Crónica Cumbre.- Los líderes europeos aprobarán un ambicioso catálogo de objetivos contra el cambio climático

Actualizado: miércoles, 7 marzo 2007 20:46

El principal punto de discrepancia es si el objetivo del 20% de renovables en 2020 es obligatorio o sólo indicativo

Los jefes de Estado y de Gobierno debatirán por primera vez la declaración de Berlín sobre el futuro de la UE

BRUSELAS, 7 Mar. (EUROPA PRESS) -

Los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintisiete aprobarán durante la tradicional cumbre de primavera que empieza mañana en Bruselas y se cerrará el viernes un ambicioso catálogo de objetivos para luchar contra el cambio climático y garantizar al mismo tiempo la seguridad de suministro energético. Los líderes europeos debatirán además por primera vez la declaración de Berlín sobre el futuro de la UE, que se adoptará en una reunión extraordinaria el 25 de marzo con motivo del 50 aniversario del Tratado de Roma.

"Si actuamos ahora de manera decidida, tenemos una oportunidad de contrarrestar de manera eficaz los peligros del cambio climático", asegura la canciller alemana y presidenta de turno de la UE, Ángela Merkel, en la carta que ha dirigido a sus homólogos para invitarles a la cumbre. En estos momentos, el principal punto de discrepancia que deberán resolver los líderes europeos es si hacen o no obligatorio el objetivo de un 20% de energías renovables sobre el total del consumo en 2020.

La reunión de ministros de Asuntos Exteriores celebrada este lunes demostró que los Veintisiete están divididos prácticamente al 50% sobre esta cuestión. Alemania, España, Suecia, Dinamarca, Reino Unido y la Comisión, entre otros, defienden que el 20% de renovables sea obligatorio, mientras que Finlandia, República Checa, Polonia, Grecia, Letonia o Eslovaquia quieren que tenga un carácter meramente indicativo. Francia por su parte aboga por crear un objetivo de energías con bajas emisiones de dióxido de carbono que englobe a las renovables pero también a la nuclear.

El presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, ha pedido a los líderes europeos que el objetivo sobre renovables sea "obligatorio" por una cuestión de "credibilidad" en el liderazgo de la UE en la lucha contra el cambio climático, y para dar seguridad a los inversores, y ha rechazado cualquier amalgama con la energía nuclear porque hay muchos Estados miembros que rechazan categóricamente esta fuente energética. "Los resultados de este Consejo Europeo serán analizados muy de cerca en Washington, Moscú, Beijing y el resto del mundo", destacó Barroso.

Las reuniones de este jueves comenzarán por la mañana con la cumbre social tripartita sobre crecimiento y empleo, a la que asistirán Merkel, el presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, y los representantes de la patronal y los sindicatos europeos. El Consejo Europeo propiamente dicho empezará a las cinco y media de la tarde con la reunión de los jefes de Estado y de Gobierno con el presidente del Parlamento Europeo, Hans-Gert Poettering.

La primera sesión de trabajo, entre las seis y las ocho de la tarde, estará dedicada a las cuestiones de energía y cambio climático. Los líderes europeos ratificarán el objetivo de que la UE reduzca unilateralmente un 20% sus emisiones de efecto invernadero en 2020 respecto a los niveles de 1990, un porcentaje que se aumentaría al 30% si el resto de países industrializados, empezando por Estados Unidos, se suman a un acuerdo internacional contra el cambio climático que sustituya al protocolo de Kioto, que vence en 2012.

Este objetivo ya fue respaldado por unanimidad por los ministros de Medio Ambiente de los Veintisiete el pasado 20 de febrero. El problema se planteará, tras la cumbre, para pactar el reparto de este recorte global del 20% entre los diferentes Estados miembros --para el Gobierno, el criterio más importante es el de emisiones per cápita, que son relativamente bajas en España--. La Comisión se ha comprometido a presentar sus propuestas en el tercer trimestre de este año.

También hay unanimidad a la hora de fijar un mínimo del 10% en la cuota de biocarburantes, y de respaldar el plan de eficiencia energética presentado por la Comisión cuyo objetivo es reducir un 20% el consumo de energía de aquí a 2020, lo que permitirá ahorrar 100.000 millones de euros y 780 millones de toneladas de CO2 al año. En cuanto a la seguridad de suministro, el proyecto de conclusiones recoge de nuevo la petición española de aumentar hasta un 10% la capacidad de interconexión eléctrica y de gas --aunque la fecha se traslada a 2010-- y el nombramiento de coordinadores para 4 proyectos de interés europeo, entre ellos la conexión de alta tensión entre España y Francia, para la que se pedirá la elaboración de una 'Hoja de Ruta'.

Un último tema polémico en materia de energía que deberán resolver los jefes de Estado y de Gobierno es si se impone o no la desmembración obligatoria de propiedad de los grandes grupos energéticos entre las actividades de producción y las de distribución para facilitar así el acceso a las nuevas empresas y garantizar las inversiones. Alemania y Francia mantienen su oposición radical, mientras que España está de acuerdo porque ya adopta este esquema. La canciller Merkel dijo este miércoles que no cree que "la separación de la propiedad sea el único instrumento que podemos utilizar para cumplir los objetivos".

DECLARACIÓN DE BERLÍN

Tras la foto de familia, los líderes europeos iniciarán a las ocho y media de la tarde del jueves una cena de trabajo que estará consagrada a las relaciones económicas transatlánticas y a la primera discusión sobre la declaración de Berlín. Se espera que Merkel realice una presentación oral pero no pondrá sobre la mesa ningún texto para que no se filtre. De momento se conoce que la declaración constará de 3 partes: la primera dedicada a los logros de los 50 años de historia de la integración europea; la segunda, que hablará de los valores y políticas compartidas; y la tercera y más polémica que se centrará en los desafíos futuros.

Hasta ahora, las discusiones sobre la declaración de Berlín se han llevado bilateralmente entre la presidencia alemana y los 'sherpas' designados por cada país (en el caso español, el secretario de Estado de Asuntos Europeos, Alberto Navarro, y el asesor del presidente, Carles Casajuana). Se sabe que los temas más polémicos son si se incluye o no una referencia al Tratado Constitucional, algo que le gustaría a España pero que rechazan los países que no lo han ratificado; si se menciona al euro; si se recogen los valores cristianos de la UE, como quiere Polonia; las fronteras comunitarias, como defiende Francia; o el 'lado oscuro' de la historia de la integración europea, como el comunismo o la guerra de los Balcanes, algo que querría ver también el Gobierno polaco.

La presidencia alemana mantiene como su "secreto mejor guardado" quién será el responsable final de redactar este texto, y asegura que "no será uno de los funcionarios comunitarios que lo hace habitualmente".

CRECIMIENTO Y EMPLEO

Los líderes europeos dedicarán también la mañana del viernes 9 de marzo a la cuestión de las reformas económicas. Se congratularán de las últimas previsiones económicas --que apuntan a un crecimiento de la UE del 2,7% en 2007 y a la creación de siete millones de puestos de trabajo durante el periodo 2007/2008, lo que permitirá aumentar la tasa de empleo del 64% en 2005 al 66% en 2008-- y pedirán que continúen las reformas durante el periodo de crecimiento, aprobando recomendaciones específicas para cada país.