BRUSELAS, 23 Jun. (EUROPA PRESS) - Los líderes europeos lograron finalmente un acuerdo con Polonia sobre el texto del nuevo Tratado simplificado de la Unión Europea después de que se le ofreciera a Varsovia retrasar hasta 2017 la entrada en funcionamiento del sistema de votación por doble mayoría, según anunciaron fuentes de las delegaciones de Lituania, Reino Unido y España.
"Potencialmente hay un acuerdo, pero ahora tiene que ponerse sobre la mesa", anunció el portavoz del primer ministro británico, Tony Blair. No obstante, fuentes diplomáticas francesas aseguraron que nueve países tienen problemas con el compromiso alcanzado.
El acuerdo con Polonia se produjo al filo de la media noche después de que el presidente francés, Nicolas Sarkozy, el primer ministro británico, Tony Blair, el primer ministro luxemburgués, Jean Claude Junker y el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, llamaran por teléfono al primer ministro polaco, Jaroslaw Kaczynsky, que ha llevado a cabo desde Varsovia una negociación paralela a la de su hermano gemelo y presidente del país, Lech.
Estos dirigentes ofrecieron a Varsovia retrasar hasta el año 2017 la entrada en vigor del nuevo reparto de poder basado en una doble mayoría de Estados y de población, que según la delegación polaca perjudica especialmente a los países medianos y beneficia desproporcionadamente a Alemania. No obstante, la doble mayoría empezará a aplicarse progresivamente desde 2014 aunque Polonia podrá acogerse al Tratado de Niza siempre que le resulte más beneficioso para lograr una minoría de bloqueo.
La estrategia de última hora lanzada por la canciller alemana, Angela Merkel, de aislar a Polonia de la futura redacción del Tratado, surtió así su efecto para aumentar la presión sobre los hermanos Kaczynsky y lograr que se sumen al consenso del resto de socios en el que ya participaban otros países escépticos como Reino Unido, República checa y Países Bajos.
La presidencia alemana convocó a continuación una sesión plenaria con todos los Jefes de Estado y de Gobierno para que ratifiquen el texto y poder así lanzar la Conferencia Intergubernamental (CIG) que se encargará de la elaboración definitiva del nuevo Tratado llamado a zanjar la crisis institucional abierta tras la negativa de Francia y Países Bajos a la fallida constitución.
