MADRID, 2 Ago. (EUROPA PRESS) -
Las autoridades de Irán han perpetrado cien latigazos contra el cantante kurdo Peyman Mirzazadeh, condenado a dos años de cárcel por "beber alcohol" e "insultar los símbolos sagrados del islam" y considerado por Amnistía Internacional como un preso de conciencia.
La flagelación tuvo lugar el 28 de julio y, en palabras del director de Investigación y Trabajo de Incidencia para Oriente Próximo y Norte de África de AI, Philip Luther, "Es horroroso que Peyman Mirzazadeh haya sido sometido a un castigo tan indescriptiblemente cruel. Su flagelación pone de relieve la inhumanidad de un sistema de justicia que legaliza la brutalidad". Actualmente el artista está en huelga de hambre por el trato que recibe y por la condena que se le ha impuesto.
"Nada puede justificar la flagelación, que equivale a tortura y, por tanto, es un crimen previsto en el derecho internacional. Como parte del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, Irán está legalmente obligado a abolir esta práctica, así como otras formas de castigo corporal como las amputaciones y la ceguera", ha argumentado Luther.
Mirzazadeh estuvo preso seis meses entre 2017 y 2018 por "difundir propaganda contra el sistema", es decir, cantar canciones en apoyo a la oposición. En febrero de 2019 fue detenido nuevamente y condenado a dos años de cárcel y 80 latigazos por "insultos a los símbolos sagrados del islam" y otros 20 latigazos por "beber alcohol", según el grupo de derechos humanos iraní Agencia de Noticias Activistas de Derechos Humanos (HRANA).
