Crónica Irak.- Los suníes aliados denuncian la falta de apoyo de EEUU, los bajos sueldos y la escasa protección

Algunos líderes que abandonaron la insurgencia para luchar contra Al Qaeda advierten de que si no hay mejoras volverán a la milicia

Europa Press Internacional
Actualizado: viernes, 7 marzo 2008 19:42

MADRID, 7 Mar. (EUROPA PRESS) -

Los grupos suníes que abandonaron la lucha armada contra las tropas extranjeras desplegadas en Irak y se unieron al combate contra Al Qaeda se están sintiendo cada vez más frustrados con el Ejército estadounidense y el Gobierno iraquí por lo que consideran una falta de reconocimiento de su labor y un escaso apoyo institucional. A un trabajo peligroso y mal pagado se unen las amenazas de los grupos que todavía continúan en la insurgencia.

Desde principios del pasado mes, miles de combatientes de la provincia de Diyala han abandonado sus puestos con el objetivo de presionar al Ejecutivo de Bagdad y a Estados Unidos para que reemplace al jefe de Policía de la región, de confesión suní. La semana pasada, además, sus líderes advirtieron de que estas fuerzas suníes se disolverán completamente si no se cumplen sus demandas.

Mientras tanto, en la provincia de Babil, situada al sur de Bagdad, los combatientes suníes se han negado a situarse en sus puestos de control después de que los soldados estadounidenses abatieran a varios de sus compañeros a mediados de febrero en circunstancias que todavía están siendo investigadas.

Algunos líderes y miembros de estas fuerzas especiales que combaten a Al Qaeda también han rechazado un plan que ofrecía a muy pocos suníes la oportunidad de unirse al Ejército y la Policía iraquíes. Con todo, alertan además de que los bajos salarios y el retraso en el pago están provocando que muchos combatientes experimentados se den de baja, según 'The Washington Post'.

Estas fuerzas, denominadas a sí mismas 'Consejo del Despertar' y llamadas por el Ejército estadounidense 'Hijos de Irak' o 'Ciudadanos Locales Comprometidos', están formadas principalmente por antiguos insurgentes que abandonaron la lucha armada por no comulgar con las tácticas de las milicias y por una interpretación distinta del Islam.

BAJOS SALARIOS

El Ejército norteamericano ha asignado un salario a muchos de estos combatientes de aproximadamente 10 dólares al día por patrullar las zonas controladas por las fuerzas extranjeras. Sin embargo, miles de voluntarios no han recibido el sueldo y se han marchado a zonas rurales del país.

Aunque los esfuerzos de Estados Unidos por mantener esta fuerza suní de unos 80.000 combatientes son todavía bastante efectivos, en algunas zonas el control está fallando. Las tensiones son las peores desde que el 'Despertar' suní fue puesto en marcha en la provincia de Anbar a finales de 2006, según aseguran fuentes oficiales iraquíes, comandantes norteamericanos y líderes suníes de todo el país. De hecho, algunos oficiales estadounidenses muestran su preocupación por que Al Qaeda en Irak se esté infiltrando en estas fuerzas.

"Ahora, ya no hay cooperación con los americanos. Hemos dejado de luchar contra Al Qaeda", explicó Haider Mustafa al Kaisy, un comandante de 'Consejo del Despertar' en la ciudad de Baquba, capital de la provincia de Diyala, uno de los bastiones rebeldes de Irak que las tropas estadounidenses e iraquíes se esfuerzan por estabilizar.

Por su parte, oficiales del Ejército norteamericano insisten en que están tratando de calmar las tensiones. "A pesar de algunas de las frustraciones y los ataques a los 'Hijos de Irak' vamos a continuar reclutando voluntarios. Como solución provisional, parece que marcha bien", señaló el coronel Bill Buckner.

"Está claro que Irak continúa con un ambiente frágil en seguridad. Queremos atender muchas de sus preocupaciones (de los suníes) como mejor podamos para que continúen formando parte de la solución a la situación de seguridad", añadió.

