Disturbios en Diyarbakir
SERTAC KAYAR / REUTERS
Actualizado: viernes, 9 septiembre 2016 20:28

DIYARBAKIR (TURQUÍA), 9 Sep. (Reuters/EP) -

La Policía turca ha detenido a decenas de personas este viernes por participar en una manifestación celebrada en la ciudad de Diyarbakir contra la suspensión de más de 11.000 profesores por su supuesta relación con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).

El pasado jueves, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, anunció una nueva "ofensiva" contra los miembros del PKK, una organización considerada terrorista en Turquía, Estados Unidos y la Unión Europea. Con motivo de esta nueva campaña de represión, las autoridades turcas han suspendido a más de 11.000 profesores, acusados de pertenecer o tener vínculos con la milicia kurda.

Este viernes, cientos de personas se han concentrado frente al edificio del Ministerio de Educación en la ciudad de Duyarbarkir, donde la mayoría de la población es kurda. A medida que se ha ido desarrollando la tarde han estallado numerosos disturbios. La Policía turca ha dispersado las protestas utilizando cañones de agua a presión y ha arrestado a decenas de personas.

Además de los 11.000 profesores suspendidos el jueves, este viernes han sido cesados otros 418 funcionarios de educación, lo que ha encendido el tono de las protestas.

"Esto es un ataque directo contra nuestra lucha sindical", ha declarado el líder del sindicato de Educación en la provincia de Diyarbakir, Suleyman Guler. "Es imposible aceptar esta decisión. No hemos cometido ningún crimen, no somos criminales. Exigimos el cese inmediato de esta acción", ha añadido Guler, que también ha sido suspendido de su cargo.

Esta nueva campaña contra los funcionarios kurdos se ha producido de forma paralela con el arresto de miles de personas acusadas de tener vínculos con el clérigo islamista Fetulá Gulen, al que Erdogan acusa de haber orquestado el fallido golpe de Estado del 15 de julio. Gulen, por su parte, ha negado en todo momento su implicación en el golpe de Estado.

La comunidad internacional ha expresado su preocupación ante el número de arrestos y de funcionarios suspendidos. Muchos sectores alegan que el presidente Erdogan está utilizando el fallido golpe de Estado como un pretexto para acabar con cualquier disidencia.

En la provincia de Diyarbakir, las manifestaciones están prohibidas desde mediados del mes de agosto, con motivo de la declaración del estado de emergencia a raíz de la asonada militar. Más de 40.000 personas, la mayoría de ellas kurdos, han muerto desde que el PKK se alzó en armas hace más de 30 años.

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