Un centenar de milicianos mantienen bajo su control la localidad de Palma, en el norte de Mozambique

El presidente de Mozambique, Filipe Nyusi
El presidente de Mozambique, Filipe Nyusi - XINHUA NEWS / CONTACTOPHOTO
Publicado: sábado, 27 marzo 2021 20:13

Al menos siete personas han muerto en el asalto a un hotel donde se refugiaba la población

MAPUTO, 27 Mar. (DPA/EP) -

Aproximadamente un centenar de milicianos presuntamente yihadistas han tomado la localidad de Palma, en la provincia de Cabo Delgado, en el norte del país, según han denunciado los propios vecinos y organizaciones de la sociedad civil.

Por el momento se ha informado de siete muertos en un asalto a un hotel, pero la cifra de fallecidos definitiva podría ser superior. Además, cientos de vecinos han huido de la violencia, que estalló el pasado miércoles, ha explicado un representante del Centro para la Democracia y el Desarrollo, Adriano Nuvunga, en declaraciones telefónicas a DPA.

La Policía no ha podido alcanzar Palma debido a que este sábado continuaban los intensos combates que han permitido a los milicianos tomar el control de la localidad, ha indicado Nuvunga. Parte de los residentes huyeron hacia las zonas boscosas y otros intentaron escapar por mar en embarcaciones sobrecargadas, ha relatado. La mayor parte de la población se ha dado a la fuga, bien hacia Tanzania, al norte, o a Pundanhar, al interior del país, según otras fuentes.

Un vecino de Palma, Felisberto Chivinzane, ha explicado a DPA tras lograr huir que la localidad está "totalmente destruida" y que no funciona la red telefónica. Las sucursales bancarias y los cajeros automáticos han sido atacados con explosivos y las instalaciones militares y sanitarias han quedado totalmente destruidas, setgún Chivinzane.

Según las informaciones recogidas por el portal de noticias Carta de Mozambique, milicianos de Estado Islámico en África Central (ISCA) --una rama del grupo que opera también en República Democrática del Congo (RDC)-- habrían estado detrás del ataque.

CUATRO DÍAS DE ASALTO

El asalto contra la localidad comenzó el pasado miércoles y obligó a más de 170 personas a refugiarse durante dos días en el hotel Amarula. Solo unas pocas personas pudieron ser evacuadas durante este periodo de tiempo.

El viernes por la tarde, se llevó a cabo un segundo plan para sacar del hotel a las decenas de ocupantes restantes, en un convoy de unos 16 vehículos bajo vigilancia aérea de helicópteros del servicio de protección privado DAG, a las órdenes del Ministerio del Interior.

Sin embargo, y según fuentes próximas a la situación al medio Zitamar, el convoy fue atacado poco después de salir del hotel. Solo siete vehículos consiguieron llegar a la playa de destino.

Las fuentes del medio temen que la emboscada haya dejado un gran número de víctimas mortales. Otras fuentes con contactos en la región temen que al menos la mitad del grupo, es decir, al menos 65 personas, puedan haber muerto.

El ataque en Palma ha sido extremadamente cruento, según fuentes del medio Pinnacle News. Dos terceras partes de la ciudad parecen haber ardido hasta los cimientos y al menos 21 efectivos de las fuerzas de seguridad han muerto.

Palma se había convertido en un punto de concentración de refugiados y la petrolera Total acababa de anunciar el reinicio de un proyecto de construcción de un gasoducto. Un vecino que huyó con otros a Quitunda, a cuatro kilómetros al sureste del pueblo, cerca de los proyectos de gas, ha podido observar los cuerpos sin vida de adultos y niños en las calles de la ciudad.

Varios testigos han informado a la ONG Human Rights Watch que han observado cuerpos en las calles después de que los yihadistas "dispararan indiscriminadamente contra personas y edificios", según ha hecho saber el grupo en un comunicado.

La provincia de Cabo Delgado es escenario desde octubre de 2017 de ataques obra de milicianos islamistas conocidos como Al Shabaab, sin relación con el grupo homónimo que opera en Somalia y que mantiene lazos con Al Qaeda. Desde mediados de 2019 han sido reivindicados en su mayoría por ISCA, que ha recrudecido sus acciones desde marzo de 2020.

La situación ha llevado a Estados Unidos a anunciar un programa de entrenamiento de dos meses con Mozambique para dar adiestramiento a marines mozambiqueños "para apoyar los esfuerzos para evitar la propagación del terrorismo y el extremismo violento", según confirmó la semana pasada la Embajada estadounidense en el país africano.

Según fuentes oficiales, un ciudadano portugués ha resultado herido en el ataque. Su estado es grave y ha sido trasladado en helicóptero a Pemba, capital de la provincia de Cabo Delgado, 250 km al sur, desde el aeródromo que da servicio a los proyectos de gas en Afungi, donde fue rescatado inicialmente.

El Ministerio de Asuntos Exteriores ya ha confirmado la existencia de este portugués herido, según un comunicado recogido por la agencia oficial de noticias portuguesa, Lusa, aunque no detalla su pronóstico. "La Embajada en Maputo está supervisando la situación e intentando identificar a otros portugueses en el lugar para brindar seguimiento y apoyo", de acuerdo con la nota.

También ha reaccionado Estados Unidos, que ha "condenado contundentemente" los "ataques terroristas" y la "violencia contra los civiles" en Cabo Delgado. "Estos ataques demuestran un absoluto desprecio por la población local, que ha sufrido terriblemente por las tácticas brutales e indiscriminadas de los terroristas", ha apuntado el portavoz Ned Price.

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