MADRID, 11 Ene. (EUROPA PRESS) -
La situación en la región de Oriente Próximo es ahora "peor que hace quince años" cuando se celebró en Madrid la Conferencia Internacional que por primera vez reunió a todas las partes, por lo que es necesario un mayor esfuerzo por parte de la comunidad internacional y en especial del Cuarteto, para buscar una solución política al conflicto. Estas son las dos grandes cuestiones en las que coincidieron esta mañana los participantes en la conferencia 'Madrid+15'.
"Quince años después las cosas no están mejor y los dividendos de la paz se han convertido en nuevos conflictos", señaló en su intervención inaugural el ex presidente del Gobierno Felipe González, que recordó que el ex presidente George Bush creía que tras el fin del bipolarismo el mundo empezaría a "recibir los dividendos de la paz pero parece que los dividendos se retrasan".
El final de la Guerra Fría trajo consigo "la aparición de un mundo nuevo con desafíos nuevos" por lo que "las circunstancias han cambiado sustancialmente" con respecto a las que en 1991, dijo. La guerra de Líbano, el que los problemas de fondo entre palestinos e israelíes sigan sin resolverse o la nueva guerra en Irak, además de una peor relación con Siria e Irán, han hecho que haya "un escenario no mejor sino peor", agregó el ex presidente.
Esta visión pesimista también la compartió el ex presidente soviético Mijail Gorbachov, que en un mensaje a los asistentes lamentó la nueva guerra en Irak, que lo único que ha aportado es "división" en la comunidad internacional y el "callejón sin salida" al que parece dirigirse el conflicto palestino-israelí".
Según Gorbachov, "toda la región corre el riesgo de convertirse en un campo de batalla interétnico". "El drama de Oriente Próximo puede convertirse en un drama político internacional", advirtió, animando a la comunidad internacional a que se involucre en la búsqueda de una "solución duradera".
El ex presidente estadounidense Bill Clinton alertó por su parte de que "la solución está cada vez más lejana" por lo que "ha llegado el momento de dar más intensidad a nuestros esfuerzos", esfuerzos, que el ex secretario de Estado norteamericano James Baker animó a mantener, subrayando que en 1991 se sabía que "el camino iba a ser largo y espinoso".
La conferencia 'Madrid+15' ha sido organizada por el Centro Internacional de Toledo para la Paz (CITPax), el Search for Commond Ground, la Fundación Tres Culturas del Mediterráneo, el Instituto FOFA Ais y el International Crisis Group (ICG), y cuenta con el patrocinio de los Gobiernos de España, Noruega, Dinamarca y Suecia. Los ministros de Exteriores de estos tres últimos países centraron esta mañana sus intervenciones también en la necesidad de una mayor implicación de la comunidad internacional.
Según el titular de Exteriores noruego, Jonas Gahr Store, el Cuarteto --integrado por Estados Unidos, Unión Europea, ONU y Rusia-- debería "asumir su papel de liderazgo" y ayudar a que se lance un proceso y si no lo hace, deberían ser sus miembros los que "hagan frente a este reto".
Asimismo, subrayó que "un prerrequisito para la paz es que todos los participantes estén presentes". En este sentido, opinó que "para luchar contra el extremismo violento tenemos que conseguir que participen todos" e incidió en que "grupos como Hamás o Hezbolá no pueden ser erradicados por la fuerza" sino que también tienen que participar.
Por su parte, su homólogo sueco, Carl Bilt, quiso hacer hincapié en la premura que existe para lograr una solución al conflicto árabe-israelí. "Si se resolviera ese conflicto --dijo-- sería muy beneficioso para la región". Pero, advirtió, "cuanto más tardemos en avanzar en esa vía, mayor es el riesgo de que los problemas no se puedan resolver".
Según Bilt, "las tensiones están cerca del punto de ruptura y existe "el riesgo de un derrumbe sistemático de la región". "No hacer nada es esperar a que las cosas empeoren". En todo caso, subrayó que "la paz no será sostenible si no va sustentada por un desarrollo económico".
LEON DEFIENDE EL PAPEL DE LA UE
El secretario de Estado de Asuntos Exteriores español, Bernardino León, consideró que la Unión Europea está legitimada para desempeñar un papel activo y ayudar a crear un entorno político estable en la región, además de realizar aportaciones políticas, económicas y militares. "La UE y el resto de la comunidad internacional deben jugar con habilidad las cartas de las que disponen para convertirse en actores" y contribuir a "poner fin a conflictos que llevan ya demasiado tiempo abiertos en la zona".
En este sentido, recordó las palabras que dirigió anoche el ministro de Exteriores, Miguel Angel Moratinos, a los asistentes a la conferencia durante una cena, y defendió la necesidad de "reactivar el Cuarteto" para que ayude "en la búsqueda de una solución política" y de una nueva conferencia internacional. Según León, "un proceso negociador es el antídoto más eficaz contra las posiciones radicales".
León también hizo alusión a la "interrelación de los problemas y la centralidad del conflicto palestino-israelí" y reclamó una solución a la situación que se vive en los territorios palestinos. Asimismo, defendió la "necesidad de incorporar plenamente en la arquitectura política de la región a Líbano y Siria que tienen mucho que decir mucho que decir al respecto".
CONFERENCIA INTERNACIONAL
La posibilidad de celebrar una nueva conferencia internacional también fue planteada por el ministro de Exteriores noruego así como por el secretario general de la Liga Arabe, Amr Mussa, y el secretario general del Consejo de Cooperación del Golfo (GCC), Abdul Rahman bin Hamad al Attiyad, si bien estos últimos consideran que debe ser la ONU la encargada de organizarla.
Según Mussa, una de las deficiencias de la Conferencia de Madrid fue "la exclusión de la ONU". "La ONU debería estar presente en todas las acciones presentes y futuras de paz", subrayó. Por ello, respaldó la idea de una nueva conferencia "bajo los auspicios de la ONU para que se pueda relanzar el proceso de paz y que cuente con un marco temporal y objetivos definidos".
No obstante, esta propuesta no parece agradar a Israel. Su embajador en Madrid, Victor Harel, consideró, al término de la sesión inaugural, que en lugar de una conferencia internacional hay que "parar el terrorismo" y volver a la 'Hoja de ruta'. Según Harel, no es posible "ni en Madrid ni en ningún otro sitio", sobre todo porque "con quién vamos a hablar", se preguntó. Israel prefiere "las negociaciones directas porque es lo que trajo la paz con Egipto y con Jordania y no conferencias internacionales", remachó.
NO CABE SOLUCION MILITAR
Otra de las cuestiones en las que hubo consenso entre los participantes fue que no es posible una solución militar a este conflicto. En esta línea, el coordinador para el proceso de paz de la ONU, Alvaro de Soto, dijo que "tampoco hay una solución militar a la difícil confrontación interna entre palestinos"
"Nadie puede sustituir a las partes en la solución del conflicto", resaltó De Soto, precisando que "la comunidad internacional, si actúa unida, puede ayudarles". En este sentido, dijo que "no conviene que el Cuarteto se vuelva a desgregar en cuatro solistas".
Según De Soto, "tal vez lo que más hace más falta es precisar con un poco más de claridad a dónde nos dirigimos, donde van las partes, porque está demasiado borroso y falta el elemento del incentivo", remachó.
Por último, la comisaria europea de Relaciones Exteriores, Benita Ferrero-Waldner, animó a "no abandonar la esperanza" de una solución para la región y aseguró que la UE "está dispuesta a hacer todo lo posible" a ello. "Esto sólo se puede conseguir con consenso y diálogo no con violencia", concluyó.