Condenada a seis años de cárcel una franco-iraní acusada de espionaje

Actualizado: lunes, 25 abril 2016 10:54

DUBAI, 25 Abr. (Reuters/EP) -

Una mujer franco-iraní, Nazak Afshar, de 58 años, ha sido condenada a seis años de prisión por espionaje tras regresar a Irán, país del que huyó en 2009 precisamente tras ser acusada de este delito. Afshar regresó a irán para visitar a su madre enferma, ha informado una página web afín a la oposición, Kaleme.

Afshar trabajaba en la Embajada francesa en Irán y tras la condena ha sido puesta en libertad bajo fianza tras pasar unos días en la cárcel de Evin. La Judicatura iraní no ha dado información sobre el caso ni ha confirmado los cargos de los que se la acusan.

Afshar fue detenida en y juzgada en 2009 por espionaje y acciones contra la seguridad nacional de Irán. No se emitió veredicto, ya que la diplomacia francesa intervino para que pudiera salir del país ese mismo año.

Hasta cuatro iraníes con doble nacionalidad han sido condenados recientemente por su vinculación con los gobiernos de otros países, ha informado este domingoun portavoz de la Judicatura iraní. Estos procesos parecen formar parte de una campaña contra lo que las autoridades consideran una "infiltración occidental".

"Cinco personas detenidas recientemente y juzgadas por sus relaciones fuera del país (...) y hay sentencia sobre cuatro de ellas", ha apuntado el portavoz judicial, Gholamhossein Mohseni Ejei, en declaraciones recogidas por la agencia de noticias iraní Tasnim. Irán no reconoce la doble nacionalidad.

La semana pasada fue detenido el presentador de televisión Sabri Hassanpour, que viajó a Irán "con la excusa de visitar a familiares". Hassanpour presenta un programa en Samay-e Rahayi (Liberación TV) que se emite por Internet por Países Bajos y es conocido por sus críticas al régimen islámico iraní.

Otros ciudadanos iraníes con doble nacionalidad están detenidos, la mayoría acusados de espionaje. Así, están bajo custodia el británico-iraní Kamal Foroughi, de 76 años, arrestado en 2011 cuanto trabajaba en Teherán como consultor de negocios y los ciudadanos estadounidense-iraníes Siamak Namazi y su padre Baquer Namazi --de 80 años--.