Crónica China.- El presidente Hu Jintao se juega en el 17 Congreso del PCCh su consolidación como líder

Actualizado: sábado, 13 octubre 2007 14:50

En el congreso se marcará la política de su segundo mandato y se reformará el actual Gobierno BEIJING, 13 Oct. (EUROPA PRESS) -

El Partido Comunista Chino (PCCh) celebra a partir del próximo lunes su Congreso número 17, un encuentro del que saldrá conformada la nueva cúpula que gobernará el país durante el segundo y último mandato del presidente Hu Jintao, quien deberá demostrar si sus primeros cinco años en el poder le han permitido consolidarse como líder o si sigue siendo el dirigente más débil de los 58 años de historia de la China comunista.

En el Congreso, que se celebra cada cinco años, se deberá remodelar tanto la composición del Politburó (segundo máximo órgano de decisión del PCCh, con 25 miembros) como del omnipotente Comité Permanente del Politburó (nueve miembros, miembros todos ellos también del Politburó), que es el verdadero órgano de Gobierno.

Algunas de las plazas han quedado vacantes por fuerza mayor (como el fallecimiento del viceprimer ministro, Huang Ju), y otras deben ser renovadas por la avanzada edad o los problemas de salud de sus ocupantes, o por razones más oscuras como la corrupción, que según algunos llegan a salpicar hasta al actual primer ministro, Wen Jiabao. También se espera que parte de los puestos vacíos sean ocupados por "jóvenes" (nacidos en la década de los 50) de la próxima generación de líderes, que llegarán a poder una vez Hu se retire.

La remodelación es la oportunidad perfecta para que Hu consiga rodearse de sus hombres de confianza, ya que en su primer mandato los afines al anterior presidente, Jiang Zemin (secretario general del PCCh de 1989 a 2002, y presidente chino de 1993 a 2003), eran mayoría.

Ambos dirigentes encarnan las dos principales facciones que fragmentan al PCCh: la socialdemocracia (con "características chinas" y por tanto poco democrática) de Hu Jintao y el 'premier' Wen, y el neoliberalismo feroz, defendido por Jiang. Las dos corrientes, populista y elitista, representan a su vez a dos regiones diferenciadas del país: el pobre y campesinado interior y las ricas y urbanitas zonas costeras, al este del país.

DEMOSTRACIÓN DE FUERZA

En los últimos meses, Hu Jintao ha realizado una prueba de fuerza, dando muestras de que llega al Congreso más fuerte de lo que había estado hasta ahora. La primera pista de que algo comenzaba a "moverse" en las filas del Partido llegó ya el año pasado, en septiembre de 2006, con la defenestración del delfín de Jiang Zemin, el ex jefe del PCCh en Shanghai Chen Liangyu.

La caída de Chen tuvo lugar dentro de una campaña contra la corrupción en la metrópoli, en concreto con el desmantelamiento de una red que malversó al menos 300 millones de euros de fondos de pensiones locales, y en la que se han visto implicados más de una treintena de funcionarios y empresarios, de los cuales algunos ya han sido condenados a penas de hasta cadena perpetua (Chen, que también era miembro del Politburó, se encuentra, sin embargo, a la espera de juicio).

La siguiente muestra de poderío se produjo más recientemente, cuando se hizo pública la designación de un leal a Hu para organizar la agenda diaria del presidente, como jefe de la Oficina General del Comité Central del PCCh. El cargo, que ostenta desde el mes pasado Ling Jihua, estaba ocupado antes por un leal a Jiang.

Y otra nueva señal propiciatoria fue el anuncio de una decena de nombramientos en los principales puestos de mando del Ejército Popular de Liberación, las fuerzas armadas chinas. Entre los cargos se incluían un nuevo jefe del Estado Mayor, un nuevo jefe del Ejército del Aire chino y nuevos máximos responsables en cinco de las siete regiones militares en las que se organiza el país.

