MADRID, 8 Feb. (EUROPA PRESS) -
Amnistía Internacional (AI) ha denunciado que las autoridades rusas "siguen negando justicia" a los familiares de las víctimas de la matanza registrada hace justamente diez años en un suburbio de la capital de Chechenia, Grozni, en la que murieron al menos 56 civiles a manos de las fuerzas de seguridad rusas.
"La mañana del 5 de febrero de 2000, las fuerzas de seguridad rusas mataron al menos a 56 hombres y mujeres en el asentamiento de Novye Aldy", afirmó AI en un comunicado. Cuando se produjo la matanza, según la organización, la intensidad del conflicto armado de Chechenia --que había comenzado en octubre de 1999-- había disminuido y muchas de las personas que allí residían habían empezado a salir de los sótanos y a volver a las calles.
Fue entonces cuando las tropas entraron en Novye y se produjo la matanza, tras la cual los vecinos de Novye Aldy no enterraron a sus muertos inmediatamente, pues esperaban que las autoridades llegaran hasta allí e investigaran la atrocidad. Durante estos diez años, según AI, "Rusia no ha pedido cuentas a nadie, a pesar de los indicios que relacionan este crimen con miembros del OMON, el escuadrón policial para operaciones especiales".
"Cuando por fin, dos días después, pudimos recuperar los cuerpos, no podíamos cerrarles los ojos. Era invierno y tuvimos que verter agua templada sobre los ojos para poder cerrárselos", declaró a Amnistía Internacional una superviviente, Elvira Dombaeva.
En los meses posteriores a los homicidios, fiscales y activistas de Derechos Humanos chechenos reunieron información fidedigna que señalaba a las tropas como responsables del crimen, según la organización. En 2006, el Gobierno ruso confirmó que el 5 de febrero de 2000 una unidad del OMON había llevado a cabo un "operación especial" en la localidad y que más de 50 personas habían sido víctimas de homicidio en Novye Aldy en esa fecha, prosiguió.
No obstante, según la información de la que dispone Amnistía Internacional, las autoridades "no han intentado seriamente identificar o castigar a las personas que participaron en los homicidios" y los fiscales que han intentado investigar el caso han visto su tarea obstaculizada.
"FALTA DE VOLUNTAD POLÍTICA"
"El caso de Novye Aldy es un claro ejemplo de la ineficiencia del sistema judicial ruso y de la falta de voluntad política por parte de las autoridades rusas para llevar a cabo una investigación y llevar ante la justicia a las personas responsables de los crímenes contra la población civil en Chechenia", declaró el directo adjunto del Programa Regional para Europa y Asia Central de Amnistía Internacional, David Díaz-Jogeix.
En julio de 2007, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos determinó que se habían violado el derecho a la vida y la prohibición del uso de la tortura y de otros malos tratos por parte de Rusia, responsable de la muerte de trece residentes de Novye Aldy. Sus familias habían presentado una denuncia en el Tribunal debido a que no habían obtenido justicia en Rusia. "Aún así, todavía nadie ha sido llevado ante la justicia", lamentó AI.
