China.- Un periodista chino, detenido por inventarse el escándalo de los bollos rellenos de cartón en vez de carne

Actualizado: jueves, 19 julio 2007 14:06

BEIJING, 19 Jul. (de la corresponsal de EUROPA PRESS, Débora Altit) -

La noticia sobre un fabricante de bollos rellenos con cartón en vez de carne de cerdo no es cierta y fue la ocurrencia de un periodista que acaba de ser detenido, según informa hoy la prensa china.

El reportaje, rodado supuestamente con cámara oculta y emitido por un canal de Beijing a principios de mes y la semana pasada por la televisión nacional china, mostraba al propietario de un puesto fabricante de 'baozi' (bollos elaborados con masa de trigo cocida al vapor y rellenos con carne o verduras) de Beijing explicando que usaba sosa cáustica para deshacer el cartón. Con su receta, en la que mezclaba un 60% de cartón con un 40% de grasa de cerdo, lograba ahorrarse 100 euros diarios, una cifra nada desdeñable en el país asiático.

Según informa hoy el periódico 'China Daily', el gobierno municipal puso en marcha una redada tras emitirse el reportaje y no encontró rastros de cartón en ninguno de los 'baozi' de los puestos callejeros analizados. "Era todo un engaño", indicaron fuentes municipales al diario, que explicaron que el reportero detenido, del que se ha facilitado sólo su apellido, Zi, fue quien ideó el supuesto escándalo.

De acuerdo con el diario 'The Beijing Youth Daily', el canal local de televisión para quien trabajaba Zi ha ofrecido disculpas públicas por lo ocurrido y ha declarado que tomará más medidas para garantizar que no vuelva a producirse el suceso.

La falsa noticia, no obstante, pone de manifiesto la falta de confianza no sólo de la comunidad internacional, como han criticado estos días las autoridades chinas, sino de los propios consumidores nacionales en la calidad de los productos alimentarios que consumen, así como su preocupación ante la fuerte subida en los últimos meses del precio de la carne de cerdo, un producto muy valorado y de amplio consumo entre la población.

El caso revela también, una vez más, la frecuente falta de ética profesional de los periodistas chinos, que en otras ocasiones ha saltado a las noticias por chantajear a los entrevistados y pedirles dinero o la compra de publicidad a cambios de informaciones positivas.