BRUSELAS, 6 Nov. (EUROPA PRESS) -
El comisario de Ampliación, Olli Rehn, propuso hoy a los Estados miembros que congelen la apertura de dos nuevos capítulos de las negociaciones de adhesión con Turquía, relativos al sistema judicial y a los derechos fundamentales, hasta que Ankara no "elimine" o "modifique" los artículos del Código Penal que a día de hoy restringen las libertades de expresión, pensamiento y religión, particularmente de los no musulmanes.
En rueda de prensa en la que presentó la marcha de las negociaciones de adhesión con Turquía y Croacia y de los acuerdos de asociación y estabilización con el resto de países de Balcanes occidentales, Rehn urgió a Ankara a emprender "reformas urgentes" en los ámbitos de las libertades fundamentales. Se refirió en concreto a las disposiciones del artículo 301 de su Código Penal.
"No es aceptable en una democracia europea que escritores, periodistas, académicos y otros intelectuales o cualquier ciudadano sean perseguidos simplemente por expresar una opinión crítica pero no violenta", denunció e insistió en que "la libertad de pensamiento, de expresión y de religión es esencial para crear una sociedad abierta, democrática y genuinamente europea".
En este escenario, Rehn anunció que "la Comisión ha propuesto al Consejo que una revisión de la libertad de expresión y las provisiones del artículo 301 del Código Penal y de otros equivalentes deberá ser un requisito para abrir los capítulos clave del sistema judicial y los derechos fundamentales".
Si los Estados miembros respaldan la propuesta que hoy les hizo Bruselas, ya serán 10 de los 35 capítulos en los que se dividen las negociaciones de adhesión de Turquía a la UE, que se iniciaron el 3 de octubre de 2005.
En diciembre del año pasado, los países de la UE decidieron, también a propuesta de la Comisión, interrumpir las negociaciones por lo que respecta a otros ocho capítulos mientras Turquía no aplique totalmente el protocolo de Ankara y, en virtud de él, abra sus puertos y aeropuertos a Chipre, país con el que no tiene relaciones políticas desde hace más de 30 años.
Entonces se acordó congelar los capítulos relativos al libre movimiento de bienes; derecho de establecimiento y libertad para ofrecer servicios; servicios financieros; agricultura y desarrollo rural; pesca; política de transportes; unión aduanera, y relaciones exteriores. Además, ningún otro capítulo se cerrará hasta que se confirme que Turquía cumple plenamente los compromisos que adquirió al firmar el protocolo de Ankara.
APERTURA DE NUEVOS CAPÍTULOS
Por el contrario, Rehn indicó que "en las próximas semanas" deberán abrirse otros dos capítulos para los que la preparación técnica ha concluido de manera satisfactoria: el de salud y seguridad del consumidor y el de redes transeuropeas.
El comisario espera que los Estados miembros que accedan a abrir estos dos capítulos en "aplicación concreta" de los términos del marco de la negociación. Consideró que "si un capítulo está técnicamente preparado para abrirlo, tendremos que abrirlo" y, en todo caso y ante los más reticentes --como Francia--, estimó que "estos dos no son (capítulos) controvertidos e imagino que todos podrán apoyar la apertura", para lo que se requiere unanimidad entre los Veintisiete.
La propuesta para congelar dos capítulos más hasta que Turquía no haga las reformas necesarias forma parte de la "política de condicionalidad" que Rehn calificó hoy como "la piedra angular" de los procesos de adhesión. De la misma manera, el comisario de Ampliación apuntó que la UE también debe respetar sus propios compromisos para poder "exigir reformas". "Tenemos que ser justos para poder ser rigurosos", dijo.
En este sentido, Rehn valoró positivamente el final de las "importantes dificultades" políticas por las que atravesó Turquía este año, particularmente por la elección de su presidente, que obligó a adelantar elecciones y ocasionó grandes tensiones entre islamistas moderados y los defensores del laicismo de la República que fundó Kemal Attaturk. Estimó que de todo esto salieron "unas instituciones democráticas reforzadas", a las que reclamó que retomen el proceso de reforma
CRITERIOS POLÍTICOS Y ECONÓMICOS
Dentro de los criterios políticos, el informe indica que Turquía ha hecho progresos mediante la reforma legislativa de la administración pública, y también en la mejora de la eficacia judicial. Sin embargo, apunta que se tienen que tomar "más acciones" para proteger los derechos de las mujeres, a pesar de que reconoce que siguen disminuyendo los casos denunciados de torturas y malos tratos.
La Comisión indica que se necesitan "más progresos" en la lucha contra la corrupción, el sistema judicial, los derechos sindicales, de mujeres y niños y culturales, así como por lo que respecta al control civil sobre el Ejército.
En cuanto a los criterios de tipo económico, el informe reconoce que Turquía "funciona como una economía de mercado", que tiene que cumplir su programa de reformas para afrontar su "debilidad estructural". No obstante, afirma que "el crecimiento económico continuó robusto" y que "una lira fuerte y la disciplina fiscal han reducido la deuda pública".
En cuanto a la asunción de las normas de la UE, el documento señala que ha mejorado su capacidad para cumplir las obligaciones que le supondrá ser Estado miembros, de la que queda excluida la aplicación del Protocolo aduanero de Ankara.