PEKÍN, 14 May. (Reuters/EP) -
El presidente de China, Xi Jinping, ha prometido este domingo 124.000 millones de dólares en su plan de la Nueva Ruta de la Seda para forjar un camino de paz, inclusividad y libre comercio y ha pedido que se abandonen los antiguos modelos basados en juegos de rivalidad y diplomacia.
Xi ha organizado una cumbre de dos días, a la que han asistido líderes de 29 países y los máximos dirigentes de la ONU, el Fondo Monetario Internacional o el Banco Mundial, para presentar la iniciativa y reforzar las ambiciones de liderazgo mundial de China.
"Debemos construir una plataforma abierta de cooperación y defender y hacer crecer una economía mundial abierta", ha explicado Xi durante la inauguración del evento en Pekín.
Desde que Xi dio a conocer el plan en 2013, China ha promocionado la iniciativa de la Nueva Ruta de la Seda como una nueva forma de impulsar el desarrollo global con el objetivo de ampliar los vínculos entre Asia, África, Europa y zonas más lejanas mediante inversiones en infraestructura.
El presidente ha anunciado que la Nueva Ruta de la Seda estaría abierta a todos, incluyendo África y América, que no están situadas en la Ruta de la Seda tradicional. "No importa si son de Asia y Europa, o de África o de las Américas, todos ellos son socios cooperativos en la construcción de la Ruta de la Seda", ha explicado Xi.
Xi ha defendido que el mundo debe crear condiciones que promuevan el desarrollo abierto y fomentar la construcción de sistemas de "reglas de comercio e inversión mundiales justas, razonables y transparentes".
Durante los próximos cinco años, China planea importar 2 billones de dólares de productos de países que participan en la Nueva Ruta de la Seda, ha afirmado el ministro de Comercio, Zhong Shan.
Algunos diplomáticos occidentales han expresado su inquietud sobre la cumbre y el plan en su conjunto, ya que lo ven como un intento de promocionar China en todo el mundo. También les preocupa la transparencia y el acceso de las empresas extranjeras al proyecto.
Horas antes de que comenzara la cumbre, Corea del Norte ha lanzado otro misil balístico, poniendo a prueba la paciencia de China, su principal aliado. Estados Unidos se había quejado este viernes a China por la inclusión de una delegación norcoreana en el evento.
