Duras críticas a Defensa por permitir a los militares detenidos en Irán vender su historia

Actualizado: lunes, 9 abril 2007 16:38


LONDRES, 9 Abr. (EUROPA PRESS/Marta Altuna) -

El Ministerio de Defensa británico respondió hoy a las duras críticas recibidas por su decisión de permitir a los marineros e infantes de marina que permanecieron detenidos durante 12 días en poder de Irán vender su historia a los medios de comunicación, una decisión que se aleja de las normas militares.

En todo caso, varios de los militares ya han aprovechado el permiso para vender sus testimonios. Es el caso de la única mujer, Faye Turney, quien ha asegurado al diario 'The Sun' que el sofisticado sistema de navegación por satélite Xeres con que contaba la tripulación indicaba que aún se encontraban en aguas iraquíes cuando fueron abordados por la Armada iraní en el Golfo Pérsico. Asimismo, relató que intentó ocultar su condición de mujer para que no la violaran.

Se da la circunstancia de que la noticia coincide con la emisión en la televisión iraní de unas imágenes, hasta ahora inéditas, de los militares británicos que han encendido todavía más la polémica sobre este caso. En las imágenes se aprecia a los cautivos juntos y relajados, jugando al ping pong e incluso riendo, en lo que parece un claro contraste con lo que relataron sobre el tratamiento que recibieron por parte de los iraníes.

Han sido muchas las voces que han criticado a los soldados por admitir en los vídeos emitidos desde Irán durante su cautividad que se encontraban en aguas iraníes y desde algunos sectores se les ha acusado incluso de traición.

Por si fuera poco, el hecho de que los protagonistas de esta historia reciban un tratamiento especial no ha sentado nada bien a los que nunca han cobrado por contar sus actos de heroísmo en el combate y ha sido calificado de "vulgar y sórdido" por el padre de un soldado muerto en Irak. El Ministerio de Defensa británico ha justificado su decisión con el argumento de que los testimonios de los militares son de excepcional interés para los medios de comunicación.

Los militares se encontraban en dos botes de patrulla efectuando misiones de inspección en un carguero cuando fueron interceptados por la Guardia Revolucionaria iraní cerca del estuario de Shatt al Arab. Teherán los detuvo bajo la acusación de que habían invadido sus aguas jurisdiccionales.

FAYE TURNEY

De momento, algunos de ellos ya han aprovechado el "regalo" del Ministerio. Faye Turney ha vendido su historia al diario 'The Sun' y a un canal de televisión. Según el 'Sunday Times', Faye Turney (26 años) podría cobrar más de 150.000 libras esterlinas (220.000 euros) por contar su experiencia a la cadena de televisión y al periódico.

Durante su entrevista a 'The Sun', la militar aseguró que sus captores la midieron para construir su propio ataúd. Asimismo, relató que hizo lo posible para ocultar "desesperadamente" que era una mujer, por temor a que la violaran. Por ello, ocultó su coleta por detrás del uniforme e intentó evitar el contacto con los captores En ese momento, le dijo aterrorizada al jefe de la patrulla de la Marina Real, el capitán Chris Air: "Van a violarme".

A pesar del intento de Turney, uno de los guardias iraníes comprobó sorprendido que había una mujer entre el grupo. "Ese hombre comenzó a tirar de mi casco, intentando arrancarlo", prosiguió. Yo tenía lágrimas en los ojos porque sabía que ése era el momento en que descubrirían con seguridad que era una mujer", pero "me mantuve decidida a no darles la satisfacción de ver mis lágrimas". Los militares iraníes le miraban con "total incredulidad" mientras repetían: "una mujer, una mujer".

Según Faye Turney, no había ninguna posibilidad de que la patrulla se encontrara en aguas iraníes, ya que contaban con un sofisticado sistema de navegación por satélite Xeres que les marcaba su posición. El barco nodriza, 'HMS Cornwall', tenía un sistema similar. "No había ninguna posibilidad de que no estuviéramos exactamente donde pensábamos que estábamos", dijo.

Asimismo, explicó que decidieron no resistir porque estaban "armados hasta los dientes" y "era obvio que nosotros no podíamos superarles". "Si hubiéramos abierto fuego se habría producido una sangría en la que no hubiéramos ganado, mis padres hubieran ido a (la base aérea de la Royal Air Force) RAF Brize Norton a recogerme en una caja de madera", declaró.

Respecto a la venta de su historia, Faye Turney explicó: "Me ofrecieron mucho dinero por esta historia y no elegí la mayor oferta. Yo lo único que quería era explicar mi versión de los hechos". "Sobre el dinero tengo que decir que la tripulación del 'HMS Cornwall' va a llevarse un porcentaje del dinero, que va a ir para ayudar al personal de este barco y a sus familias", declaró.

El más joven de los militares británicos, Arthur Batchelor, también explicó en declaraciones al diario 'Daily Mirror' que pasó varios días aislado en una celda con los ojos vendados, atormentado porque creía que su ejecución era inminente.

"VULGAR Y SÓRDIDO"

La venta de los testimonios por parte de los militares ha sentado particularmente mal entre los militares y los familiares de soldados británicos fallecidos en Irak.

El ex comandante del Ejército británico Bob Steward manifestó hoy que la decisión del Ministerio es particularmente desafortunada, tanto más "si se tiene en cuenta que seis soldados murieron esta semana en Irak y si se compara con los infantes de marina que están luchando en una dura batalla en la provincia de Helmand, en Afganistan". "Está claro que una gran parte de las Fuerzas Armadas británicas cree que no es justo", afirmó.

También ha habido una reacción muy firme por parte de las familias del personal británico muerto en combate. Mike Aston, cuyo hijo Russell falleció en Irak hace casi cuatro años, declaró: "Es muy molesto ver cómo se regocijan con su historia, y comprobar ahora que pueden vender sus historias es algo vulgar y sórdido".