Una delegación extranjera se reúne con el 'número dos' de Hermanos Musulmanes en prisión

Europa Press Internacional
Actualizado: lunes, 5 agosto 2013 11:39

EL CAIRO, 5 Ago. (Reuters/EP) -

Una delegación compuesta por enviados extranjeros se ha reunido este lunes con el 'número dos' de la organización islamista Hermanos Musulmanes, Jairat al Shater, en la prisión en la que se encuentra encerrado a la espera de juicio, según ha confirmado la agencia estatal egipcia de noticias, MENA.

La agencia ha indicado que la delegación, compuesta por el subsecretario de Estado norteamericano, William Burns; la embajadora estadounidense en Egipto, Anne Patterson; y el representante especial de la Unión Europea para el Sur del Mediterráneo, el español Bernardino León; se ha reunido con Al Shater tras recibir permiso de la Fiscalía General.

La agencia ha contradicho así al Ministerio del Interior, que aseguró horas antes que los enviados no habían recibido permiso para reunirse con el alto cargo de Hermanos Musulmanes.

Burns y León se han reunido este mismo domingo con el jefe del Ejército, Abdelfatá al Sisi, según ha revelado un comunicado militar. En la mediación también participa el ministro de Asuntos Exteriores de Emiratos Árabes Unidos, el jeque Abdulá bin Zayed.

Por otra parte, un tribunal de El Cairo ha anunciado que los dos más altos cargos de Hermanos Musulmanes, organización religiosa a la que pertenecía el expresidente Mohamed Mursi, derrocado el 3 de julio a través de un golpe de Estado militar, serán juzgados por delitos como incitación al asesinato debido a la muerte de manifestantes en los días anteriores al golpe.

La Fiscalía ha ordenado además prisión provisional de 15 días para Rifaa el Tahtawi, jefe del Estado mayor del Ejército durante el mandato de Mursi, y para su lugarteniente, ambos acusados de incitación a la detención, tortura e interrogatorios a manifestantes durante 2012. El propio Mursi se encuentra retenido y en paradero desconocido desde hace más de un mes. Hermanos Musulmanes consideran que se trata de procesos judiciales politizados y piden su excarcelación para rebajar la tensión.

A pesar de estos encausamientos, que podrían dificultar el diálogo, la tensión entre los simpatizantes de Mursi acampados en la capital y las autoridades, que amenazan con desalojarlos, parece que se ha reducido y la posibilidad de un nuevo baño de sangre parece más lejana.

Casi 300 personas han muerto debido a la violencia política desde el derrocamiento de Mursi. Sólo el 27 de julio murieron unos 80 simpatizantes del presidente por disparos presuntamente efectuados por las fuerzas de seguridad.

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