Crónica Nepal.- ICG pide a las partes acelerar el proceso de paz y centrarse en las elecciones constituyentes de abril

Actualizado: domingo, 23 diciembre 2007 12:28

El grupo de expertos critica que los grupos políticos estén más interesados en conservar el poder que en avanzar

MADRID, 23 Dic. (EUROPA PRESS) -

El nuevo compromiso de las fuerzas políticas de Nepal para celebrar las elecciones a la Asamblea Constituyente a mediados de abril es la señal más positiva lanzada por los actores nepalíes en las últimas semanas, según asegura el centro de estudios International Crisis Group (ICG), en su último informe. El grupo lamenta que la alianza de partidos que conforma el Gobierno interino parezca más interesado en conservar el poder que en avanzar en el proceso de paz y hacia la estabilización del país.

El nuevo aplazamiento de las elecciones a la Asamblea Constituyente es un síntoma, indica ICG, del débil compromiso de las partes con la aplicación del Acuerdo de Paz Integral firmado en noviembre de 2006 y de la falta de voluntad de seguir con el proceso abierto. La nueva fecha consensuada no significará mucho si los actores no abordan los problemas que provocaron los últimos aplazamientos.

La desconfianza entre las partes, en particular entre el Congreso Nepalí, partido con más poder dentro del Gobierno, y los antiguos insurgentes del Partido Comunista de Nepal-Maoísta, tienen una repercusión directa en la confianza de la población, ya que las promesas sólo hacen que los votantes crean que los políticos están más interesados en mantener el poder que en afrontar lo que el electorado tenga que decir, según el grupo.

Todas las partes deben dar un nuevo impulso al proceso de paz y dar pasos para recuperar la confianza y ganar legitimidad. La comunidad internacional puede apoyarles, pero también debe mantener la presión para que se celebren las elecciones y el proceso de paz siga adelante, recomienda ICG, centro vinculado al financiero George Soros.

Los expertos consideran que el proceso de paz fue más el producto de una convergencia de intereses que de una visión común. La amenaza de la monarquía absoluta avocó a los partidos principales y a los maoístas a sellar una alianza, pero su mayor interés común es conservar el poder. Incluso con una fecha para los comicios ya fijada, ninguna parte parece interesada en fomentar la participación pública en el proceso constituyente.

Las fuerzas ajenas al Gobierno y a los maoístas existen, pero carecen de la fuerza suficiente para forzar avances. La sociedad civil está dividida, existen pocos canales para presionar y un movimiento de masas es, por ahora, improbable, opina ICG. Las propuestas constructivas tienen poco espacio y la oposición parlamentaria es débil.

APLICACIÓN DE LOS COMPROMISOS

El plan de paz no es perfecto, sino que depende de que todas las partes cambien su comportamiento político. Un proceso que debería haber sido fundado sobre la aplicación de compromisos, comenzando por el acuerdo de noviembre de 2005 entre los principales partidos y los maoístas. Otro problema es que deja la negociación de cuestiones cruciales para el futuro, sin un calendario claro, lamenta el grupo.

El único signo positivo es que todas las partes consideran cada vez más importante, una prioridad, la aplicación de los acuerdos previos, explica ICG. En estos momentos los esfuerzos deben centrarse en crear las condiciones para que se puedan celebrar las elecciones a la Asamblea Constituyente convocadas par abril; que se mantenga esta promesa y no haya un nuevo aplazamiento. Si logra alcanzar este objetivo, la clase política nepalí podría lograr el respaldo popular necesario para la estabilización del país.

Sin embargo, la erosión de la plataforma común no es sorprendente. Los intereses de cada parte y la cercanía de los comicios son elementos que erosionan la unidad. Aunque todas las partes siguen conversando, no paran de aumentar las recriminaciones.

El ICG emplaza a las fuerzas políticas de Katmandú a acometer un acuerdo de fondo, que supere los arreglos provisionales que restan credibilidad al Gobierno provisional.

DOS EJÉRCITOS LISTOS

Los expertos recuerdan que hay dos fuerzas armadas y que cada una apoya a una facción política. Ninguno de los ejércitos ha sido derrotado y ambos aspiran a imponer sus propias condiciones mínimas. Una gran cantidad de combatientes maoístas ya han dejado los acantonamientos establecidos en los acuerdos de paz bajo el auspicio de la ONU, pero no existe ningún plan realista para integrar a los antiguos guerrilleros en la vida civil.

Las estructuras paralelas de los maoístas, sobre todo la Joven Liga Comunista, liderada por los dirigentes del Ejército de Liberación Popular, mantienen su dominio sobre importantes porciones del país. Mientras, los movimientos de base identitaria han destrozado en algunas regiones el escenario político tradicional. La dimisión de los diputados madhesi, incluido un ministro del Congreso Nepalí, con vistas a formar un nuevo partido podría ser un signo de que el levantamiento tarai podría finalmente entrar en el juego político, opina ICG.

Esta situación tan inestable provoca que Nepal pueda hundirse de nuevo en un conflicto, a pesar de que ninguna de las partes pretende provocarlo activamente. Dos ejércitos intactos siguen listos para combatir, lo que provoca que el efecto de los esfuerzos de construcción de confianza queden minimizados.

Una población desilusionada sentirá pocos impulsos de defender a unos partidos que han traicionado sus promesas de reforma para obtener un nuevo mandato. Muchos temen incluso que la oportunidad para asegurar la paz y el cambio institucional se haya perdido ya y los grupos armados permanecen con la intención de obtener beneficios.