Crónica UE (1).- La CE quiere normas que garanticen la seguridad de las compras por Internet entre países de la UE

Actualizado: jueves, 8 febrero 2007 18:39

Sólo el 25% de los minoristas españoles dice vender a otros países y la desconfianza es el principal motivo

BRUSELAS, 8 Feb. (EUROPA PRESS) -

La Comisión Europea estudiará durante los tres próximos meses el sector de la venta minorista para determinar cuáles son los métodos más apropiados para incrementar el número de ventas entre unos países de la UE y otros a distancia, particularmente por Internet. De momento, esta técnica es observada con desconfianza tanto por vendedores como por compradores.

La comisaria de Protección de los Consumidores, Meglena Kuneva, presentó hoy en rueda de prensa una estrategia que pretende adaptar el sector de la venta al por menor a "los desafíos del mundo digital".

Según un reciente Eurobarómetro, el sector minorista representa un total del 58% del PIB de la UE, a pesar de lo cual sólo el 6% de los consumidores de la UE realiza compras transfronterizas a través de Internet. Esto se debe a que "los consumidores aún no se encuentran lo suficientemente cómodos en el mundo digital", opinó la Comisión en un comunicado.

El estudio indica que un 66% de los minoristas de la UE afirman que únicamente venden en sus mercados domésticos, mientras que sólo un 9% en toda la UE dice vender bienes a "al menos tres". Por otra parte, hasta un 24% de los minoristas dice estar preparado para vender en el extranjero pero no lo hace.

La media de la UE sobre los minoristas que al menos venden sus productos a otro país distinto al suyo asciende al 30%, mientras que en el caso de los comerciantes españoles, el porcentaje desciende al 25%. No obstante, el Eurobarómetro cita a España como uno de los países que más vende, dentro de su territorio, a consumidores procedentes de otros Estados miembros, en concreto en una proporción de 17 céntimos por cada euro.

RIESGOS

También según las respuestas que dieron los gerentes de 6.600 consultados por el Eurobarómetro, afirmaron que el principal obstáculo de las ventas transfronterizas es el alto riesgo de que la transacción finalmente no se pague.

Otros motivos son los costes extraordinarios originados por los distintos regímenes fiscales en los Estados miembros; que las ventas en el extranjero suponen mayores problemas para gestionar posibles reclamaciones; una mayor dificultad para asegurar los servicios postventa, o los costes adicionales que supone el transporte en estos casos. La necesidad de hablar en un idioma diferente ocupa, sin embargo, el último lugar en la lista de problemas, que sólo el 20% consideró "muy importante".

Ante este panorama, la Comisión se dispone a analizar la situación real del sector para asegurar que el comercio transfronterizo es beneficioso no solo para los minoristas, sino también para los consumidores.

IGUAL PROTECCIÓN

Por lo que respecta a estos últimos, la comisaria Kuneva insistió en que se trata de que tengan "mismo nivel de protección" independientemente del lugar en el que efectúen su compra y a través del medio que sea.

Así, puso el ejemplo de la plataforma de subastas por Internet eBay o de la descarga previo pago de música desde Internet. En este segundo supuesto, Kuneva afirmó que el objetivo de las nuevas normas es que el consumidor reciba el mismo trato y las mismas garantías que si comprar el disco compacto en una tienda al uso.

A pesar de la importancia que dio a adaptar las reglas para que el sector comercial minorista no ignore el mundo digital, Kuneva no quiso precisar si el resultado será una nueva legislación comunitaria que también regularía, por ejemplo, el uso de eBay o del programa de música en Internet eTunes, de Apple. En este sentido, llamó a la "prudencia" antes de determinar sobre una propuesta legislativa.

De momento, Bruselas se plantea posibles acciones como reforzar la protección de los consumidores por lo que respecta a la entrega de las compras transfronterizas; clarificar y simplificar las normas sobre devolución de productos; fijar los derechos y costes de las devoluciones, o la ampliación de las garantías y derechos que cubren actualmente a determinados productos a nuevos ámbitos del comercio, particularmente Internet.