Mientras, se desconoce todavía la fecha en que serán ejecutados los otros dos condenados por la masacre de Dujail
BAGDAD, 3 Ene. (EP/AP) -
Las autoridades iraquíes detuvieron hoy a la persona que se sospechosa grabó con su teléfono móvil la ejecución del ex presidente iraquí Sadam Husein el sábado pasado, según anunció un consejero del primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, que pidió el anonimato y no quiso identificar al detenido. Mientras, continúa la confusión sobre la fecha en que serán ejecutados los otros dos condenados junto a Sadam, ya que algunos responsables afirman que será mañana, y otras fuentes desmienten sitúan la ejecución en la próxima semana.
El asesor de Al Maliki, aunque no quiso revelar la identidad del detenido, explicó que se trata de un "funcionario que supervisó la ejecución" y que "está siendo investigado". "En las últimas horas, el Gobierno ha detenido a la persona que filmó el vídeo de la ejecución de Sadam", aseguró el asesor.
La televisión estatal iraquí difundió un video oficial de la ejecución, que carecía de sonido y no mostraba el momento en que se abría la trampilla de la horca y cayó por ella el reo. Sin embargo, el video telefónico muestra cómo en los momentos finales el ex dictador es insultado y una voz le grita "¡Vete al infierno!" antes de quedar suspendido con la soga al cuello.
La escena, difundida por el canal de televisión Al Yazira y en internet, provocó protestas en muchas partes del mundo, especialmente entre la minoría suní iraquí, que perdió su situación privilegiada al ser derrocado Sadam en marzo de 2003 con la invasión que encabezó Estados Unidos.
Al Maliki ordenó ayer al Ministerio del Interior que investigara el video, especialmente para saber quién lo filmó y cómo fue difundido.
Hoy, un fiscal iraquí presente en la ejecución negó la información según la cual acusaba al asesor de Seguridad Nacional de Irak de estar presuntamente mezclado en la filmación. "No acuso a Mowaffak al Rubaie (asesor de Seguridad Nacional de Irak), y no vi que tomara fotos", indicó el fiscal Munqith al Faroon, que presentó las acusaciones en el juicio de Sadam.
"Pero vi a dos de los funcionarios gubernamentales presentes durante la ejecución filmando el vídeo completo de la ejecución, utilizando las luces que había allí para la filmación oficial. Utilizaron las cámaras de teléfonos móviles. No conozco sus nombres, pero recuerdo sus rostros", aseguró Al Faroon en una entrevista telefónica con Associated Press.
PRÓXIMAS EJECUCIONES
Mientras, la ejecución de los otros dos condenados a muerte junto a Sadam Husein por la muerte de 148 personas de confesión chií en la localidad de Dujail en 1982 ha desatado un baile de fechas. Según indicó Sami al Askari, consejero político del primer ministro iraquí, a la agencia de noticias independiente Voces de Irak, las condenas se cumplieran con toda probabilidad la semana que viene.
Según este responsable, el hermanastro de Sadam, Barzan al Tikriti, y el ex jefe del Tribunal Revolucionario, Awwad al Bandar, "serán probablemente ejecutados la próxima semana después del día de fiesta del Ejército iraquí el 6 de enero".
Previamente, algunos medios de comunicación habían informado de que la sentencia contra Al Tikriti y Al Bandar iba a ser ejecutada mañana. Un responsable gubernamental no identificado había indicado a la agencia Associated Press también que la ejecución sería mañana en un lugar aún por determinar. A este respecto, Al Askari dijo que "no se ha fijado por el momento una fecha para ahorcar a Al Tikriti y a Al Bandar".
Los tres fueron condenados el pasado mes de noviembre por crímenes contra la Humanidad como consecuencia de la muerte de 148 personas en Dujail tras un intento de asesinato contra Sadam en 1982. El Tribunal de Apelación confirmó la sentencia contra el ex dictador y los otros dos coacusados la semana pasada y ésta fue asimiso ratificada por Al Maliki, lo que permitió que Sadam fuera ejecutado el sábado.
CONTRADICCIONES EN EEUU
Mientras, el Gobierno estadounidense envió hoy mensajes contradictorios sobre la manera en que fue ejecutado Sadam Husein. La Casa Blanca se negó a criticar el proceso, mientras que el Departamento de Estado y las Fuerzas Armadas lo cuestionaron.
"El presidente está centrado en el futuro de Irak, así que estos temas es mejor tratarlos desde Irak, desde Bagdad", señaló el vicesecretario de prensa de la Casa Blanca, Scott Stanzel. "El personal del primer ministro Nuri al Maliki expresó ya su decepción por la filmación, así que no formularé más comentarios", agregó.
Sin embargo, Stanzel dijo que los militares estadounidenses y la Embajada de Estados Unidos en Irak comunicaron su preocupación por el momento elegido para ejecutar a Sadam y posteriormente "el proceso y lo que ocurrió".
Asimismo, el portavoz del Departamento de Estado, Sean McCormack, reconoció hoy que las autoridades estadounidenses dudaron de la conveniencia de efectuar la ejecución durante una festividad musulmana, así como de algunos de los procedimientos, como por ejemplo quién firmaría ciertos documentos.
También explicó que los iraquíes pusieron en tela de juicio algunos "comentarios formulados por personas presentes en la habitación" en la que fue levantado el patíbulo en los minutos finales previos a la ejecución, e investigan el vídeo grabado con un teléfono celular que fue filtrado a la prensa. "Obviamente no lo aprobamos", sentenció McCormack.
En Bagdad, el portavoz de las fuerzas estadounidenses, el mayor general William Caldwell, dijo que la ejecución del ex dictador habría sido diferente de haber estado a cargo de responsables norteamericanos, y no iraquíes. "¿Habríamos hecho las cosas de forma diferente? Sí, las habríamos hecho muy diferentes. Pero no fue nuestra decisión. Fue la decisión del Gobierno de Irak", señaló, subrayando que Estados Unidos no tuvo nada que ver con el lugar en que fue realizada la ejecución.
"No participamos en la búsqueda de persona alguna, ninguno de los nuestros estuvo presente", insistió Caldwell. "No dictamos requisito alguno. Fue una decisión del Gobierno iraquí", agregó.
AL MALIKI, DISCONFORME
Por otra parte, Nuri al Maliki dejó hoy claro, en una entrevista concedida al diario estadounidense 'Wall Street Journal', que no desea continuar en el puesto de primer ministro una vez que finalice su mandato y que no está buscando presentarse a un segundo término.
"Yo no quería aceptar este puesto", confesó el actual primer ministro. "Sólo accedí porque pensé que serviría a los intereses nacionales, y no aceptaré de nuevo", puntualizó.
Al Maliki, de confesión chií y uno de los líderes de la resistencia contra el ex dictador Sadam Husein, fue investido como primer ministro para cuatro años en mayo de 2006 después de que los partidos kurdos y suníes rechazaran el primer candidato presentado por la alianza chií.
Su mandato se ha visto seriamente afectado por las tensiones interconfesionales que vive Irak, así como por los desacuerdos dentro de la propia alianza chií, y las críticas de la parte suní, que le acusan de no hacer lo suficiente para desmantelar las milicias chiíes.