UN HU NO TAN FUERTE

Las quinielas hasta hace apenas una semana versaban sobre si la remodelación del Politburó sería profunda o afectarían sólo a un número de políticos, y cuántos de los nuevos ascendidos serían aliados de Hu, al que se había estado dando como ganador.

Parte importante de las especulaciones giraban en torno al número y los nombres de los miembros de la próxima generación de líderes que se colarían en el próximo Gobierno, e incluso a si las plazas del Politburó y del Comité Permanente podrían reducirse o aumentarse, ya que no son fijas (en el caso del Comité Permanente, han variado de cinco a las actuales nueve).

Todo parecía depender de la decisión de retirarse o no, para dar paso a caras nuevas, del vicepresidente Zeng Qinghong, quien se encumbró al poder de la mano de Jiang Zemin y es considerado, junto con Hu, el hombre más fuerte del actual Gobierno.

Zeng, además, es el máximo representante de otro grupo fuerte dentro del Partido, los "herederos", aquellos hijos de los antiguos revolucionarios que colocaron el comunismo en el poder. Pero aunque de forma natural debía convertirse en el antagonista de Hu, esta controvertida figura, que ha llegado a ser calificada como un "omnívoro ideológico", facilitó con su intervención que Jiang abandonara en 2004 su último cargo como máximo jefe de las Fuerzas Armadas.

Sin embargo, los últimos días parecen cuestionar todos los planteamientos anteriores. Las últimas teorías señalan que Hu no tiene tan bien agarradas las riendas como se afirmó inicialmente, y que no desea que Zeng se retire, ya que de hacerlo no podría forzar la retirada de otros aliados de Jiang, como Jia Qinglin (actual número 4 del Comité Permanente y presidente de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino, órgano asesor no vinculante) o Li Changchun (jefe de Propaganda). Sobre Jia pesan sospechas de corrupción, y aparentemente Li también tiene en su historial algún hecho "políticamente incorrecto".

Pero la corrupción, o más exactamente algún tipo de trato de favor a algún familiar, pesa también sobre Wen Jiabao. El 'premier', según señaló la prensa de Hong Kong en verano, manifestó su deseo de retirarse por agotamiento ante la excesiva carga de su cartera, pero el hecho de ser uno de los políticos que goza de mayor popularidad y cariño entre los chinos parecía descartar su salida. Ahora, sin embargo, se afirma que su gestión está siendo cuestionada por la facción de Jiang, que considera que no ha podido controlar el apabullante crecimiento chino, que camina hacia una burbuja que sigue creciendo y no acaba de explotar.

EL QUINTO LÍDER

En cuanto a quién será el candidato de la quinta generación de dirigentes (porque gobernarán el país tras Mao Zedong, Deng Xiaoping, Jiang y Hu) llamado a hacerse con la presidencia en 2012, parece confirmado que Hu logrará colocar a su favorito, Li Keqiang (jefe del Partido en la provincia septentrional de Liaoning), en la lista, pero que no será el primero.

El mejor situado es Xi Jinping, nombrado en marzo jefe del Partido en Shanghai, donde sustituyó al corrupto Chen Lianyu. Xi, que también forma parte del grupo de "herederos", está siendo apoyado por la facción de Xi, aunque su perfil ideológico no está tan definido como el de Li Keqiang, lo que lo convierte en un líder de consenso. La visita de Hu a Shanghai, a principios de mes, y los elogios a su gestión en la metrópoli aparecidos en la prensa oficial parecen confirmar que contará un hueco en el nuevo Comité Permanente, que según algunos podría llegar a ser el de vicepresidente, si Zeng se retira.

Las especulaciones, en cualquier caso, continuarán hasta que el próximo sábado, día 20, se realice al anuncio oficial de los nuevos cambios. Lo que sí parece confirmado es que esta nueva reunión del PCCh contribuirá a la institucionalización del proceso de sucesión y a la democratización interna del Partido, y que no será posible que ninguna facción llegue a hacerse con más de las dos terceras del poder.