MADRID, 12 Mar. (OTR/PRESS) -
El presidente francés, Jacques Chirac, de 74 años y casi 12 en el cargo, desveló en la noche de ayer por televisión lo que todo el país llevaba esperando meses: que no optará a un tercer mandato, dejando así vía libre en el campo de la derecha al ministro del Interior y candidato de la UPM, Nicolás Sarkozy. En una alocución radio-Televisada Chirac aseguraba que a partir del próximo 16 de mayo servirá a Francia "de otra manera".
El político conservador ha decidido renunciar a un nuevo asalto a la jefatura del Estado francés empujado quizás por las últimas encuestas que aseguraban que el 81% de los galos no deseaba que volviera a presentarse a la presidencia del Elíseo.
La alocución del presidente, previamente grabada, ha tenido una duración aproximada de quince minutos durante la cual Chirac aseguró que no se presentará a un nuevo mandato, sino que servirá a Francia, un país que ama "apasionadamente", "de otra manera". Además de a su futuro personal, Chirac se ha referido a cuestiones de política nacional e internacional.
El adiós de Chirac tuvo su primera escenificación el pasado viernes, cuando el presidente francés acudió a su última cumbre en Bruselas donde hizo un balance emotivo de sus años de presidencia. Destacó especialmente su tristeza de no haber conseguido el apoyo de la ciudadanía gala al Tratado Constitucional europeo.
El discurso de ayer coincide con el 40 aniversario de la primera victoria electoral de Chirac, que tuvo lugar el 12 de marzo de 1967 en las legislativas, cuando fue elegido diputado por al circunscripción de Corrèze, en el centro del país. Chirac pone fin así a una larga carrera política culminada con doce años al frente del país.
EL OLVIDO DE SARKOZY
Con su retirada, Chirac deja el camino libre a Nicolás Sarkozy, candidato de la UPM a quien el presidente francés no ha apoyado en su discurso de despedida. Sarkozy, que se ha reunido en dos ocasiones con Chirac en los últimos días, asegura que recibir el apoyo del actual presidente sería "un evento político importante".
El ministro del Interior y candidato conservador aseguró que la opinión de Chirac "tendrá peso" por su experiencia en el cargo. Pero Sarkozy, que lidera un proyecto autodefinido como de "ruptura", ha empleado parte de su agresiva campaña hacia la presidencia en marcar distancia con el actual inquilino del Elíseo. Siempre ha dicho que si gana las elecciones hará "una política diferente".