AMENAZAS DE MILICIANOS

Pero las preocupaciones de los combatientes de 'Consejo del Despertar' van más allá de los bajos salarios o la tardanza en los pagos. Sus líderes aseguran que las amenazas están aumentando y los ataques sufridos han pasado de 26 el pasado octubre a 100 en enero, según fuentes del Ejército estadounidense, que añadieron que los números de febrero podrían ser muy parecidos a los del mes anterior.

Y estos riesgos no han sido recompensados adecuadamente. Rafá Kassim, uno de los líderes de 'Consejo del Despertar' en Baiyi, perdió a dos combatientes a mediados de febrero cuando unos milicianos les tendieron una emboscada. En su funeral, Kassim pronunció un discurso muy crítico afirmando que no esperaba que el Gobierno iraquí, de mayoría chií y que teme que 'Despertar' pueda volverse un día contra él, conmemorara a los dos hombres.

Además, afirmó que él mismo había solicitado entrar en las filas del Ejército o de la Policía, pero que nunca le habían aceptado, aunque había tenido la esperanza de que el Ejército norteamericano, su nuevo aliado, apoyara su lucha. En lugar de eso, añadió, los comandantes estadounidenses habían reducido su fuerza a 40 combatientes cuando necesitaban al menos 100 para proteger una zona de más de cuatro kilómetros cuadrados.

Kassim, antiguo miembro del insurgente Ejército Islámico, indicó que necesitan armas, vehículos y que les falta combustible para los "pocos coches" que utilizan para patrullar. "Cuando nos unimos (a la lucha contra Al Qaeda), los americanos nos prometieron proporcionarnos todas las necesidades. Ahora sabemos que fueron sólo palabras", denunció.

En los últimos dos meses, dijo, 20 de sus hombres se han retirado de las filas de 'Despertar'. Muchos creían que su salario no era lo suficientemente alto para pagar el riesgo que corrían al luchar contra Al Qaeda en Irak y, además, no habían recibido los sueldos en ese periodo de tiempo. "Seremos pacientes durante otros dos meses. Si no cambia nada, nos retiraremos. Volveremos a luchar contra los americanos", advirtió.

CONFUSIÓN DE LOS ESTADOUNIDENSES

A todo esto se une la confusión por las muertes de miembros de estas fuerzas suníes a manos de los norteamericanos. En la población de Zaab, situada al oeste de la ciudad de Kirkuk, fuentes policiales y testigos aseguraron que las tropas estadounidenses abatieron a mediados de febrero a seis familiares de otro de los líderes del 'Consejo del Despertar', Issa Muhsin al Juburi, y detuvieron a éste y a otros miembros. Tras su liberación, denunció que los soldados le pusieron las armas contra su cara y le gritaron "Confiesa o te disparamos".

"Me golpearon y me pusieron contra la pared, diciéndome 'Has utilizado el 'Consejo del Despertar' para apoyar a los terroristas'. Y lo les decía 'Estáis equivocados porque yo y mi familia hemos sido víctimas de terroristas", explicó.

Fuentes del Ejército estadounidense confirmaron que seis personas murieron en esa ocasión, algunas de ellas miembros del 'Consejo del Despertar', y que más de una decena fueron arrestadas, pero afirmaron que las tropas estaban en una operación contra Al Qaeda en Irak y que actuaron en defensa propia después de ser disparados. Sobre las denuncias de Al Juburi, el portavoz Brad Leighton replicó: "Es el combate. No esperamos que nuestros hombres sean amables cuando llevan a cabo una operación en un lugar donde se supone que hay terroristas".

Según 'The Washington Post', este incidente ilustra la situación a la que se enfrenta el Ejército estadounidense: el grupo 'Consejo del Despertar' ha crecido tan deprisa que para los soldados es difícil tener controlados a todos los combatientes. "Está claro que hay grupos extremistas que han penetrado en 'Ciudadanos Locales Comprometidos', que pueden ser de hecho de Al Qaeda", remarcó el también portavoz Gregory J. Smith.

Al Juburi asegura que sus 800 hombres han corrido grandes riesgos para unirse a la lucha de Estados Unidos y que se enfrentan a advertencias por ser considerados "representantes de los americanos". "Si no hay disculpas o una compensación, nos alzaremos en armas contra los americanos", advirtió.

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