Crónica Congo.- Las ONG denuncian las pobres infraestructuras y la falta de programas de desarrollo

Actualizado: domingo, 18 marzo 2007 14:47

Cuatro años después del fin de la guerra, la inseguridad ciudadana y la falta de atención médica son las principales preocupaciones

BRAZZAVILLE, 18 Mar. (EUROPA PRESS) -

Cuatro años después de acuerdo de paz alcanzado en Congo, los habitantes de la región se enfrentan a considerables desafíos humanitarios, según la agencia de Información de Naciones Unidas, IRIN, que estima que todavía quedan planes de desarrollo pendientes de impulso dentro del país, después del conflicto que asoló la zona de Pool entre 1998 y 2002.

"Sin los acuerdos de paz de 2003, la ayuda humanitaria no habría sido capaz de conseguir lo que ha obtenido a día de hoy. Sin embargo, la verdadera paz significa abandonar las armas y seguir con un proceso de desarrollo para evitar que el pueblo caiga en un comportamiento antisocial", según el presidente de la Agencia de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios, Dieudonné Boumani.

El Gobierno de Congo y el Comité Nacional para la Resistencia de Frédéric Bintsangou, también conocido como el Pastor Ntoumi, firmaron un acuerdo de paz el 17 de marzo de 2003.

De los 13 distritos que conforman la región de Pool, sólo su centro administrativo, Kinkala, ha realizado "progresos tangibles hacia la normalidad", según el informe publicado por IRIN. A pesar de la ausencia de guerra, los gángsters todavía hacen uso de las armas para asaltar a unos ciudadanos ya de por sí arruinados.

"La relativa reducción en los niveles de violencia desde los acuerdos de paz ha llevado a una cierta libertad de movimiento en Pool, pero los problemas persisten en lo que se refiere a la provisión de servicios en infraestructuras", según afirmó Justine McConnery, de Médicos sin Fronteras-Países Bajos, una de las principales agencias humanitarias que trabajan en la región.

"Actualmente, sólo hay un doctor por cada 30.000 habitantes, que es seis veces menos que en el resto del país, y una enfermera por cada 12.754 habitantes, nueve veces menos que en cualquier otra parte del Congo", lamentó.

Uno de los casos más severos es el del hospital de Kinkala, que sirve a un número estimado de 90.000 personas, sólo cuenta con dos doctores, según el doctor al cargo, Etienne Mouanga. Por su parte, Fructueux Babela, al cargo del Centro de Salud Integrad de Kinkala, afirma que "tenemos a personas enfermas o arruinadas que cuando llegan a los centros de salud no pueden permitirse pagar las tarifas de las consultas o los medicamentos prescritos". "Nos hubiera gustado tener al menos cuatro o cinco doctores, porque somos un gran hospital, que cuenta con 100 camas, con una media de 125 hospitalizaciones al mes", afirmó Mounaga.

Además, hay que tener en cuenta que el personal médico cualificado tiene miedo de trabajar en una región donde no todos los ciudadanos han sido desarmados y en donde el 20,9 por ciento de sus centros de salud permanecen cerrados por daños materiales o falta de plantilla.

La población en la zona también subió, desde 186,481 personas en 2000 a 362,358 en 2005 cuando los desplazados regresaron a sus casas tras el acuerdo de paz, según los últimos datos del Proceso de Apoyo Consolidado 2007 para Congo, iniciado en diciembre de 2006. A pesar de este crecimiento en más de un 100%, IRIN informó de que no se ha invertido apropiadamente en infraestructuras o refugios. De acuerdo con los últimos datos recogidos por la agencia, sólo un 8 por ciento de la población tiene acceso a agua potable, la malnutrición es un problema acuciante entre los niños y la tasa de asistencia escolar se sitúa en torno al 30 por ciento.

Pool sigue siendo una de las regiones más asoladas del continente africano: la mayoría de sus canales de comunicación permanecen sin reparar después de la guerra, a pesar del hecho de que Brazzaville, la capital del país, se encuentra dentro de esta región.

Por el momento, la Unión Europea ha aportado más de 62 millones de dólares para rehabilitar la carretera entre Brazzaville y Kinkala, situadas a 75 kilómetros de distancia entre sí. Las obras se iniciaron en 2006.

INSEGURIDAD Y CIRCULACIÓN DE ARMAS

A día de hoy, los excombatientes siguen esperando que dé comienzo el programa de desarme nacional, de desmovilización y de reintegración, una primera fase de durará desde 2007 a 2009 y que ya ha recibido una ayuda de 17 millones de dólares procedentes del Banco Mundial.

Según IRIN, la circulación ilegal de armas continúa sin que interrupción, lo que ha provocado una sensación de incertidumbre entre la población en general y los trabajadores humanitarios. Así, un estudio publicado por la ONG suiza Small Arms Survey, publicado a principios del año pasado, reveló que entre 37.000 y 40.000 armas de fuego de distinto calibre siguen en libre circulación por todo el país.

La inseguridad afecta al panorama político: ocho de las 14 circunscripciones de la zona se abstuvieron de participar en las pasadas elecciones generales de 2002 debido al ambiente que se respiraba en os últimos días del conflicto. Así, el Gobierno decidió celebrar las elecciones generales junto a las legislativas, que están previstas para los meses de junio y julio de este año.

Para el ministro de Administración y Descentralización, François Ibovi, "es necesario crear las condiciones necesarias para reducir, en la medida de los posible, las dificultades; y dar a la población de Pool la oportunidad de elegir a sus candidatos". Para Ibovi, la inseguridad de la región se resume en un ambiente de "pillaje generalizado".

"Existen casos de pillaje deplorables en la región de Pool, pero eso no significa que la situación sea insostenible", comentó Ibovi. "La administración ha sido rehabilitada", dijo.

De hecho, para Ibovi, el signo más claro de esperanza es la reconversión del CNR en un partido político, que deberá actuar bajo la ley de partidos que prohibe a las organizaciones "tener armas y apoyar a las milicias".