Crónica R.Unido/EEUU.- Brown y Bush elevan la presión sobre Irán y acuerdan mantener el despliegue militar internacional

Actualizado: lunes, 16 junio 2008 21:26

Ambos líderes muestran sus coincidencias en materia militar ante la posible retirada británica de Basora

LONDRES, 16 Jun. (de la corresponsal de EUROPA PRESS, Eva Martínez Millán) -

El primer ministro británico, Gordon Brown, y el presidente de Estados Unidos, George w. Bush, escenificaron hoy su alianza transatlántica en política internacional con una advertencia conjunta para atraer al régimen iraní a las resoluciones de la ONU y con la confirmación de su objetivo compartido de mantener la presión en las campañas de Irak o Afganistán, donde el Reino Unido prevé un envío adicional de tropas, que dará como resultado el contingente más numeroso en los siete años de operaciones en el país.

En la última jornada de la visita de seis días de Bush a Europa para despedirse antes de abandonar el poder antes de final de año, los dos líderes aprovecharon para mostrar sus coincidencias en el ámbito militar, después de que trascendiese el malestar del mandatario norteamericano por la supuesta intención de Londres de retirarse de Basora a final de año, si bien pasaron por encima de otras cuestiones prioritarias de la agenda global, como la tendencia alcista del precio de crudo o de los alimentos.

En este sentido, George W. Bush priorizó en este viaje institucional las relaciones con París, favorecidas por la salida del Elíseo de Jacques Chirac y su oposición a la guerra de Irak, a diferencia de la evolución respecto a Londres, que vio cómo la marcha del principal aliado europeo de Washington, Tony Blair, llevaba al presidente a calificar ahora a Francia de "primer amigo" de los norteamericanos. No en vano, la sintonía con el actual enviado especial para Oriente Próximo del Cuarteto de Madrid se evidenció de nuevo esta mañana en el desayuno que compartieron antes de la cumbre bilateral en el número 10 de Downing Street.

Con todo, en la rueda de prensa que dieron posteriormente, Gordon Brown se esforzó en revindicar la contribución de Estados Unidos a la "libertad", mientras Bush reconoció la "comprensión" del primer ministro de lo que significa la amenaza del terrorismo internacional. Así, el propio dirigente escocés reservó para hoy el anuncio del incremento de tropas en Afganistán, del que dio cuenta ante Bush antes de que su ministro de Defensa, Des Browne, precisara la composición de la nueva remesa, que elevará por encima de los 8.000 hombres el contingente británico para "aumentar la presión" sobre los talibán.

IRÁN

Sin embargo, el punto que más acercó a Brown a las tesis de la Casa Blanca fue el frente común orquestado ante el programa nuclear de Irán y las fórmulas previstas por el Reino Unido para conminar al régimen de Mahmud Ahmadineyad a acatar las recomendaciones internacionales. "Si Irán continúa ignorándo las resoluciones y las ofertas de asociación, no habrá otra alternativa que intensificar las sanciones", resumió.

Así, aunque ambos líderes apostaron por agotar la vía del diálogo, el dirigente británico apostó por promover desde la Unión Europea un endurecimiento de medidas entre las que incluyó el congelamiento de los activos del principal banco del país en el extranjero, Melli, y el inicio de una nueva política punitiva en torno al crudo y al gas. "Hoy Gran Bretaña instará a Europa y Europa estará de acuerdo en adoptar acciones a mayores contra Irán", declaró, en referencia a la cumbre de ministros celebrada en Luxemburgo.

"Adoptaremos cualquier acción que sea necesaria para que Irán sea consciente de que la opción es empezar a jugar su papel como miembro pleno y respetado de la comunidad internacional o afrontar un mayor aislamiento", declaró, tras lo que Bush añadió que el uso de la fuerza no se descarta si Irán mantiene la negativa a los mandatos de la ONU. "Todas las opciones están sobre la mesa, de todas maneras", ya que aunque Teherán tiene "derecho" a desarrollar energía nuclear, esta posibilidad no lo legitima para enriquecer uranio.

IRAK

Asimismo, ambos líderes despacharon las especulaciones acerca de sus diferencias en torno a Irak, donde compartieron que "queda trabajo por hacer" hasta consolidar la democracia en el país y rechazaron la imposición de "plazos artificiales" sobre la retirada de tropas. Un posicionamiento recalcado en dos ocasiones por Brown tras la polémica por la supuesta advertencia con la que su colega norteamericano habría acudido a Downing Street ante el posible repliegue de Reino Unido a finales de año.

El propio presidente norteamericano aludió hoy a la entrevista publicada ayer por el diario 'The Observer' en la que se aludía a su supuesto malestar como la "típica" información de prensa, cuando la realidad evidencia que Brown "ha dejado más tropas en Irak que las inicialmente anticipadas". "Y como yo, tomaremos nuestras decisiones en base a las condiciones sobre el terreno", aseveró, tras lo que retomó la fórmula del primer ministro, "sin un plazo artificial".

De igual modo, ambos mandatarios expresaron su cercanía en otras cuestiones como la polémica de Zimbabue y la "maniobra criminal que amenaza con transformar las elecciones libres y justas" de finales de mes en "un burla", según lo definió Brown en una denuncia a la que Bush se sumó para reclamar la limpieza en la segunda vuelta de las presidenciales en las que Robert Mugabe se juega su mandato de más de dos décadas.

ESTRATEGIA ENERGÉTICA

Asimismo, expresaron sus preocupaciones acerca de la evolución de la política energética y la necesidad de promover una alternativa a la dependencia del petróleo, si bien en esta cuestión el mandatario británico se mostró más beligerante en torno a la necesidad de promover acuerdos entre los productores y los consumidores, frente al "acuerdo internacional con estrategias para cada país" por el que apostó Bush.

Así, frente a la participación activa de Gordon Brown en la cumbre sobre la materia del próximo día 22 en Jehdda (Arabia Saudí), el presidente avanzó que aunque es una "iniciativa interesante", no existen "fórmulas mágicas" y ni siquiera ha decidido quién tomará parte en la cita en nombre de Estados Unidos. Pese a ello, en su comparecencia de hoy confirmó que el cambio climático está en la agenda de ambos países y asumió que el suyo debe estar en una negociación global para la que también reclamó la presencia de China e India. "Si no, no lograremos políticas eficaces", advirtió.

De esta forma, los dos mandatarios concluyeron su comparecencia en la que representó la primera y, con toda probabilidad, última reunión bilateral en Londres, tras la que celebraron el pasado abril en la capital de Estados Unidos, si bien fuentes del Gobierno británico avanzaron la posibilidad de una visita de Bush a Escocia, tierra natal de Brown, antes de abandonar la Casa Blanca.

Así, en esta ocasión el presidente aprovechó también para trasladarse hasta Belfast como destino definitivo de su viaje de seis días con el objetivo de entrevistarse con los miembros del Gobierno de unidad a los diez años de los acuerdos de paz del Ulster en los que Washington jugó un papel fundamental durante el mandato de Bill Clinton que tanto el actual ministro principal, el unionista Peter Robinson, como su segundo, el republicano Martin McGuinness, reconocieron hoy en presencia de Bush.