El principal partido de la oposición, el CHP, no participará en las elecciones para no contribuir a que Turquía se convierta en un "Estado islámico"
ESTAMBUL (TURQUÍA), 14 (del corresponsal de EUROPA PRESS, Ildefonso González)
El ministro turco de Asuntos Exteriores y candidato a la Presidencia de la República, Abdulá Gül, se comprometió hoy a defender el laicismo y a ayudar al Gobierno del Partido de la Justicia y el Desarrollo (el islamista moderado AKP) a convertir a Turquía en país miembro de la Unión Europea (UE) si sale elegido como jefe de Estado, en un intento por tranquilizar a la oposición y al Ejército.
"El refuerzo y la defensa de los valores republicanos promulgados en la Constitución será mi objetivo principal. Haré todo lo necesario para defender el laicismo (...) y nadie debe estar inquieto por este tema", aseguró en una rueda de prensa posterior a la presentación formal de su candidatura a la Presidencia ante el titular del Parlamento, Koksal Toptan. "La Constitución será nuestra guía. La República de Turquía es un Estado democrático, laico y social basado en el estado de derecho. Proteger y reforzar estos principios será mi prioridad", agregó.
Asimismo, consideró que su candidatura está ampliamente respaldada por el pueblo turco, sobre todo después de las elecciones legislativas anticipadas del pasado 22 de julio que otorgaron una aplastante mayoría absoluta al AKP. "Tenemos que ser honestos, francos y seguir detrás de nuestra promesa al pueblo. Mi candidatura fue apoyada por las masas y las plazas (llenas de gentes) (...) Decidí declarar mi candidatura para mantener mi promesa al pueblo", señaló.
Por otra parte, Gül apuntó que la "objetividad" será otro de los grandes principios de su Presidencia. "Trabajaré para proteger la unidad, solidaridad e integridad del Estado y de la nación. Abrazaré a todos los ciudadanos, teniendo en cuenta los distintos puntos de vista (...) Nadie debería dudar de ello, porque el presidente estará fuera de la política y olvidará su identidad política. Estaré a la misma distancia de cada uno", prometió, agregando que también trabajará "en estrecha cooperación" con la principal formación de la oposición, el Partido Republicano del Pueblo (CHP).
Igualmente, adelantó que uno de sus principales deberes como jefe de Estado será "armonizar el trabajo de todas las instituciones del Estado" y "trabajar para la solución de los principales problemas de Turquía". En este sentido, dijo que "servirá" al objetivo del fundador de la República de Turquía en 1923, Mustafá Kemal Atatürk, esto es, conducir al país euroasiático al "nivel de la civilización contemporánea". "Turquía es un gran país y nuestro Estado es fuerte. No hay ningún problema que no podamos resolver con unidad y estabilidad", afirmó.
"Trabajaré para garantizar una democracia plena en nuestro país. Respetar los Derechos Humanos es uno de los principios más importantes de la democracia", apostilló. Al respecto, adelantó que respaldará el programa de reformas puesto en marcha por el Ejecutivo del AKP para hacer de Turquía un Estado de pleno derecho de la Unión. "Nuestro plena integración en la UE es el objetivo de todos los Gobiernos (turcos) desde la década de 1960. Por lo tanto, también será mi deber ayudar a nuestros gobiernos a alcanzar dicho objetivo", anotó.
ENTREVISTAS CON LA OPOSICIÓN
Un día después de que la Ejecutiva del AKP decidiera nombrar de nuevo a Gül como su candidato a presidente, el ministro de Exteriores empleó toda la jornada de hoy en entrevistas en Ankara con los líderes de los partidos políticos con representación parlamentaria, en busca de su apoyo para su elección como jefe de Estado.
Por la mañana se reunió con el jefe del Partido de Acción Nacionalista (MHP, ultranacionalista), Devlet Bahçeli. La entrevista, que duró una media hora, fue calificada de "fructífera" por el jefe de la Diplomacia turca. "Tuvimos un encuentro provechoso. Le di de nuevo las gracias por el interés que ha mostrado y por su apoyo", declaró Gül a la prensa.
El MHP ha asegurado que no boicoteará las elecciones presidenciales que comenzarán el próximo lunes. Los 70 diputados de la formación ultraconservadora asistirán a las votaciones parlamentarias para garantizar que haya quórum en el hemiciclo, es decir, la presencia de al menos dos tercios de los diputados (367), con objeto de que la sesión se considere válida.
TURQUÍA, ISLÁMICA CON GÜL
El que no participará en las votaciones es el CHP, ya que no desea contribuir a que Gül sea investido jefe de Estado y Turquía se termine convirtiendo en un Estado islámico. "Si Gül sale elegido como presidente, el proceso para que Turquía se convierta en un Estado de religión, con su cultura, su economía, sus medios de comunicación y su estilo de vida propios, se acelerará", denunció su vicepresidente, Mustafá Ozyurek, a la salida de la reunión de la Ejecutiva del CHP.
"Muchos comentarios y declaraciones de Abdulá Gül, que procede de la tradición de la 'Visión Nacional', han mostrado claramente que no coincide con los valores fundamentales de la República", remarcó. En este sentido, valoró que la candidatura de Gül no ha sido el resultado de un compromiso entre todos los partidos, sino una "imposición" del AKP. El CHP abogaba por un aspirante de consenso, al igual que el Partido de la Izquierda Democrática (DSP), con cuyo líder, Zeki Sezer, también se encontró hoy Gül.
El jefe de Estado es elegido en el Parlamento. La primera votación tendrá lugar el lunes 20 de agosto, mientras que la segunda sería el 24, la tercera el 28 y la cuarta y última el 1 de septiembre. Para que un aspirante salga elegido en la primera o en la segunda ronda, necesita el apoyo de al menos dos tercios de la Cámara, esto es, de 367 parlamentarios. En caso contrario, habría que ir a una tercera e incluso a una cuarta votación, en las que tan sólo se necesita una mayoría simple, es decir, el voto favorable de más de la mitad de los diputados.
El 'establishment' laico de Turquía, representado por el CHP, el Ejército y el poder judicial, ya boicoteó la elección de Gül como presidente la pasada primavera, lo que obligó a la convocatoria de comicios generales anticipados. El temor a que el AKP ponga en marcha una agenda oculta para islamizar Turquía una vez que controle la Presidencia, además del Gobierno y el Parlamento, fue su principal argumento para impedir el nombramiento de Gül.
Cientos de miles de personas se manifestaron en las calles de todo el país en defensa del laicismo y en contra de que el ministro de Exteriores asumiera la Jefatura de Estado. El hecho de que su esposa, Hayrunnisa, luzca el tradicional velo o 'hiyab', tal y como hacen dos de cada tres turcas, es visto también como un signo del alarmante ascenso del Islam político.