Un año de luces y sombras marcado por el cambio en la escena política chilena
SANTIAGO, 11 Mar. (de la corresponsal de EUROPA PRESS Claudia Riquelme) -
Inesperadamente y fuera de la agenda previamente anunciada a los medios de comunicación, La Moneda anunció que la presidenta Michelle Bachelet realizará, a primera hora de hoy domingo, un breve viaje a la ciudad de Concepción, a 503 kilómetros al sur de Santiago, para participar en una actividad aún no revelada.
La situación no tendría nada de particular si hoy no se celebrara el primer año del gobierno de la primera mujer que llegó a la Presidencia de Chile en 196 años de historia independiente. La Moneda informó que la Gobernante volverá a la capital cerca del mediodía, para estar puntualmente en las actividades oficiales con las que el Gobierno conmemorará esta fecha.
Este viaje sorpresa es, justamente, uno de los sellos del Gobierno de la médico socialista que lidera el cuarto gobierno de la alianza de centro izquierda que, tras derrotar a la dictadura en 1989, administra los destinos de Chile.
Bachelet, mujer divorciada, madre de tres hijos, profesional, militante activa de un partido político y agnóstica, ha quebrado todos los esquemas de la política tradicional chilena, cuyos ciudadanos, no obstante, le dieron el triunfo en las urnas, en segunda vuelta, el 16 de enero de 2006.
No ha sido fácil. En su primer año como Presidenta, Bachelet no sólo ha debido enfrentar el desgaste natural del oficialismo de centro izquierda, cuyos partidos muestran quiebres que la oposición de derecha califica como irreparables, sino que, además, debió hacer frente a una sombra que sus tres antecesores (Patricio Aylwin, Eduardo Frei y Ricardo Lagos) esquivaron sólo por azar: la muerte del ex dictador Augusto Pinochet, ocurrida el 10 de diciembre del año pasado.
En la que quizá fue la decisión más compleja que debió tomar en 2006, esta víctima de violaciones a los derechos humanos, ex presa política, ex torturada, ex exiliada e hija de un general asesinado en dictadura por haber sido parte del gobierno de Salvador Allende, decidió negarle un funeral de Estado al ex dictador.
Sin embargo, el mayor peso que ha debido enfrentar la Mandataria durante su primer año en La Moneda han sido las expectativas de los ciudadanos, que respondieron en las urnas a su promesa de campaña de hacer un gobierno para los que nunca antes habían tenido oportunidades.
Y, a pesar de las demandas sociales, de las protestas, de los casos de corrupción heredados de los gobiernos anteriores, de las fisuras en la alianza gobernante y de una oposición crítica al extremo, Bachelet aún mantiene un promedio superior al 50 por ciento de apoyo ciudadano en las encuestas, lo que muestra que su mayor capital sigue siendo ella misma.
ESTILO EJECUTIVO.
Ayer sábado, en la víspera de la celebración de su primer año en La Moneda, Bachelet salió al paso de la crisis que ha causado en Santiago la implementación de un nuevo y moderno sistema de transporte público que, a pesar de su modernidad, ha generado serios problemas en su puesta en marcha.
Ante los errores en la operatividad del sistema y las demandas ciudadanas, Bachelet anunció 23 medidas para optimizar el servicio. Ese ha sido su estilo. Lo mostró a los pocos días de llegar a la sede del Poder Ejecutivo chileno, cuando se autoimpuso 36 medidas para sus primeros 100 días de gobierno.
Lo mismo ocurrió cuando, en junio, los estudiantes secundarios salieron a las calles para exigir cambios en la ley educacional heredada de la dictadura. Y en julio, cuando hizo su primer cambio de gabinete, el más rápido de todos los gobiernos democráticos que han sucedido a la dictadura. Escuchó las demandas, convocó a expertos, creó comisiones, fijó metas y plazos.
Este estilo ejecutivo, un tanto alejado de la política tradicional, ha generado críticas hasta en su propia tienda, pero ha mantenido vigente el respaldo ciudadano. Ante las crisis que ha debido enfrentar su administración, las que han causado bajas en las encuestas, el apoyo a la figura de la presidenta casi no ha mermado y los chilenos siguen diciendo que la sienten cercana, creíble, transparente, comprometida y segura en lo que está haciendo.
LOGROS
El balance hecho por La Moneda en días pasados es positivo. El Poder Ejecutivo ha enviado numerosos proyectos de ley al Parlamento, cumpliendo con los compromisos de campaña. Bachelet ha perfilado su gobierno como una administración que focaliza sus esfuerzos hacia la protección social de los ciudadanos.
Entre los muchos logros, se cuenta la reforma previsional, que permitirá los chilenos tengan jubilaciones dignas; el aumento de las pensiones mínimas; la creación de 800 salas cunas; la ley que garantiza a las madres trabajadoras que puedan amamantar a sus hijos menores de dos años; cambios sustantivos en las políticas habitacionales para los más pobres; la instalación de una agenda de transparencia para todos los organismos del Estado y la paridad encargos públicos, entre otras medidas que ya son realidad.
CRÍTICAS
En el lado opuesto, la derecha política ha hecho un balance muy negativo del gobierno de Michelle Bachelet y aseguran que, contrariamente a lo dicho en La Moneda, "no hay nada que celebrar".
La oposición, que asegura no dudar de la empatía y de las buenas intenciones de la médico socialista, afirma que hay temas que se han estancado, como la nueva ley de responsabilidad penal juvenil, la justicia laboral, los tribunales de familia y la modernización del Poder Judicial, así como de las leyes educacionales.
Sin embargo, una de las mayores críticas de la derecha se refiere al crecimiento económico del país. Para la oposición chilena, Chile ha tenido un "frenazo" que ha interrumpido la velocidad que el país había alcanzado en años anteriores.
CEREMONIAS
Ante las críticas, la presidenta ha dicho que gobernará para todos los chilenos y hasta el último día de su mandato, el 11 de marzo de2010, cuando Chile cumpla 200 años de vida independiente.
Hoy, encabezará las ceremonias oficiales en La Moneda y, durante la tarde, asistirá a un evento artístico cultural citado en el Estadio Nacional de Santiago, "Chile canta contigo", que contará con la presencia de miles de ciudadanos anónimos, los mismos que, a pesar de un año complejo, la siguen manteniendo con más del 50 por ciento de respaldo en su gestión como presidenta.
