Crónica UE.- España y Reino Unido serán los países más afectados por la norma para recortar las emisiones de los coches

El límite por ley para los fabricantes será de 130 gramos de CO2 por kilómetro en 2012

Los fabricantes consideran la propuesta "arbitraria" y "demasiado severa"

Europa Press Internacional
Actualizado: miércoles, 7 febrero 2007 16:16

BRUSELAS, 7 Feb. (EUROPA PRESS) -

España y Reino Unido podrían ser los países más perjudicados por el aumento de costes que provocará la nueva norma propuesta hoy por la Comisión Europea para obligar a reducir las emisiones de los coches, según aseguró el vicepresidente del Ejecutivo comunitario y responsable de Industria, el alemán Günter Verheugen, que advirtió del riesgo de deslocalizaciones y pérdidas de puestos de trabajo.

Tras semanas de polémica, la versión final de la propuesta ha sido suavizada para mitigar el impacto sobre la industria del automóvil. El límite por ley para los fabricantes será de 130 gramos de CO2 por kilómetro en 2012 frente a los 163 actuales, y no 120 gramos como defendía inicialmente el comisario de Medio Ambiente, Stavros Dimas. Este objetivo de 120 gramos se logrará con otras medidas complementarias obligatorias, como el uso de biocarburantes, o mejoras en los neumáticos y sistemas de aire acondicionado, que permitirán una reducción adicional de 10 gramos.

El transporte por carretera genera un quinto de las emisiones de CO2 de la UE, de las cuales el 12% corresponden a los vehículos particulares, según los datos de Bruselas. Aunque durante los últimos años ha mejorado la tecnología de los vehículos --especialmente gracias a una mayor eficiencia del carburante--, ello no ha sido suficiente para neutralizar el incremento de tráfico y de tamaño de los coches. Mientras que la UE ha reducido sus emisiones globales un 5% entre 1990 y 2004, las del transporte por carretera aumentaron un 26% en el mismo periodo.

Los fabricantes de coches asumieron en 1998 y 1999 una serie de acuerdos voluntarios con la Comisión para reducir las emisiones, que incluían el objetivo de 140 gramos por kilómetro en 2008. La industria asegura que ha reducido las emisiones un 13%. Sin embargo, el Ejecutivo comunitario ha concluido que esta estrategia sólo permite "avances limitados" y que la industria no va a cumplir los compromisos que asumió, y por ello considera imprescindible presentar legislación sobre este tema. El proyecto definitivo de norma no se presentará hasta finales de año, pero Bruselas desvela ya su nueva estrategia para dar tiempo a los fabricantes a prepararse.

Verheugen admitió que la nueva legislación provocará un aumento en los costes de fabricación de nuevos vehículos que no quiso cifrar, pero dijo que quedará contrarrestada con los ahorros en carburante gracias a su mayor eficiencia. "Para el consumidor sale a cuenta", afirmó. Asimismo, consideró "urgente e indispensable" que los Estados miembros propongan incentivos fiscales para que los compradores opten por coches más respetuosos con el medio ambiente.

ESPAÑA Y REINO UNIDO

El vicepresidente de la Comisión negó categóricamente que la norma se haya rebajado en respuesta a las presiones de Alemania. "El problema no es para los fabricantes de las marcas 'premium', para ellos no es tan importante si la producción se encarece 2.000 o 3,000 euros", recalcó. A su juicio, los que tendrán mayores dificultades son los fabricantes de coches pequeños y medianos, ya que el alza de los costes puede obligarles a reestructuraciones y deslocalizaciones.

"Hay un claro riesgo de nuevas reestructuraciones que afecten a la prosperidad y perspectivas económicas de algunos Estados miembros, en particular España y Reino Unido", alertó.

"Las antiguas ventajas de España en tanto que país que ofrecía una mano de obra barata ya no son tales, y hoy España sufre una desventaja en la competencia porque se encuentra en una situación periférica con respecto a este mercado europeo", explicó el comisario de Industria.

"Ahora la cuestión es saber cómo conseguir que esa enorme presión de los precios que sufren los fabricantes de pequeños y medianos automóviles no les lleve a plantearse cerrar instalaciones de producción y llevarlas a otro lugar. Eso es algo que afectaría especialmente a los dos países y es lo que pretendemos evitar", prosiguió Verheugen.

Explicó que, cuando se presente la propuesta legislativa definitiva, habrá "objetivos diferenciados" de reducción de CO2 por categorías y tipos de vehículos para que la propuesta sea "socialmente sostenible" y se garantice la producción de vehículos en territorio comunitario.

En todo caso, subrayó que el plan de Bruselas para reducir las emisiones de CO2 de los coches situará a Europa en una situación "puntera" frente a Japón y Estados Unidos y permitirá a la industria "fabricar los automóviles mejores, más seguros y más limpios".

RECHAZO DE LA INDUSTRIA

Por su parte, la Asociación de Constructores Europeos de Automóviles (ACEA) rechazó de plano las propuestas del Ejecutivo comunitario, las calificó de "arbitrarias" y "demasiado severas", y lanzó un llamamiento a los Gobiernos de los Veintisiete y a la Eurocámara para que las enmienden.

"Las ideas presentadas por la Comisión se centran demasiado en la tecnología de los vehículos e ignoran que hay un amplio abanico de medidas disponibles para reducir las emisiones de CO2 de manera más eficaz para beneficio del medio ambiente y también de las empresas", dijo el presidente de la ACEA y consejero delegado de FIAT, Sergio Marchionne, a través de un comunicado.

Marchionne insistió en que la norma provocará la pérdida de puestos de trabajo y la deslocalización de los fabricantes fuera de territorio europeo. "Al menos 12 millones de trabajadores de la UE y sus familias esperan una política equilibrada sobre las emisiones de CO2 de los coches. La industria del automóvil no quiere ser parte de un experimento. Si no se cambia, la propuesta de la Comisión erosionará la fortaleza económica de Europa", dijo.

La ACE representa a los 13 principales fabricantes europeos, entre ellos BMW, DaimlerChrysler, FIAT, Ford Europa, General Motors Europa, Peugeot Citroen, Renault, Volkswagen o Volvo. De acuerdo con sus datos, la industria automovilística da empleo directo a 2 millones de europeos y crea otros 10 millones de empleos en empresas relacionadas. Europa es el mayor productor de coches del mundo. De los 46 millones de vehículos producidos mundialmente, el 38% se fabrican en la UE.

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