Crónica Pakistán.- ICG pide que la ofensiva militar en las FATA se vea acompañada de una reforma política

Actualizado: sábado, 24 octubre 2009 20:58

Las Áreas Tribales Federalmente Administradas necesitan del apoyo de Islamabad para eliminar la insurgencia y el extremismo

MADRID, 24 Oct. (EUROPA PRESS) -

El grupo de expertos en política internacional, Internacional Crisis Group (ICG), advirtió hoy de que para contener el aumento de la actividad armada religiosa en las Areas Tribales Federalmente Administradas (FATA) de Pakistán, donde el Ejército paquistaní ha empezado una intensa ofensiva contra los talibán de la zona, será necesario que Islamabad emprenda una serie de reformas políticas para reforzar la eficacia de las operaciones militares.

El grupo de expertos entiende que "sólo las reformas que desarrollen la diversidad política, mejoren las oportunidades económicas y garanticen los derechos políticos y civiles serán capaces de abordar los problemas existentes en estas zonas", donde la incursión militar "sin anticipar las consecuencias" ha terminado agravando el conflicto en la zona.

"Las consecuencias", explica ICG, "son dramáticas". El informe del grupo de expertos declara que más de un millón de personas --una tercera parte de la población de la FATA-- han sido desplazadas por el enfrentamiento. Entre los guerrilleros y la falta de mano izquierda de los militares, se ha terminado de destruir una infraestructura ya de por sí deficiente, y ha eliminado cualquier posibilidad de negocio en la zona.

"El Ejército defiende que todo el éxito de su operación contra las redes guerrilleras islamistas dependerá de su actuación en las Áreas Tribales Federalmente Administradas", apunta la directora para el Sur de Asia del ICG, Samina Ahmed. "El Estado paquistaní es el que debería acabar con el extremismo religioso ampliando los derechos constitucionales y expandiendo las oportunidades económicas en la zona", añadió.

LEY DE LA FUERZA

En realidad, jamás ha existido una fuerte presencia de Islamabad en las FATA, dominada tradicionalmente por los pashtún. Parte de ello se debe a una política deliberada teniendo en cuenta que la región ya está teóricamente regulada por una ley colonial británica que concede a los gobernantes de estas zonas gran autonomía para arrestar a individuos o castigar incluso a tribus enteras. El Gobierno central ha contemplado esta situación con enorme complacencia, porque carece de la capacidad administrativa necesaria para gestionar estas regiones.

La situación ha terminado degenerando en un territorio sin ley, gobernado por jefes tribales, los cuales a su vez aceptan a ciegas las órdenes de los comandantes guerrilleros. El sector público brilla por su ausencia: todo el dinero destinado al desarrollo suele acabar en manos de los líderes locales y las élites religiosas, quienes sólo destinan una pequeña parte de lo recibido a financiar a pequeñas milicias, mal entrenadas, para hacer cumplir la ley.

El paquete de reformas anunciado el pasado 14 de agosto por el presidente paquistaní, Asif Ali Zardari, supone intento de reformar los poderes judiciales en las FATA. Para ICG, sin embargo, sólo es "un paso adelante" que debe ir acompañado de medidas que "consoliden el ambiguo estatus constitucional de la región".

De momento, el Gobierno paquistaní debe incorporar a las FATA dentro del sistema judicial bajo el que funciona el resto del país, y reemplazar a las milicias con efectivos de la Policía nacional. De igual modo, el crecimiento económico debe ser estimulado a través del desarrollo de infraestructuras y oportunidades educativas.

El grupo de expertos recomienda a Estados Unidos y a la comunidad internacional a que combinen la ayuda económica prometida a Pakistán con un "diálogo robusto sobre reforma institucional". De dar resultado, "es posible mejorar el desarrollo de la región a través de la ayuda en ámbitos especializados que aprovechen los recursos naturales de la zona". Finalmente, el grupo recomienda al Ejército paquistaní que permita el acceso de ayuda humanitaria a las zonas de conflicto, y que evite que la región sea exprimida por los grupos integristas.

"El fracaso de Islamabad a la hora de proveer a la población con servicios básicos y apoyo económico está contribuyendo al aumento de la insurgencia", declaró el director del programa para Asia de ICG, Robert Templer. "Sólo las reformas políticas y legales a largo plazo revertirán esta tendencia", aseguró.

SITUACIÓN CONVULSA

Mientras, la situación sobre el terreno sigue siendo convulsa. Hoy mismo, el Ejército paquistaní anunció la captura del bastión talibán de Kolkai, hogar del líder talibán, Hakimulá Meshud, tras intensos combates entre soldados e insurgentes que se han cobrado la vida de 13 guerrilleros, según informaron fuentes oficiales de seguridad.

La operación para la recaptura de la ciudad comenzó ayer viernes por la noche. En estos momentos, el Ejército está formando un perímetro de seguridad alrededor de la zona para evitar nuevos contraataques y con el objetivo de asegurar un puesto avanzado que le permita continuar con su ofensiva, en el marco de la operación 'Camino a la Liberación', contra los talibán paquistaníes de la frontera.

Además de Meshud, en Kolkai se refugiaba habitualmente el alto operativo talibán Quri Hassan, uno de los principales entrenadores de terroristas suicidas. No se tiene constancia de que ambos se encontraran en la ciudad en el momento de la operación.

Por otra parte, un avión no tripulado estadounidense acabó con la vida de 22 insurgentes en la localidad de Damadoola (provincia de Bajaur, área tribal en la frontera noroeste con Afganistán), donde se encuentra la vivienda del subcomandante de los talibán paquistaníes, Maluvi Faqir, que fue alcanzada por un misil, según informaron las autoridades a la cadena Geo TV.

Entre los insurgentes fallecidos hay al menos tres extranjeros. Los misiles impactaron también contra viviendas cercanas. Éste es el cuarto ataque llevado a cabo con aviones no tripulados estadounidenses en Bajaur.