SANÁ, 4 (Reuters/EP)
La delegación de los rebeldes huthis ha partido hacia Suecia para las conversaciones de paz sobre Yemen auspiciadas por Naciones Unidas, las primeras desde 2016, en medio de las presiones occidentales para poner fin a un conflicto que ha ocasionado la peor crisis humanitaria actual.
El avión con la delegación rebelde, en el que también viajaba el enviado especial de la ONU para Yemen, Martin Griffiths, ha despegado este martes del aeropuerto de Saná. La aeronave había sido proporcionada por el Gobierno de Kuwait.
Antes de subir al avión, uno de los delegados ha alabado la labor de Griffiths por impulsar medidas como la evacuación de los rebeldes heridos y el acuerdo de intercambio de prisioneros. "Griffiths ha sido fiel a su palabra... Estamos seguros de que ha fijado un marco para las negociaciones para impulsar el proceso político", ha señalado Abdelmeguid Hanash.
También se espera que acuda el Gobierno que encabeza Abdo Rabbu Mansur Hadi, después de que la evacuación de 50 combatientes huthis heridos para recibir tratamiento en Omán este lunes garantizara la asistencia del grupo rebelde. Las pasadas conversaciones convocadas en Ginebra en septiembre fracasaron después de tres días porque los huthis no se presentaron.
Las partes enfrentadas deberían reunirse este mismo miércoles en Suecia para discutir un marco para la paz, incluidas medidas para el restablecimiento de la confianza y un órgano de gobierno de transición.
Entretanto, el secretario de Estado de Exteriores emiratí, Anwar Gargash, ha señalado este martes que las conversaciones son "una oportunidad crítica" para encontrar una solución política.
"Una solución política sostenible liderada por los yemeníes ofrece la mejor oportunidad para poner fin a la crisis actual. Un estado estable, importante para la región, no puede coexistir con milicias ilegales", ha advertido el responsable emiratí. Emiratos es uno de los países integrantes en la coalición que lidera Arabia Saudí.
Las conversaciones, que se centrarán en la reapertura del aeropuerto de Saná y en garantizar un intercambio de prisioneros y un alto el fuego en la ciudad portuaria de Hodeida, principal punto de entrada al país de ayuda humanitaria e importaciones comerciales, tendrán lugar en un castillo a las afueras de Estocolmo.
El conflicto ha dejado unos 8 millones de yemeníes al borde de la hambruna, una cifra que podría aumentar a 14 millones, según datos de Naciones Unidas. Tres cuartos de la población, unos 22 millones de personas, necesitan asistencia.
Las negociaciones podrían servir para impulsar un mayor alto el fuego que podría llevar al fin de los ataques aéreos llevados a cabo por la coalición, así como a la suspensión de los ataques con misiles por parte de los huthis contra localidades saudíes.
