TORONTO 20 Mar. (EP/AP) -
El Gobierno conservador de Stephen Harper evitó ayer el tener que ir a elecciones anticipadas gracias al respaldo dado por el Bloque Quebequés a su presupuesto, en el que se prometen miles de millones de dólares canadienses para las provincias, si bien algunas no están contentas con la cantidad otorgada.
El ministro de Economía, John Flaherty, anunció ayer, durante su intervención para explicar el presupuesto del Gobierno para 2007, un gasto de cerca de 20.000 millones de dólares canadienses (12.700 millones de euros). De estos, más de 14.000 millones (8.870 millones de euros) irá a las provincias.
El Gobierno de Harper cuenta tan sólo con 125 de los 308 diputados que componen el Parlamento, por lo que depende del apoyo de los partidos de oposición para sacar adelante las leyes. Un voto contrario del Parlamento sobre el presupuesto hubiera provocado la caída del Gobierno.
Los opositores Partido Liberal y Nuevo Democrático dijeron que votarían en su contra, pero el Bloque Quebequés garantizó su aprobación al expresar su apoyo. Su líder, Gilles Duceppe, dijo estar contento de que Quebec consiguiera más de 3.000 millones de dólares canadienses (1.920 millones de euros), es decir, el 80% de lo que estaba reclamando.
Los fondos adicionales destinados a las provincias se emplearán para la atención sanitaria, infraestructuras y educación post-secundaria.
El líder de los liberales, Stéphane Dion, expresó su rechazo al presupuesto, que dijo que hace poco por la clase media canadiense y por combatir la pobreza, pero se mostró contrario también a la celebración de elecciones generales.
Por su parte, el líder de los neodemócratas, Jack Layton, subrayó que el presupuesto da más ayuda a las grandes empresas y a las petroleras que el ciudadano de a pie. "Hace falta ayuda para guarderías, educación post-secundaria, los ancianos que necesitan cuidados", afirmó, citado por Radio Canadá.
El presupuesto ha sido bien acogido por algunas de las provincias, mientras que otras han expresado su descontento por la ayuda recibida. Así, Ontario, Québec, Manitoba, Alberta y la Isla del Príncipe Eduardo se han mostrado satisfechas con la partida destinada a las provincias hasta 2013. Pero Saskatchewan, Nueva Escocia y Terranova y Labrador consideran que han sido traicionadas por el Gobierno conservador.