La visita prentende impulsar las relaciones económicas entre ambos países para solventar el descenso de la inversión japonesa en China
BEIJING, 13 Abr. (de la corresponsal de EUROPA PRESS, Débora Altit) - .
El primer ministro chino, Wen Jiabao, llegó a la antigua capital imperial japonesa de Kioto, donde pondrá fin a su viaje de tres días al país vecino, en una visita de acercamiento con la que ambos gobiernos pretenden descongelar sus relaciones y reimpulsar la inversión japonesa en China, que ha sufrido un descenso notorio a raíz de las últimas polémicas.
Wen, cuya visita es la primera de un primer ministro chino a Japón en casi siete años, defendió la construcción de una relación económica de la que se beneficien los dos países, y no se ha olvidado de recalcar que Japón debe reconocer su pasado belicista. De hecho, la visita inicialmente debía durar cinco días, y se recortó después de que el primer ministro Shinzo Abe, que viajó a China en octubre pasado, calificara como "prostitutas" a las esclavas sexuales de la guerra.
El resultado ha terminado siendo de una tensa cordialidad, si bien Wen no ha dudado en calificar la visita de "éxito": "Muchos japoneses han dicho que el objetivo de este viaje de deshielo ha sido alcanzado. Yo no es que pueda decir que todos los problemas han sido resueltos. Necesitamos más tiempo", afirmó hoy el 'premier' según recoge la agencia japonesa Kyodo News.
La prensa japonesa ha destacado hoy en sus titulares que Wen, en el discurso pronunciado ayer ante el Parlamento nipón (el primero de un líder chino en 22 años), reconoció las palabras de arrepentimiento de Japón en referencia a su pasada etapa belicista y defendió la reconciliación y cooperación futura entre ambos países.
El mandatario chino también les pidió a los parlamentarios japoneses que las disculpas "se conviertan en acción". "Las profundas cicatrices dejadas en los corazones del pueblo chino son indescriptibles", afirmó Wen de acuerdo con la agencia Xinhua, que indicó que la meta de las actuales relaciones entre ambos estados ha de ser la "coexistencia pacífica, la amistad durante generaciones, la cooperación de beneficio mutuo y el desarrollo común".
DESCENSO EN LA INVERSIÓN
Aunque la llegada de Abe al poder, quien desde que ocupa el cargo de primer ministro se ha mantenido alejado del santuario de Yasukuni (en el que se honra a los muertos en sus guerras, criminales declarados incluidos), ha destensado relativamente (hasta las declaraciones sobre las esclavas sexuales) los lazos entre ambos países, la actitud exigente y beligerante de China, que considera que las disculpas japonesas ni bastan ni son sinceras, ha provocado que en el último año la inversión nipona en China haya caído un 30 por ciento, pasando de los 6.500 millones de dólares de 2005 a los 4.600 millones en 2006. Mientras que a mediados de los noventa el comercio bilateral entre China y Japón representaba un quinto del total del comercio chino, actualmente tan sólo representa un décimo.
"Me gustaría que los inversores japoneses tuvieran más confianza", declaró en Tokio Wen, que aseguró que las bases legales ya están establecidas en el país y que se seguirá avanzando en combatir el respeto a los derechos intelectuales, y que en sus actividades de hoy tiene previsto un encuentro con empresarios.
"Los problemas políticos e históricos está teniendo un impacto económico", afirma Richard Koo, responsable de Economía del centro japonés Nomura Research Institute, en declaraciones recogidas por el diario "South China Morning Post". "Muchas compañías japonesas estaban pensando en integrar todas sus operaciones en el Sureste Asiático en China para ahorrar costes. Pero, tras las manifestaciones contra Japón en China, que tuvieron lugar en abril de 2005, decidieron no jugárselo todo a una carta", apunta.
La apretada agenda del líder chino (que se reunió ayer con el emperador Akihito) ha incluido también momentos de menor seriedad, ya que ha tenido tiempo para practicar tai-chi delante de las cámaras y participar en una típica ceremonia del té japonesa, y hoy se ha encontrado con representantes de la comunidad china en el país vecino y ha participado en un partido de béisbol.
En su estancia en Kioto, además, ha aprovechado para acercarse a un monumento en memoria del difunto 'premier' Zhou Enlai, quien en su juventud estudió en Japón y a quien Wen calificó como un "pionero" de las relaciones chino-japonesas.
Pero los hechos parecen enturbiar las buenas palabras en esta visita de la que hasta la fecha han salido pocos acuerdos concretos (incluido un mayor acercamiento militar, uno de los avances más esperados), y ayer Tokio manifestaba su preocupación tras hacerse público que China ha comenzado a explotar unos pozos de petróleo y gas marítimos ubicados en aguas disputadas por ambos países.
Japón ya ha advertido que parte de estos pozos están en aguas niponas, mientras que China asegura que tiene el derecho legítimo a explotarlos, ya que forma parte de su territorio.