PARIS, 19 Mar. (EUROPA PRESS) -
"No habrá cambio de rumbo, ni freno en las reformas ni plan de austeridad". Este fue el mensaje lanzado hoy por el presidente francés, Nicolas Sarkozy, en el Consejo de Ministros ante el remodelado equipo gubernamental tras la derrota sufrida en las urnas por la derecha el pasado domingo 16 de marzo.
El jefe del Estado galo interpreta el resultado de los comicios como la expresión de la "impaciencia" y las dudas de los franceses sobre la posibilidad de cumplir los compromisos asumidos durante la campaña presidencial. Por eso, cree que la peor de las respuestas sería ralentizar el cambio.
"Al contrario, hay que hacer todo lo posible para poner en marcha la masa crítica de las reformas que permita cambiar los comportamientos y las mentalidades, volver a dar a la sociedad y a la economía el dinamismo y la capacidad de innovación, y la confianza en el futuro necesarios para aumentar el nivel de vida y la cohesión social", dijo.
A renglón seguido enumeró las iniciativas acometidas en nueve meses de Gobierno y las que necesitan tiempo para su puesta en marcha, como el derecho laboral, el plan para los barrios conflictivos, las decisiones medioambienales o la reforma del Estado y de la función pública. Y presumió de que, desde 1958, ningún Gobierno había reformado tanto.
"Es la única manera de responder a las dificultades del momento. En la tormenta económica mundial, hay que mantener firmemente el rumbo", aseveró Sarkozy, que pidió "calma, sangre fría y determinación" cuando se precipitan los acontecimientos, las cosas se complican y se multiplican los obstáculos.
"Esa será la línea del Gobierno para los próximos meses", anunció tras recordar a los miembros del Ejecutivo que no hay que saber si una política es de derechas o de izquierdas sino si logra resultados.
PRIORIDADES
Así, a continuación trazó las cuatro áreas que considera prioridades del Gobierno para los próximos meses en materia económica y social. En primer lugar, situar el trabajo en el "corazón" de las políticas públicas al servicio del crecimiento y el poder adquisitivo.
Para ello planteó una mejora de los sueldos vía reforma del sistema de participación de los asalariados en los beneficios de la empresas o la reducción de las cargas fiscales; mejorar la formación profesional; hacer más justa y eficaz la prestaciónpor desempleo; permitir acuerdos empresariales que puedan eliminar el corsé de las 35 horas semanales y modernizar el diálogo social y las regla de representatividad.
Como segunda prioridad situó el refuerzo de la competitividad de la economía francesa, algo que formará parte del proyecto de ley que se presentará en el mes de abril. Sarkozy quiere mejorar la competencia para que puedan beneficiarse los consumidores mediante la negociación de los precios, el aumento de la competencia en la distribución y la autoridad única de la competencia.
EQUILIBRIO PRESUPUESTARIO EN 2012
En tercer lugar, el Gobierno deberá continuar gestionando seriamente las finanzas públicas y modernizando el Estado. La revisión general de las políticas públicas deberá conducir a un presupuesto plurianual en torno a las administraciones e instituciones públicas más ágiles.
Sarkozy confirma su intención de no reemplazar a uno de cada dos funcionarios que se jubilen y el objetivo de lograr el equilibrio presupuestario en 2012. La cuarta prioridad será concililar solidaridad y responsabilidad en materia de jubilaciones, la dependencia y la salud. La revalorización de las pensiones y garantizar el futuro del sistema de reparto serán objeto del segundo semestre del año.
CUOTAS DE INMIGRANTES
Mientras, en el área de educación apuntó la reforma de la enseñanza primaria, la renovación de los campus universitarios o la reforma de la investigación. En el terreno de la seguridad, mencionó una nueva ley de programación militar y otra de seguridad interior. Por lo que se refiere a la inmigración, adelantó que habrá que poner en marcha la política de cuotas y suprimir la doble competencia jurisdiccional. Tampoco olvidó mencionar la reforma de la Constitución, ni la del Estado.
Finalmente, les pidió a los miembros del Consejo de Ministros actuar para lograr el éxito colectivo del Gobierno y del partido que les apoya y les advirtió contra toda ambición personal. "Ser miembro de un gobierno es poner a un lado durante un tiempo las ambiciones personales, el bienestar y las aspiraciones para dedicarse enteramente al servicio de los franceses", les previno.