BRUSELAS, 3 Sep. (EUROPA PRESS) -
La Comisión Europea se mostró hoy dispuesta a "reforzar" su Política de Vecindad en cuestiones relativas al comercio o a la movilidad de personas, siempre que los países a los que van dirigidos, del norte del Mediterráneo o del este de Europa, lleven a cabo las reformas apropiadas, por ejemplo en materia fitosanitaria, o se comprometan a readmitir ciudadanos en situación irregular en territorio comunitario.
La comisaria de Relaciones Exteriores, Benita Ferrero-Waldner, hizo estas ofertas, y otras más en energía y asistencia técnica, en la apertura de una conferencia que por primera vez reunió a ministros y altos funcionarios de los 27 Estados miembros con representantes de 12 países incluidos en el marco de la Política de Vecindad.
La Política de Vecindad se estableció en 2004 con la adopción de un plan global de apoyo a los vecinos de la UE en el plano político, económico y social, por medio de procesos de reformas a la medida de la realidad de cada uno de los países, que se concretarían en los Planes de Acción. En diciembre del año pasado se enriqueció con nuevas propuestas de la Comisión sobre facilitación de visados, comercio, nuevas formas de ayudas financieras o temas energéticos.
Forman parte de ella Argelia, Armenia, Azerbaiyán, Egipto, Georgia, Israel, Jordania, Líbano, Modalvia, Marruecos, Autoridad Palestina, Túnez y Ucrania. De ellos, todos menos Argelia tienen ya un plan de acción individualizado con la UE. Quedan fuera, de momento, Bielorrusia, Libia y Siria, que también enviaron a sus emisarios a la conferencia. El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, representó a España.
Ferrero-Waldner se refirió a las "áreas clave" en las que la Comisión consideró que se podría ir "más allá", siempre que los países vecinos hagan las reformas que para ello reclama Bruselas.
En el plano económico, manifestó su deseo de que algún día exista "un área económicamente integrada que incluya toda la UE y sus socios mediterráneos y europeos", donde "bienes, servicios y capitales fluyan libremente", dijo, antes de advertir que para ello serán necesarias "enormes cantidades de reformas y algunas veces decisiones difíciles".
Añadió que para que la UE concluya con sus vecinos estos acuerdos de libre comercio "tenemos que asegurarnos de que todos los productos pueden entrar en nuestros mercados sin que sean detenidos por cuestiones fitosanitarias, de seguridad o de reglas de calidad".
COMPROMISOS DE READMISIÓN
Por otra parte, afirmó que "la libertad para que la gente viaje por la UE es enormemente importante". En este aspecto, reclamó a los países vecinos "compromisos de readmisión" a cambio de "maneras para facilitar el acceso a nuestros Estados miembros, nuestros mercados laborales o visados de corta duración".
Asimismo, indicó que la Comisión está realizando un estudio sobre la integración de los mercados energéticos --de países productores, de tránsito y de destino-- para ver si "un acuerdo energético de vecindad sería la mejor solución para que el mercado de la energía funcione más efectivamente".
En cuarto y último lugar, se mostró a favor de incrementar la asistencia técnica y financiera a los países vecinos.
EXIGENCIAS A LA UE
Después de un día de intercambios de puntos de vista, el director general de Relaciones Exteriores de la Comisión, Eneko Landaburu, clausuró la conferencia haciéndose cargo de que "queda mucho por hacer" y admitiendo que los países vecinos "nos pedís hacer más cosas, sois más exigentes con la UE".
Por lo que respecta a las demandas en materia de inmigración, el representante de Túnez lamentó que este aspecto se sigua viendo desde la UE únicamente desde el punto de vista de la política de seguridad, mientras que otros como Georgia o Líbano reclamaron más facilidad de visados.
El ministro de Finanzas y Privatización de Marruecos, Fathallah Oualalou, hizo hincapié en la "muy difícil presión migratoria" que sufre este país debido a su posición geográfica y subrayó la necesidad de buscar "un proceso global, concreto, sobre la inmigración con vínculo con la dimensión del desarrollo".
"La UE y sus vecinos tenemos que trabajar y compartir experiencia para poner en marcha el enfoque global de la gestión de las crisis migratorias y responder a las necesidades migratorias de los países de recepción sin privar a los países de origen de sus competencias", indicó el ministro marroquí y apostó por "establecer un equilibrio inteligente entre control de fronteras, promoción de la movilidad y más acercamiento y compromiso" y "aplicar los aspectos políticos de la inmigración, comunicando sus impactos positivos, tanto para los países de origen como de recepción".
En el plano económico, Túnez recordó que el antiguo presidente de la Comisión Romano Prodi "dijo que la Política de Vecindad permitiría a los participantes compartir todo con la UE excepto las instituciones" antes de pedir que se promueva el acceso a su mercado interior.
Jordania consideró "esencial" la integración económica, pero apuntó que el comercio con la UE no ha aumentado y tampoco se han incrementado las inversiones europeas. Por eso, pidió "renegociar las reglas de origen" que en opinión de Amán impide el comercio y que "los gobiernos faciliten las inversiones en el sector privado".
De la misma manera, el representante del Líbano afirmó que tan importante como los flujos financieros de la UE a estos países es que éstos también reciban asistencia técnica. "Pedimos asistencia técnica para contribuir a reformas económicas y sociales, mejorar la calidad y las exportaciones a la UE".
Uno de los aspectos a los que se refirió Landaburu fue la petición que hicieron algunos países vecinos para que la UE "juegue un rol más importante para resolver los conflictos regionales". Admitió que, por lo que respecta al sur del Mediterráneo y Oriente Próximo, "sin una solución al conflicto armado entre israelíes y palestino muchas cosas no podrán avanzar".
Así quedó claro también por boca del ministro de Información palestino, Riad al Malki, denunció que Israel no reconoce el plan de acción que entró en vigor en 2005 con la UE y que impide su cumplimiento por lo que respecta a la parte comercial debido al bloqueo de sus puertos a la salida de mercancías palestinas y al estrangulamiento del sector privado y agrícola a que dan lugar las restricciones de movimiento. ESPAÑA Y FRANCIA
Por su parte, Moratinos mostró su apoyo a la idea del presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, de crear una unión euromediterránea que reúna a los países de las dos orillas y apostó por crear "instituciones comunes y políticas comunes" entre ellos.
"Apoyando el legado del Proceso Euromediterráneo de Barcelona, ha llegado el momento de avanzar hacia la unión euromediterránea, no bastan los planes indicativos país-UE, sino instituciones comunes y políticas comunes", dijo.
El secretario de Estado para la UE de Francia, Jean-Pierre Jouyet, adelantó algunas de las intenciones de su país cuando desempeñe la Presidencia rotatoria de la UE, en el segundo semestre del año que viene.
París buscará "profundizar las relaciones con los países que lo deseen teniendo en cuenta la evolución de los planes de acción, la motivación y las prioridades" y apostará también por el "diálogo intercultural". También mencionó el objetivo de "desarrollar la cooperación regional en base a foros ya existentes, el Magreb o el mar Negro".