MADRID, 21 Nov. (EUROPA PRESS) -
El comité de defensa de Chokri Belaid, líder del Movimiento Patriótico Democrático Unificado, fuerza marxista y panárabe que forma parte del Frente Popular, asesinado en febrero en la capital de Túnez, ha presentado una demanda contra el primer ministro, Alí Laarayedh, y el ministro de Defensa, Lofti ben Jeddu, por su actuación en el marco de la investigación.
El portavoz del comité, Snusi Nizar, ha agregado que entre los demandados están también otros miembros del ministerio y ha sostenido que todos ellos están ignorando un documento que cambiaría el curso de las investigaciones en torno al suceso, según ha informado la emisora tunecina Mosaique FM.
Belaid fue asesinado el 6 de febrero cuando salía de su casa por un hombre armado que huyó del lugar en una motocicleta. Su asesinato provocó que miles de personas salieran a protestar a las calles en Túnez y en ciudades como en Sidi Bouzid, la cuna de la revolución que acabó con el régimen liderado por Zine el Abidine ben Alí el 14 de enero de 2011.
Belaid había encabezado en los últimos meses una campaña de denuncias contra la presunta complicidad del partido islamista Ennahda y las Ligas de Defensa de la Revolución, que algunos opositores describen como el brazo armado del movimiento islamista.
Días antes de su asesinato, proporcionó una lista de presuntos miembros de Ennahda involucrados en el ataque contra un acto del Frente Popular en la localidad de Le Kef. Asimismo, acusó al Ejecutivo tunecino de connivencia con los episodios de violencia política en el país.
Las autoridades han acusado del suceso y del posterior asesinato del político izquierdista Mohamed Brahmi, líder del partido Echaab, a un grupo conformado por alrededor de catorce personas que mantendría vínculos con la formación islamista radical Ansar al Sharia, considerada como una organización terrorista por Túnez, que la acusa de mantener lazos con Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI).
El Ministerio ha identificado a los responsables como Abubaker el Hakim y Lotfi Ezzine, quienes habrían vigilado la vivienda de Brahmi durante varios días antes del crimen. Asimismo, ha subrayado que el arma utilizada en el asesinato es la misma que fue utilizada en el asesinato de Belaid.
Por su parte, Ansar al Sharia ha negado cualquier vínculo con los asesinatos y ha descrito las afirmaciones del Ministerio del Interior como "intentos para dañar la imagen de los salafistas en Túnez debido a su creciente popularidad".
En marzo, el líder del grupo, Saif Alá Benahsine, alias 'Abu Iyadh', amenazó con derrocar al nuevo Gobierno tunecino, apenas un día después de que Laarayedh le acusara de introducir armas de forma ilegal en el país.
Benahsine está en busca y captura por su presunta participación en la incitación a los ciudadanos a llevar a cabo el ataque contra la Embajada de Estados Unidos en el país, que desató un enfrentamiento con las fuerzas de seguridad que se saldó con cuatro tunecinos fallecidos.
Las tensiones entre salafistas y laicistas han ido en aumento en Túnez desde que Ennahda ganara las elecciones en 2011. La formación acordó un Gobierno de coalición con dos partidos no religiosos y prometió no prohibir el alcohol, no imponer el uso de velo ni utilizar la 'sharia' (ley islámica) como base de la legislación tunecina.