Crónica Tailandia.- Tailandia decide mañana si aprueba su primera Constitución tras el golpe de Estado de 2006

Actualizado: sábado, 18 agosto 2007 14:59

Partidarios del ex primer ministro Shinawatra critican el borrador por garantizar al Ejército amplio poder sobre la sociedad civil

BANGKOK, 18 Ago. (EUROPA PRESS) -

Cerca de 45 millones de tailandeses están reconocidos para depositar su voto mañana domingo en el referéndum nacional para aprobar la 18ª Constitución del país, la primera desde que la Junta Militar tailandesa ahora en el poder derrocara mediante un golpe de estado incruento al primer ministro, Thaksin Shinawatra, y anulara la Carta Magna de 1997, considerada la más democrática y liberal hasta la fecha. La mayoría de los analistas coinciden en que la nueva Constitución será aprobada sin problemas, pero grupos civiles opuestos al Ejército consideran que el texto es un fracaso democrático que incrementa la influencia castrense en la política tailandesa.

El texto constitucional que se someterá a plebiscito fue desarrollado por el Consejo para el Borrador Constitucional, dependiente de la Junta Militar, presentado el pasado 19 de abril y aprobado el pasado mes de junio, donde en teoría se estipula la celebración de elecciones generales para finales de año.

Bajo el texto oficial, corre por el país la sensación de que este plebiscito es un intento de evitar la llegada al poder de otro primer ministro tan populista como lo fue Thaksin, con lo que la población se encuentra en estos momentos dividida entre los partidarios de Shinawatra, ahora exiliado con residencia habitual en Londres, y los de la Junta, aunque pocos esperan que este ejercicio democrático logre curar las heridas políticas del país.

"Es difícil oponerse a la Constitución sin parecer un partidario de Thaksin, y es difícil prestarla apoyo sin dar a entender que apoyas a la Junta Militar", reflexionó el ex senador Jon Ungphakorn, ahora crítico con ambos grupos. Sin embargo, dada la influencia de la Junta Militar, que ha conseguido que la situación política diste de ser "libre y justa", no parece que el texto tenga problemas para ser aprobado, según el antiguo político.

UNA CONSTITUCIÓN POLÉMICA

Según el Comité de redacción, esta nueva Carta Magna "restaurará la democracia en el país", aunque limita el mandato del primer ministro a dos legislaturas de cuatro años de duración, cada una. Además, reduce el número de diputados en el Parlamento desde los 500 hasta los 400. Lo mismo sucederá en el Senado, que verá reducido su aforo desde 200 a 160.

Además, bajo esta nueva Constitución, los senadores serán designados por el Gobierno en lugar de resultar elegidos en comicios democráticos. Para acabar con la dominante corrupción en el Gobierno, se ha introducido además un anexo por el que se ordena que cualquier cargo público acusado de prevaricación o negligencia profesional por un tribunal sea automáticamente expulsado de su cargo.

Esta Carta fortalece, esencialmente, la influencia de la burocracia en el país a costa de los partidos políticos, y da al Ejército un amplio margen de actuación dentro de la política del país. Especialmente preocupante es el artículo 309, que concede la amnistía a los golpistas y legitima la capacidad del Ejército para supervisar las decisiones que tome el futuro Gobierno tailandés.

Estas medidas se tomaron para evitar otro capítulo como el que se inició en 2001, cuando Shinawatra llegó al poder apoyado en una campaña política que se ganó el favor de los estratos sociales más descontentos del país: la clase media urbana y los campesinos.

Cuatro años después, el partido del primer ministro, el Thai Rak Thai, repitió victoria en las elecciones, obteniendo una mayoría aplastante que permitió a Shinawatra ejercer poder absoluto sobre la política del país, en especial sobre la oposición y sobre aquellos grupos de control que se encargan de vigilar que las cuentas del Ejecutivo se encuentren saneadas.

El año pasado, el primer ministro fue expulsado del poder y fue obligado a presentar su renuncia el 4 de abril de 2006, después de varios días de protestas públicas contra su gestión debido a las acusaciones de corrupción que pesaban sobre él. En esos momentos, el primer ministro era el hombre más rico de Tailandia.

Su caída se atribuye a la decisión familiar de comenzar a vender sus acciones depositadas en uno de los más grandes grupos de telecomunicaciones del país, Shin Corporation. Esta venta propició a la familia del Shinawatra cerca de 2.000 millones de dólares en beneficios netos, lo que provocó el enfado de muchos urbanitas tailandeses, ante las acusaciones de que la familia había logrado evadir los impuestos correspondientes a dicha cantidad.

A pesar de que el primer ministro logró aliviar la presión política con la convocatoria de unas elecciones anticipadas, su insistencia en regresar a su cargo --tras presentar la dimisión en una ocasión-- derivaron en meses de incertidumbre política que terminaron el pasado mes de septiembre, cuando el Jefe del Estado Mayor del Ejército y actual líder de la Junta, general Sonthi Boonyaratglin, derrocó a Shinawatra y le forzó a abandonar el país.

En estos momentos, sobre el ex primer ministro pesan rumores de órdenes de arresto si vuelve a Tailandia. Todos los negocios de su familia se encuentran bajo investigación. En mayo de 2007, una orden de la Junta prohibió a depuesto dirigente y a otros 110 miembros de su partido presentarse a un cargo electoral durante los próximos cinco años. Finalmente, el partido Thai Rak Thai fue disuelto por el Tribunal Constitucional, que lo halló responsable de violar la ley electoral.

"DESGRACIA" CONSTITUCIONAL

"La Constitución es una desgracia, y este referéndum va a ser un fraude", afirmó el activista antigolpista Sant Hatthirat, que destacó que la ley marcial todavía sigue en vigor en 36 de las 76 provincias de Tailandia, y que ningún observador internacional ha sido llamado para supervisar la votación o el proceso de recuento.

De cara a este plebiscito, la Junta tailandesa ha incrementado la presencia militar en el campo, y ha desarrollado un mecanismo de propaganda sin descanso en los medios de comunicación estatales para garantizar la aprobación del borrador constitucional.

Además, se han distribuido entre la población 19 millones de copias del borrador, de 169 páginas. Los ciudadanos recibieron el texto el pasado 1 de agosto, y han contado con poco más de dos semanas para estudiar la propuesta, un plazo que se antoja corto si se compara con otros referéndums alrededor del mundo. Australia, por ejemplo, concedió a los ciudadanos un año de plazo para decidir si finalmente se convertía en una República.

Entre todo ello, partidarios y detractores de Shinawatra han organizado sendas manifestaciones esta semana para expresar su opinión sobre el referéndum. El miércoles, miles de personas se concentraron en Bangkok para boicotear el plebiscito, en una protesta organizada por el Partido Popular de Tailandia, que estimó la cifra de asistencia en más de 100.000 personas.

Un día antes, centenares de personas habían expresado su apoyo a la Junta y al referéndum en una manifestación organizada por el primer ministro en funciones, a la que también acudieron, según la organización, decenas de miles de partidarios del actual sistema.

Con motivo de estas elecciones, Tailandia ha levantado una prohibición para formar partidos políticos, según anunció el portavoz del Gobierno, Yongyuth Maiyalarb. La ley cobrará hoy efecto, cuando se publique en la 'Gaceta Real'.