Birmania.- Las fuerzas de seguridad continúan realizando arrestos en Rangún, donde todavía quedan conatos de resistencia

Actualizado: lunes, 8 octubre 2007 13:30

RANGÚN, 8 Oct. (EP/AP) -

Las fuerzas de seguridad birmanas continúan deteniendo gente en la ciudad más importante del país, Rangún, donde todavía pueden verse conatos de resistencia a la Junta Militar, sobre todo por parte de estudiantes que lanzan piedras a los policías y soldados que aún quedan en las calles.

Durante los dos o tres últimos días, las fuerzas de seguridad han detenido a decenas de personas. Estudiantes denuncian que, en algunos casos, familias enteras están siendo arrestadas, incluso niños, pero no se conoce el número exacto de las víctimas, como tampoco de los participantes en las últimas protestas.

No obstante, lo que sí se sabe es que los nuevos números incrementarán los facilitados ayer por la Junta Militar, que cifró en 78 los nuevos arrestos realizados en las últimas horas en una muestra de continuar, a pesar de las sanciones recibidas, con las medidas enérgicas aplicadas a aquellos que se manifiesten en contra del régimen birmano.

Estas últimas detenciones, informados por el periódico estatal 'Nueva Luz de Myanmar' (como la Junta ha denominado a Birmania), aumentan en una cifra cercana a las 1.000 las personas que el régimen militar ha reconocido enviar a las prisiones del país. Además, un total de 135 monjes budistas permanecen bajo custodia.

Sin embargo, grupos disidentes y gobiernos extranjeros han afirmado que más de 6.000 personas han sido encarceladas después de las protestas del mes pasado, las mayores celebradas en las dos décadas de mandato del Gobierno actual.

CUCHILLOS Y TIRACHINAS

Además, las autoridades aseguraron ayer que han incautado 18 cuchillos, un hacha, tirachinas y munición en varios monasterios budistas del país, y volvió a amenazar con castigar a todas aquellas personas que violen la ley.

"Los monjes deben atenerse a las leyes de Dios y del Gobierno. Si violan esas leyes, pueden tomarse acciones contra ellos", publica el rotativo, que también continúa denunciando que las manifestaciones fueron "instigadas" por algunos monjes y por miembros de la Liga Nacional para la Democracia, el partido de la líder opositora y premio Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi, que ganó las elecciones en 1990, resultados que la Junta Militar se negó a aceptar.

Asimismo, el periódico explica que todos aquellos que han sido arrestados durante los disturbios serán tratados como criminales y no como prisioneros políticos. "Los que apoyan las protestas que se consideran a sí mismos activistas prodemocráticos no serán perdonados si violan la ley, porque ningún hombre está por encima de la ley", añade.

A pesar de las últimas detenciones, la calma ha ido volviendo poco a poco a Rangún más de una semana después de que los soldados y la Policía dispararan contra los manifestantes. Algunos controles policiales ya han sido retirados y los visitantes pueden acceder de nuevo a las pagodas de Shwedagon y Sule, los templos budistas más importantes de la ciudad y hasta ahora fuertemente vigiladas por las autoridades, después de que se convirtieran en los puntos de comienzo y finalización de las masivas protestas.