Birmania.- La Junta militar aumenta la vigilancia en los monasterios budistas para intentar frenar las protestas

Europa Press Internacional
Actualizado: lunes, 10 septiembre 2007 16:11

RANGÚN 10 Sep. (EP/AP) -

El Gobierno militar birmano aumentó hoy la vigilancia sobre los monasterios budistas de las principales ciudades, según confirmaron varios testigos, como parte de la campaña para evitar nuevas protestas en la peor oleada de ha golpeado a la nación en la última década.

Al mismo tiempo, el Gobierno intentó restar importancia al significado de las acciones de los monjes en un comunicado publicado durante el fin de semana, en el que sugirió que los monjes estaban organizados por la líder prodemocrática Aung San Suu Kyi, de la Liga Nacional para la Democracia, que intenta minar al actual Gobierno.

El régimen dictatorial también acusó a grupos pro democráticos del extranjero y a los medios de comunicación foráneos de difundir deliberadamente información falsa para desestabilizar al Gobierno. Las autoridades compararon además la situación actual con las grandes protestas de 1988, cuando se cree que las fuerzas de seguridad mataron a miles de activistas.

Desde el 19 de agosto, los grupos pro democracia han estado organizando manifestaciones para protestar por la decisión del Gobierno de subir el precio del combustible un 500 por cien, mientras que los simpatizantes de la Junta han participado en palizas a los activistas y las autoridades han arrestado a decenas de ellos.

PROTESTAS DE LOS MONJES

Un grupo de monjes budistas asaltaron un comercio propiedad de simpatizantes del Gobierno militar para protestar por el alza en los precios de los combustibles. El incidente ocurrió en la noche del jueves de la semana pasada en la localidad de Pakokku, en el norte del país, horas después de que un grupo de funcionarios gubernamentales fueran retenidos en un monasterio. Los funcionarios fueron liberados tras unas horas de cautiverio para protestar por la actuación de las fuerzas de seguridad durante una manifestación celebrada un día antes.

Los monjes informaron este fin de semana que habían formado un grupo llamado Frente Nacional de Monjes, según el grupo pro democracia Campaña por Burma. El frente ha pedido a las autoridades que se disculpen por la violencia, que reduzcan el precio de los combustibles, que liberen a todos los prisioneros políticos y que inicien unas conversaciones con Suu Kyi y otros líderes democráticos.

La violencia usada por los monjes ha hecho que las autoridades desplieguen por primera vez policías de paisano y seguidores de la Junta en los monasterios de las principales ciudades budistas del país, Pakokku y Mandalay, así como en la capital, Rangún, para evitar que se produzcan nuevas protestas.

La Junta militar que gobierna Birmania culpó a la Liga Nacional para la Democracia de instigar a la revuelta a los monjes budistas e implicarles en las protestas contra las subidas de los precios, y de echar la culpa maliciosamente a sus seguidores de atacar a los monjes, incitando a "muchedumbres inquietas a destruir las casas y negocios de aquellos que habían sido falsamente acusados".

"Observando los incidentes ocurridos en la ciudad de Pakokku, las intenciones reales de la LND muestra que han estado intentando alcanzar el poder del Estado por la vía rápida incitando un malestar similar al de 1988", alegó el Gobierno en otro comunicado.

El clero budista birmano, también conocido como burmas, desempeñó en tiempos antiguos un papel central como asesor y guía de la política nacional en las cortes reales. Cuando Birmania pasó a ser colonia británica, los monjes estuvieron a la vanguardia del movimiento contra el imperialismo occidental y después contra la dictadura militar.

El comunicado también aludía a los planes de los activistas de llevar a cabo atentados terroristas y a que reciben decenas de miles de dólares de las naciones occidentales. El Comité de Información de la Junta acusó al activista Htay Kywe, que escapó a una redada policial el mes pasado, de haber sido ayudado por la Embajada de un "poderoso país". Htay Kywe es el líder de la Generación de Estudiantes del 88, un grupo que ha estado encabezando las actividades no violentas contra la Junta desde el año pasado.

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