MADRID 18 Oct. (EUROPA PRESS) -
Amnistía Internacional (AI) instó hoy al Comité Permanente de la Asamblea Nacional Popular china que ponga fin a la "reeducación por el trabajo", una medida de privación de libertad que se impone sin cargos ni juicio ni revisión judicial por periodos de hasta cuatro años. Asimismo, acusó a la Policía de utilizar la preparación de los Juegos Olímpicos de Beijing como "pretexto" para llevar a cabo detenciones abusivas.
Según medios oficiales de comunicación chinos, el Comité Permanente tiene previsto debatir este mes una nueva ley, titulada Ley de Rectificación de Comportamientos Ilegales, para sustituir la "reeducación por el trabajo". La reforma de la "reeducación por el trabajo", así como el debate sobre la nueva ley, llevan estancados más de dos años.
En este sentido, Amnistía Internacional ha pedido al Comité Permanente de la Asamblea Nacional Popular que, antes de que se celebren los Juegos Olímpicos, garantice que cualquier legislación adoptada para sustituir la "reeducación por el trabajo" se ajusta plenamente a las normas internacionales de Derechos Humanos, que incluyen el derecho a un juicio con las debidas garantías.
La Asamblea Nacional Popular, que actualmente celebra su decimoséptima sesión esta semana, representa el poder legislativo de China y es el máximo órgano estatal. Está compuesta por alrededor de 3.000 delegados y se reúne todos los años en el mes de marzo durante dos semanas. Entre sesión y sesión, es el Comité Permanente de la Asamblea Nacional Popular quien ejerce el poder. El Comité se reúne cada dos meses.
Según Amnistía, la Policía de Beijing ha utilizado la organización de los Juegos Olímpicos de 2008 como "pretexto para extender algunas prácticas de detención abusivas", como la "reeducación por el trabajo" y la "rehabilitación forzosa por drogas" en aras de la "limpieza" de la ciudad.
"Los intentos de 'limpiar' la ciudad con vistas a los Juegos ampliando la reclusión sin juicio plantea serias dudas respecto al compromiso con la mejora de la situación de los Derechos Humanos que las autoridades formularon cuando se concedió a China la organización de los Juegos", manifestó la directora del Programa Regional de Amnistía Internacional para Asia y Oceanía, Catherine Baber.
Se cree que hay cientos de miles de personas recluidas en las instalaciones destinadas a "reeducación por el trabajo", muchas de ellas en penosas condiciones, según AI. La "reeducación por el trabajo" se aplica a personas cuyos delitos no revisten, en opinión de la Policía china, la gravedad suficiente como para ser castigados en aplicación del Código Penal. Entre ellas están los delincuentes menores, los detractores del Gobierno y los seguidores de cultos prohibidos.
"Un legado olímpico positivo incluiría la celebración de juicios justos con arreglo a las normas internacionales, así como el fin de la reclusión arbitraria bajo custodia de la Policía", afirmó Catherine Baber.
"Falta menos de un año para la inauguración de los Juegos Olímpicos y, si las autoridades chinas están realmente dispuestas a cumplir el compromiso que contrajeron para mejorar su historial en materia de Derechos Humanos, ahora tienen una oportunidad única para avanzar un paso más en esa dirección, poniendo fin a estas prácticas de detención abusivas", concluyó.