Crónica Irak.- MSF ayuda a las víctimas en Irak con el envío de medicinas y con operaciones quirúrgicas en Jordania

Actualizado: sábado, 11 agosto 2007 12:48

La organización lamenta los problemas de acceso de los iraquíes a los hospitales y pide "más implicación" de los actores humanitarios

MADRID, 11 Ago. (EUROPA PRESS) -

Desde que la violencia en Irak forzara a Médicos Sin Fronteras (MSF) a abandonar el país en 2004, la organización no se ha quedado de brazos cruzados. Desde agosto de 2006, bajo el auspicio de MSF Francia, viene desarrollándose un proyecto de cirugía reconstructiva con sede en Amán (Jordania), que ha atendido a más de 200 pacientes en su primer año de vida sin olvidar el esfuerzo, más indirecto, que lleva a cabo la organización dentro del país árabe con el envío de medicamentos y material médico a los centros sanitarios iraquíes y la formación de personal.

La violencia cotidiana afecta las vidas de los iraquíes, dejando cada día decenas de muertos pero también numerosos heridos. Para facilitar la recuperación de estos últimos, MSF ha creado este proyecto, que según explica a Europa Press uno de sus principales coordinadores, Federico Barroeta, presenta dos vertientes.

La primera, dentro de Irak, se basa en la estrecha cooperación con las "estructuras sanitarias iraquíes", es concreto doce hospitales del centro y del norte del país. En este sentido, MSF se encarga de formar al personal de distintos hospitales a través de programas de enseñanza que serán implantados en nuevos centros durante los próximos meses, según el coordinador.

"Basicamente, detectamos cuáles son las necesidades de estas estructuras en el país, y rellenamos esos huecos, centrándonos en el aspecto de la urgencia, y en aquellas actividades que puedan salvar vidas", explicó Barroeta. Esta labor tiene lugar "desde Bagdad hacia el norte, donde se encuentran los focos de violencia". Dichos "vacíos" se rellenan a través de la donación de material quirúrgico, medicamentos y la citada formación de personal especializado.

En este aspecto, Barroeta pide que se siga teniendo en cuenta las necesidades de la población que no puede abandonar Irak y consideró que hace falta una "mayor implicación" de los actores humanitarios", porque, "de lo que no se habla es de cómo se degrada la situación humanitaria". "La seguridad alimentaria se está deteriorando, la población está muy castigada", lamentó Barroeta.

A nivel institucional, el coordinador explicó que "hay contactos", ya que MSF trabaja con homólogos iraquíes, por lo que el Ministerio de Salud iraquí está al tanto de la labor que realiza la ONG. "La idea es trabajar siguiendo las líneas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que es la que coopera de forma más amplia con el Gobierno", explicó, antes de añadir que si bien no mantienen un contacto institucional "diario", el Ejecutivo de Bagdad "está informado" de las actividades de MSF.

No obstante, MSF se enfrenta a varios problemas. El más elemental es la incapacidad de las víctimas para conseguir atención sanitaria, cada vez más deteriorada en el país. Según explicó el responsable de la ONG, la violencia hace que el acceso a los centros de salud sea cada vez más complicado, en los casos en los que estos todavía continúan en funcionamiento. A esto se suma, según MSF, el hecho de que miles de médicos han sido asesinados o han optado por abandonar el país ante la falta de seguridad.

PROBLEMAS POSTOPERATORIOS

Los ataques contra hospitales y centros médicos también plantean problemas de cara a la atención postoperatoria. "Es uno de los grandes problemas que hay", explicó Barroeta, ya que el proceso de recuperación tras la operaciones quirúrgicas a las víctimas de la violencia --en su mayoría de atentados con explosivos-- "es largo y muchos de los pacientes desean volver a su casa" antes de tiempo, afirmó el coordinador de MSF. Debido a ésto, "es muy difícil supervisar la evolución de los pacientes".

Como consecuencia, "hay un impacto claro en la gente que llega a Amán", muchos de ellos enfermos por las "sobreinfecciones" que tienen lugar cuando los pacientes abandonan el hospital sin completar su ciclo de recuperación, ya que "detener un tratamiento te convierte en resistente a determinadas medicinas". Estos enfermos infectados, además, provocan problemas de abastecimiento "a nivel de existencias de medicamentos y de determinados antibióticos".

Además, el deterioro del sistema sanitario en Irak se aprecia en otros dos ámbitos, como son la neonatología y la psicología: campos en los que el país árabe "se encontraba con unos estándares similares a los países europeos" antes del último conflicto. En el caso de la salud materno-infantil, "las mujeres no pueden acudir al hospital para dar a luz".

Los problemas psicológicos a los que se enfrentan los iraquíes también están siendo considerados por MSF. "Es uno de los ámbitos en los que queríamos intervenir", afirmó Barroeta. "Queríamos ayudar, en este aspecto, iniciando unas actividades con los hospitales iraquíes para ayudar a la gente a que salga de ese período de estrés postraumático", explicó el coordinador.

AMÁN

El otro gran aspecto del proyecto emprendido por MSF se centra en la atención que reciben en Jordania aquellos iraquíes mutilados que necesitan de cirugía de reconstrucción. Según la organización, más de 210 pacientes han sido atendidos en Amán desde el principio del proyecto, sometiéndose a numerosas y complicadas operaciones de microcirugía. "Cuando alguien sufre una explosión, o un trauma severo, recibe una cirugía especializada", explicó Barroeta, precisando que "una persona puede recibir hasta cuatro o cinco intervenciones".

El programa quirúrgico de Amán, donde la mayoría del personal son cirujanos iraquíes, es la tentativa más directa de MSF para ayudar a la población desde que la organización tuvo que sacar a sus trabajadores de Irak debido al deterioro de la situación de seguridad en el país.

DIFICULTADES EN IRAK

Pese a los buenos resultados de este programa, la ONG no se dar por satisfecha con lo que hace, ya que el nivel de violencia limita su capacidad de intervención en el país y el impacto de su programa sobre el número de víctimas totales es escaso. "Nuestro deseo", afirmó Barroeta, "es tener una presencia cotidiana, sobre todo, en el interior del país", teniendo en cuenta que MSF debe afrontar la situación con la mayor parte de sus efectivos fuera de las fronteras de Irak.

Por último, indicó que MSF está enfrentándose a ciertos problemas burocráticos en lo que se refiere al movimiento de pacientes iraquíes fuera de sus fronteras, ya que "Irak es un país cerrado al exterior, y los vecinos como Siria o Jordania, ponen cada vez más dificultades para la entrada de los iraquíes".