BEIJING 25 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno chino cifró en 18 civiles y un policía los muertos por los disturbios registrados en Lhasa, capital de la Región Autónoma de Tíbet, en las dos últimas semanas, mientras que, a través de una información difundida por la agencia oficial Xinhua, informó de que los daños provocados por los asaltos y los incendios provocaron ascienden a unos 22 millones de euros.
Bajo el titular "preguntas y respuestas sobre las víctimas y los daños de los recientes disturbios", Xinhua informa de que en el caso concreto de Lhasa "18 civiles y un policía murieron en los disturbios, y 623 personas, entre ellas 241 policías, resultaron heridas".
Entre las víctimas figuran cinco dependientas de una tienda que fue incenciada y que "murieron quemadas" así como otras cinco personas muertas en un ataque similar contra una tienda de motos, "incluido un bebé de 8 meses y sus padres". Otro hombre murió quemado, mientras que un trabajador inmigrante y un doctor murieron apuñalados y una mujer falleció apaleada.
Los daños provocados por las disputas, que comenzaron con una protesta el 10 de marzo de unos 300 monjes con actitud "agresiva y que se enfrentaron a las fuerzas de seguridad", se estiman, según Xinhua, en más de 244 millones de yuan (unos 22,2 millones de euros).
En el caso de la vecina provincia de Gansu, los disturbios en la prefectura de Gannan dejaron 94 heridos, sólo uno de los cuales era un civil, mientras que el resto eran miembros de las fuerzas de seguridad y funcionarios gubernamentales. En este caso, se estima que el coste de los daños asciende a 230 millones de yuan (casi 21 millones de euros).
Por último, en Sichuan, otra provincia fronteriza con la Región Autónoma de Tíbet, la agencia oficial informa de al menos un policía muerto y varios más heridos en un incidente ocurrido ayer en la prefectura de Garze --ayer el Centro Tibetano para los Derechos Humanos y la Democracia (TCHRD) había informado de un monje muerto y otro gravemente herido en este mismo lugar--.
Según la versión oficial de las autoridades locales, un grupo de alborotadores atacaron a los policías de servicio con cuchillos y piedras, obligando a los agentes a realizar disparos de advertencia al aire.
En esta provincia también se han producido disturbios en el condado de Aba, pero Xinhua afirma que "el número total de víctimas y el coste de los daños no se ha determinado aún", después de que los manifestantes, "con piedras y artefactos incendiarios de fabricación casera (...) atacaran oficinas gubernamentales, comisarías de policía, hospitales, escuelas, tiendas y mercados", así como casas particulares.
Por otra parte a la pregunta de si "están relacionados los disturbios en las zonas habitadas por tibetanos con los de Lhasa", Xinhua afirma tajante "sí". "Los alborotadores en Gansu y Sichuan, al igual que los de Lhasa, corearon eslóganes de 'independencia para Tíbet', enarbolaron la bandera del 'Gobierno tibetano en el exilio' e irrumpieron en edificios gubernamentales, comisarías, hospitales, escuelas, tiendas y mercados".
De hecho, precisa Xinhua, "ya había en circulación en Gannan (Gansu) panfletos a favor de la independencia de Tíbet el 10 de marzo, el mismo día que se organizó la 'Marcha al Tíbet' en la frontera con India y exactamente el mismo día que 300 monjes agresivos del monasterió de Drepung se manifestaron en Lhasa".
VISITA DEL CONSEJERO DE ESTADO A LHASA
Por otra parte, Xinhua informó hoy de que el consejero de Estado chino y ministro de Seguridad Pública, Meng Jianzhu, se encuentra de visita en Tíbet, encabezando un equipo de trabajo del Gobierno central.
El grupo está formado por funcionarios del Consejo de Estado (Gobierno central), Departamento de Trabajo del Frente Unido del Comité Central del Partido Comunista de China, el Ministerio de Seguridad Pública, la Administración Estatal para Asuntos Religiosos, así como oficiales del Ejército y otras fuerzas de seguridad.
El equipo visitó el templo de Jokhang, el monasterio de Sera y el de Zhaibung, además de mantener conversaciones con los monjes el domingo y ayer lunes. "Cada religión debe llevar a cabo sus actividades de acuerdo con la ley y nunca debe socavar la solidaridad nacional. La participación en los disturbios violó las doctrinas del budismo tibetano", declaró Meng.
La comitiva también visitó tiendas, calles y distritos que fueron destruidos en los disturbios del pasado 14 de marzo. Además, el ministro instó a que se mantenga la vigilancia sobre las nuevas actividades secesionistas de la 'camarilla' del Dalai Lama durante las conversaciones mantenidas con los funcionarios locales.