieron a las autoridades birmanas que le concediesen el visado para entrar en el país.
El comunicado dice que "los miembros del Consejo expresaron su preocupación por la situación y exigieron moderación, especialmente al Gobierno de Birmania" y que dan su "completo apoyo" a la misión de "buena voluntad" de Ban. "Acogieron con agrado la decisión del secretario general de mandar a su enviado especial a la región y resaltaron la importancia de que Gambari sea recibido por las autoridades birmanas lo antes posible", concluyó el embajador.
El Consejo se reunió después de que las fuerzas de seguridad Birmanas abriesen fuego contra los manifestantes anti gubernamentales en el centro de la mayor ciudad del país, Rangún, matando al menos a una persona, aunque según varios grupos de disidentes, el número de víctimas asciende a cinco. Ban se reunió además con el ministro de Exteriores birmano, Nyan Win, el cual, mientras se dirigía al encuentro, indicó que si "preguntáis si han muerto cinco personas, nosotros decimos que no""
Pos su parte, el embajador chino, Wang Guangya, declaró tras la reunión que lo más importante es que las autoridades birmanas "restauren la estabilidad" y dejen entrar a Gambari al país lo antes posible. "China es vecina de Birmania, y queremos verles progresar en el camino de la democratización", añadió el embajador. "Esperamos que el Gobierno y la población puedan acortar sus diferencias", concluyó.
China y Rusia sostuvieron que la situación de Birmania es un asunto internacional y que no amenaza la seguridad y la paz internacionales, requerimiento básico para una actuación del Consejo. Sin embargo, Wang manifestó que cree que las sanciones son inútiles. El embajador ruso, Vitaly Churkin, también apoyó el comunicado del Consejo añadiendo que "están preocupados por el desarrollo de los hechos y rechazan la perdida de vidas".