Crónica O.Próximo.- Lieberman renuncia al proceso de Annapolis que sentó las bases para la creación del Estado palestino

Actualizado: miércoles, 1 abril 2009 21:03

La Autoridad Palestina pide apoyo a EEUU y la Casa Blanca insiste en que Obama continúa comprometido con la solución de dos Estados

JERUSALÉN, 1 Abr. (EUROPA PRESS) -

El Gobierno israelí de Benjamin Netanyahu ha renunciado al continuismo en su política sobre el conflicto con los palestinos. Pocas horas después de tomar posesión, el nuevo ministro de Exteriores, el ultranacionalista Avigdor Lieberman, declaró que los compromisos de la conferencia de paz de Annapolis, auspiciada por Estados Unidos y que sentó las bases para la creación de un Estado palestino, "no tienen validez". Por ello, la Autoridad Palestina ha pedido a Washington que se oponga a este nuevo enfoque.

"El Gobierno israelí nunca ha ratificado Annapolis, y tampoco lo ha hecho el Parlamento", declaró Lieberman. La conferencia de Annapolis "no tiene validez", añadió en referencia a los compromisos adquiridos por el Ejecutivo de Ehud Olmert en esta reunión, celebrada en noviembre de 2007.

En la declaración final del encuentro de Annapolis, palestinos e israelíes manifestaron su "determinación de acabar con el derramamiento de sangre, generar una nueva era de paz basada en la libertad, la seguridad, la justicia, la dignidad, el respeto y el mutuo reconocimiento para extender una cultura de paz y no violencia, y para hacer frente al terrorismo y su incitación, tanto por parte de los palestinos como de los israelíes".

Olmert y Mahmud Abbas, bajo el auspicio del presidente de Estados Unidos, George W. Bush, y con el apoyo de los participantes en esta conferencia internacional, se comprometieron con el "objetivo de los dos Estados, Israel y Palestina, para vivir juntos en paz y seguridad".

A partir de noviembre de 2007, el Gobierno entonces liderado por Olmert y la Autoridad Palestina y la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) iniciaron un proceso de negociación en el que ambas partes aseguraron haber avanzado en la mayoría de las cuestiones, aunque no se ponían de acuerdo en las más peliagudas, como la definición de las fronteras, el contencioso de Jerusalén o el futuro de los asentamientos y los refugiados.

NUEVO MINISTRO, NUEVA ACTITUD

Pero pocas horas después de tomar posesión, el nuevo ministro israelí de Exteriores, perteneciente al partido ultraconservador Yisrael Beitenu, rompió de un plumazo con toda esa perspectiva diplomática, precisamente en el acto de entrega de la cartera, es decir, en presencia de la ya ex ministra Tzipi Livni, quien siempre ha visto los dos Estados como única solución al conflicto.

En este sentido, Lieberman explicó que el Gobierno de Israel está comprometido con la Hoja de Ruta consensuada en 2002 y no con el proceso de 2007, por lo que recordó que las exigencias a los palestinos pasan por el desmantelamiento de la infraestructura terrorista y la creación de una administración que pueda gobernar. Aunque el ministro no lo mencionó, la Hoja de Ruta también reclama a Tel Aviv el cese de la construcción de asentamientos y la desaparición de los puestos de control ilegales.

Pero para Lieberman, hacer concesiones no lleva a la paz, ya que cree que Israel es el país que más concesiones ha hecho, y subrayó que "repetir la palabra paz 20 veces al día no trae la paz". "Aquellos que quieren la paz deben prepararse para la guerra y ser fuertes. No hay ningún país que haya hecho concesiones como Israel. Desde la guerra de 1967 renunciamos a territorios que eran tres veces el tamaño de Israel. Demostramos disposición", añadió.

La ex ministra Livni sólo mencionó, tras escuchar el primer discurso de su sucesor, que "esta declaración demuestra que hice lo correcto al no unirme al Gobierno".

Una fuente del partido Likud, que lidera el primer ministro Benjamin Netanyahu, confirmó posteriormente la intención del recién formado Gobierno de distanciarse de los compromisos adquiridos en Annapolis.

En este sentido, la citada fuente afirmó que "no hay ningún problema" con respecto a las declaraciones de Lieberman, de quien dice que "se está distanciando de las etiquetas de Annapolis, tal y como el Gobierno pretende hacer".

LOS PALESTINOS PIDEN APOYO A EEUU

La respuesta de la Autoridad Palestina no se hizo esperar. Basándose en los textos firmados en Annapolis, pidió ayuda a Estados Unidos. "Es un desafío a la comunidad internacional y a Estados Unidos, que adoptaron la solución de dos Estados", afirmó Nabil Abu Rudeina, portavoz de Abbas, al tiempo que pidió a Washington que se oponga a este rechazo a los compromisos adquiridos en la conferencia.

En su opinión, "Estados Unidos debe adquirir una postura clara contra esta política antes de que las cosas se pongan peor". "La comunidad internacional debe responder a estas provocaciones que pueden minar la seguridad y la estabilidad en esta región", advirtió.

Yasir Abed Rabbo, asesor del presidente y su portavoz no oficial, se mostró más contundente en su respuesta al ministro israelí. Según el diario 'The Jerusalem Post', advirtió de que nadie puede obligar a los palestinos a sentarse en una mesa de negociación con "un racista como Lieberman".

Poco más tardó en reaccionar la Administración estadounidense. Fuentes oficiales aseguraron que el Gobierno de Barack Obama sigue comprometido con una solución de dos Estados para el conflicto palestino-israelí.

"Nuestra postura sigue siendo una solución de dos Estados en la cual israelíes y palestinos vivan en paz y seguridad. Es beneficioso para nuestros intereses y para los intereses de la región", señaló la fuente en declaraciones a Reuters.

Posteriormente, la Casa Blanca, más cauta en sus apreciaciones, confirmó el compromiso de Obama con la creación del Estado palestino, pero remarcó que continuará trabajando con el nuevo Gobierno israelí como ha hecho hasta ahora.

El portavoz del Consejo Nacional de Seguridad, Mike Hammer, recordó que "el presidente ha hablado muchas veces del compromiso con el establecimiento de un Estado palestino democrático". "Queremos seguir trabajando con el nuevo Gobierno y mantener discusiones sinceras, y estas discusiones estarán basadas en el compromiso compartido hacia Israel y su seguridad", añadió.