BRASILIA 6 Oct. (EP/AP) -
El Supremo Tribunal Federal (STF) decidiese que los mandatos legislativos pertenecen a los partidos y no a los políticos, aunque al no tener caracter retroactivo cerca de veinte diputados se salvaron de perder su escaño, según informó el propio STF.
Por ocho votos a favor y tres en contra, el STF, falló al filo de la medianoche de ayer sobre una disputa de a quien pertenece el mandato legislativo, si a los partidos o a los políticos, concediéndosela a los partidos, por los cuales el congresista fue elegido en unas elecciones.
El STF añadió que si un legislador cambia de militancia o de grupo político tras los comicios, éste debería perder su escaño, pero sólo en el caso que el cambio de partido se hubiese realizado después del 27 de marzo de 2007, fecha en la que otro tribunal, pero de asuntos electorales, fallara en primera instancia que el mandato pertenecía al partido.
Como el dictamen del TSF no es retroactivo, al menos una veintena de congresistas que cambiaron de partidos antes de marzo se salvaron de perder sus asientos. Los 11 magistrados discutieron el tema ya que en mayo, tres grupos opositores, el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), el derechista Demócratas (DEM) y el Partido Popular Socialista (PPS), pidieron al Supremo decidir si el mandato de un legislador, elegido en elecciones, era un mandato que pertenecía al partido o al propio congresista.
Los opositores mantenían que el mandato pertenece al partido porque fue bajo el paraguas del grupo gracias al cual fue elegido. Con esa opción, el partido tendrá derecho de convocar a un suplente sin ver reducido su número de escaños, lo que no sucedería por normas internas del Congreso, si el mandato se considerase un activo del propio congresista.
La solicitud fue hecha porque los tres partidos perdieron a varios de sus hombres, el PPS nueve, el PSDB ocho y DEM seis diputados, que a comienzos de año cambiaron de agrupación pasando a partidos aliados al Gobierno. Esos cambios son tradicionales en la política brasileña, pero los opositores, viendo reducido su poder, decidieron zanjar el asunto pidiendo al Supremo que se pronunciarse.
El oficialismo, integrado por 11 distintos partidos, también ha perdido al menos una veintena de diputados que pasaron a la oposición, pero el Gobierno del presidente, Luiz Inacio Lula da Silva, sigue contando con la mayoría con sus 513 diputados. En el Senado, de 81 miembros, ningún partido tiene mayoría. Los partidos de la coalición oficial consideran normal los cambios y se abstuvieron de solicitar cualquier decisión al STF.
En total 46 diputados han cambiado de partido este año, pero la decisión judicial sólo se refiere a los 23 que eran de las filas opositores porque fueron sus ex partidos lo que apelaron al tribunal.