MADRID, 16 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha aprobado por unanimidad la ampliación del mandato de la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas en Afganistán (UNAMA) hasta el 17 de marzo de 2025 tras destacar la importancia de su despliegue en el país centroasiático, desde 2021 de nuevo bajo el dominio del movimiento fundamentalista talibán.
"Con la adopción por unanimiadad de la resolución 2727, el Consejo quiere subrayar la importancia que representa la constante presencia de la UNAMA y de otras agencias de la ONU en Afganistán", según el comunicado posterior del máximo órgano ejecutivo de Naciones Unidas.
La presencia de la UNAMA, añade el Consejo, "es indispensable según la comunidad intenta profundizar en sus relaciones con los talibán" y envía a la población afgana el "contundente mensaje de que Naciones Unidas, con el respaldo de este Consejo, seguirá trabajando por ellos sin descanso".
El Consejo de Seguridad también solicita que la oficina de la Secretaría General de la ONU reciba cada tres meses un informe actualizado de la situación humanitaria en el país.
Las relaciones entre los talibán y Naciones Unidas son enormemente difíciles dadas las restricciones que el movimiento fundamentalista ha impuesto sobre los derechos civiles y las libertades fundamentales de la población, especialmente las mujeres y las niñas. Estas últimas, que suman 1,4 millones, tienen prohibido su acceso a la educación secundaria.
Las autoridades talibán también han tenido serios problemas para atajar la actividad de la organización yihadista Estado Islámico, responsable de numerosos atentados contra comunidades minoritarias en el país, como los chiíes y los hazara.
Países cercanos a los talibán en el seno del Consejo, como China, han lamentado por su parte que esta resolución no refleja la opinión de Pekín de que "dos años después de la retirada de las fuerzas internacionales del país, la situación es, en términos generales, estable".
No obstante, la representación del gigante asiático también reconoce que el Afganistán sigue enfrentándose a problemas "humanitarios, económicos y de violencia terrorista".
En un informe publicado a principios de marzo, la ONG afgana Rawadari estima que al menos 506 personas murieron y 266 resultaron heridas a consecuencia de incidentes derivados de violaciones de los Derechos Humanos bajo el régimen talibán afgano a lo largo de 2023.
La ONG señala a los fundamentalistas por casos de arrestos, así como tortura a detenidos y desapariciones forzadas, y denuncia una disminución del acceso a la información en 2022 en comparación con 2023, que atribuye a las medidas de los talibán destinadas a restringir la información sobre abusos contra los DDHH.
