BEIJING, 9 Nov. (EUROPA PRESS) -
Un día más de vacaciones y días feriados más repartidos a lo largo del año. Éste es el gran cambio previsto por un nuevo borrador en China, dado a conocer a la opinión pública y recogido hoy por toda la prensa nacional, que señala que el grupo encargado de elaborar el borrador ha estado trabajando en el proyecto más de un año.
La reforma acabaría así con una de las tres "semanas doradas" de vacaciones con que cuentan los chinos desde 1999, en concreto con la semana con motivo del Día del Trabajo, el 1 de mayo.
Con la nueva ley los tres días de fiesta existentes hasta ahora durante la primera semana de mayo (aunque se las conoce como "semanas" doradas en realidad son sólo tres días libres unidos a otros cuatro días correspondientes a dos fines de semana) se reducen a uno, y a cambio el país pasa a recuperar tres fiestas con larga tradición: el festival de Qingming (equivalente al Día de Difuntos, que cae en la primera semana de abril), la fiesta del Barco de Dragón (durante la que se sale en barco simbólicamente a rescatar a un reputado poeta y consejero del emperador que se suicidó en el siglo III a. C.), y la fiesta con la que se celebra la mitad del otoño (y que suele caer en octubre, ya que las estaciones del año chinas no coinciden exactamente con las occidentales).
Para esta ocasión, las autoridades han decidido poner en práctica el mismo método que en algunas reformas anteriores y han abierto varios canales en Internet (en las webs Xinhuanet.com, Sina.com y People.com) para que la ciudadanía manifieste su opinión sobre la reforma, que mantiene intacta las semanas de vacaciones (también tres días libres, más cuatro de los fines de semana) con motivo del Año Nuevo Chino (enero-febrero) y el Día Nacional (1 de octubre).
La necesidad de modificar el actual sistema de fiestas se lleva planteando en la prensa desde hace un par de años, debido a que las infraestructuras nacionales se han mostrado incapaces de absorber a todos los millones de personas que se ponen en movimiento en las mismas fechas, las únicas libres que tienen ya que en el país no existe el concepto de las vacaciones remuneradas.
Valorada por muchos porque permite recuperar fiestas con gran significado histórico para los chinos, la reforma ya ha motivado también críticas, como la de un experto citado hoy por el 'Beijing News' que advierte que si lo único que se hace es reducir a dos las semanas de vacaciones de los chinos, el problema de saturación de comunicaciones, hoteles y destinos turísticos en lugar de aliviarse se agravará.
La solución pasaría por implantar definitivamente las vacaciones pagadas en el país, derecho que teóricamente tiene los chinos desde hace 12 años pero que por falta de regulación específica no se aplica. Según informaba el pasado martes el "Shanghai Daily", el Gobierno también está estudiando en el borrador esta opción, aunque los cambios no serían espectaculares. De acuerdo con el diario, los beneficiados serían funcionarios públicos y trabajadores de empresas, que gozarían entre cinco días libres anuales pagados (para empleados con hasta diez años de vida laboral) y dos semanas (para aquellos con más de 20 años de trabajo acumulados).