BEIJING, 28 May. (De la corresponsal de EUROPA PRESS, Débora Altit) -
Un equipo de médicos de la provincia china de Jiangsu ha puesto fin a los 64 años de dolores de cabeza de una anciana después de extraer del cráneo de la señora una bala de la guerra con Japón durante la Segunda Guerra Mundial, según informa hoy el diario 'Beijing News'.
La mujer, de 77 años y nombre Jin Guangying, era apenas una adolescente en 1943 cuando fue interceptada y tiroteada por una patrulla japonesa cuando acudía a visitar a su abuelo, en aquella época miembro de la resistencia china.
Cuando Jin recuperó la conciencia, tras un periodo de tiempo no aclarado, se encontró con que su cabeza había sido vendada, y no apreció que en su interior alojaba un cuerpo extraño.
Quienes sí advirtieron algo distinto en el comportamiento de la joven fueron sus allegados, que comenzaron a comprobar que, además de las migrañas, Jin de vez en cuando echaba espuma por la boca y hablaba incoherencias "como si se hubiera vuelto loca", según el diario.
Sin embargo, la familia pensó que el origen de los problemas era un tumor. "Mi familia era pobre, por lo que nunca pudimos llevarla a hacerse una revisión", explicó su hija, en un país donde, pese a los impresionantes resultados económicos, siguen siendo minoría los que disfrutan de cobertura médica gratuita.
El rotativo señala que el proyectil fue examinado por expertos balísticos de Nanjing, capital provincial, que confirmaron que se trata de una bala como las utilizadas por las tropas japonesas durante la invasión de China.
Los familiares han anunciado ya que denunciarán el caso antes las autoridades niponas para exigir una compensación y una disculpa pública.
Algo que es poco probable que se produzca, ya que el actual Gobierno de este país ha declarado en repetidas ocasiones que Japón ya se disculpó por esta etapa de su Historia y no piensa volver a hacerlo. Los tribunales nipones, por otro lado, se han caracterizado por desestimar las demandas de compensación realizadas por los afectados por la guerra, cuyo ejemplo más conocido es quizá el de las "mujeres del consuelo", forzadas a prostituirse.