Crónica Pakistán.- Un atentado relacionado con los talibán causa 25 muertos en un hotel de Pakistán

Actualizado: martes, 15 mayo 2007 20:24

El ataque podría estar relacionado con la muerte del mulá Dadulá, el máximo comandante militar talibán

PESHAWAR, 15 May. (EP/AP) -

El atentado suicida perpetrado hoy en un hotel de Peshawar, cerca de la frontera con Afganistán, en el que murieron 25 personas y otras 30 resultaron heridas, supone un elemento más de inestabilidad para el Gobierno del general Pervez Musharraf, asediado ya por las protestas y disturbios posteriores a la destitución del presidente del Tribunal Supremo, Iftijar Chaudhry. El ataque podría estar relacionado con la muerte del mulá Dadulá, máximo responsable militar de los talibán, uno de cuyos familiares fue detenido en el hotel pocos días antes del ataque en el que falleció el dirigente islamista afgano en Kandahar. El establecimiento era regentado y frecuentado por afganos.

El suicida detonó su bomba en la planta baja del hotel Marhaba, situado en el casco viejo de la ciudad paquistaní, cuando ésta se encontraba abarrotada por la gente que tomaba su almuerzo en ese momento.

La bomba estalló en plena multitud, desperdigando restos humanos y cascotes por toda la recepción. Pronto fueron halladas las piernas del terrorista suicida con la nota unida con cinta adhesiva en la que se decía que todos los espías tendrían el mismo destino que las víctimas del ataque, según informó el jefe de la Policía provincial, Sharif Virk. En la nota también figuraba la palabra persa 'Jurasan', utilizada habitualmente en los vídeos propagandísticos talibán para referirse a Afganistán. Sin embargo, las autoridades niegan que proporcionaran ninguna información de inteligencia sobre Dadulá.

Dos funcionarios de la seguridad informaron a AP bajo condición de anonimato de que un familiar cercano de Dadulá fue detenido en el restaurante hace unos días. No quisieron relacionar la detención del familiar de Dadulá con la operación que finalmente terminó con su vida el pasado domingo en una operación estadounidense.

Dadulá es uno de los mandos talibán más importantes caídos desde que Estados Unidos y sus aliados derrocasen en 2001 el régimen islamista.

PAKISTÁN NO PROPORCIONÓ INFORMACIÓN

El director general de la Célula Nacional de Gestión de Crisis, dependiente del Ministerio del Interior, Javed Iqbal Cheema, afirmó en rueda de prensa desde Islamabad que no creía que el atentado tuviera relación con Dadulá y negó que Pakistán hubiera proporcionado ninguna información de inteligencia que provocase su muerte. "Sólo diré que Dadulá murió en Afganistán y que Pakistán no proporcionó ninguna información sobre Dadulá", puntualizó.

Sin embargo, uno de los funcionarios a cargo de la investigación del atentado aseguró que la Policía está investigando si el atentado de hoy podría estar relacionado con las regiones tribales del noroeste del país o con Afganistán, incluida la muerte de Dadulá.

Hasan Jan, un camarero del restaurante, aseguró que la bomba explosionó poco después de que el dueño del restaurante, Saddar Uddin, hubiera regresado de un viaje al extranjero que realizó junto a algunos de sus familiares. Uddin, sus dos hijos, dos familiares más y siete empleados se encuentran entre los fallecidos.

Un funcionario de la inteligencia local aseguró que Uddin, de etnia uzbeka, tiene vínculos con el partido del 'señor de la guerra' afgano anti-talibán Abdul Rashid Dostum, que forma parte de la Alianza del Norte que ayudó a Estados Unidos a derrocar a los islamistas.

La Policía aseguró en un primer momento que las víctimas del ataque eran paquistaníes, pero el funcionario de la inteligencia paquistaní reveló que el hotel era frecuentado por afganos.

Cheema elevó el número de víctimas del ataque a 25, mientras que otra fuente policial, Saeed Jan, reveló que entre los muertos había dos mujeres y un niño de cinco años que almorzaban en el momento del ataque.

Hasan Jan, el camarero, aseguró que él había sobrevivido al ataque porque se encontraba llevando comida a las habitaciones de los clientes del hotel. "Perdí el sentido y cuando pude levantarme y darme cuenta de lo que había pasado vi cadáveres y restos humanos por todas partes, incluso fuera, en la calle", apuntó con su ropa aún ensangrentada.

Las primeras imágenes emitidas por la televisión muestran los cuerpos ensangrentados de las víctimas en camillas a la espera de ser trasladados en ambulancias. Los cuerpos fueron trasladados caóticamente a los pasillos, ya abarrotados, de los hospitales cercanos.

Las ventanas del hotel se rompieron, dejando ver los ventiladores destrozados que aún colgaban del techo de la recepción. Las ventanas de los edificios cercanos también se rompieron tras la fuerte deflagración.

La Policía informó de que evacuó el hotel tan pronto como pudo y acordonó la zona para iniciar una investigación sobre el atentado.

VIOLENCIA ISLAMISTA

Peshawar es la capital de la provincia Frontera Noroeste, una región fronteriza con Afganistán donde operan milicias protalibán en la que son frecuentes los ataques.

En enero, un ataque suicida acabó con la vida de quince personas e hirió a otras 30, la mayoría de ellas agentes de Policía, en las inmediaciones de una mezquita chií.

El 28 de abril un atentado perpetrado contra el ministro del Interior paquistaní, Aftab Jan Sherpao, en la cercana localidad de Charsadda se saldó con 28 personas muertas. Sherpao resultó herido levemente en la explosión, la más importante de toda una serie de ataques contra altos mandos paquistaníes cometidos por los milicianos islamistas.

Las milicias islamistas vinculadas a los talibán se han impuesto en las regiones paquistaníes fronterizas con Afganistán, una zona montañosa en la que es difícil controlar los vínculos de las organizaciones armadas que operan a uno y otro lado de la frontera. Decenas de personas han sido ejecutadas en los últimos años por su presunta vinculación con el Gobierno paquistaní, uno de los aliados de la 'guerra contra el terror' liderada por Estados Unidos.

El atentado de hoy añade aún más incertidumbre a la inestable política paquistaní, sacudida desde hace semanas por la destitución del presidente del Tribunal Supremo paquistaní, Iftijar Chaudhry, conocido por su defensa de los Derechos Humanos y por las duras críticas --y sentencias-- contra el Gobierno del general Pervez Musharraf. Los últimos enfrentamientos entre partidarios de Chaudhry y de Musharraf se han saldado con 41 muertos en la ciudad de Karachi, en el sur del país.