WASHINGTON 11 Abr. (EP/AP) -
El presidente estadounidense, George W. Bush, ha invitado a los demócratas a la Casa Blanca para abordar el proyecto de ley de financiación de las operaciones bélicas en el exterior --fundamentalmente las de Irak y Afganistán--, aunque no está dispuesto a cambiar su postura de no condicionar la financiación a la retirada de las tropas en Irak siguiendo un determinado calendario de regreso, según informó la Administración norteamericana.
Por su parte, la portavoz de la Casa Blanca, Dana Perino, incidió en que el Departamento de Defensa pronto enviaría al Congreso una proposición de ley para transferir 1.600 millones de dólares (1.200 millones de euros) de otros gastos militares a dar cobertura financiera a las tropas, algo que calificó de urgente dado que los parlamentarios han retrasado dar su visto bueno a la financiación de las guerras en el exterior.
Perino explicó que Bush invitará a los líderes congresistas a la Casa Blanca para "abordar con él cómo van a ser capaces de presentarle un proyecto de ley nuevo que él pueda firmar", después de que Bush anunciara su intención de vetar toda ley que pretenda condicionar la financiación a la retirada de las tropas. En este sentido, Perino aclaró que la cita no implica "una negociación".
Tanto la Cámara de Representantes como el Senado estadounidenses han impulsado sendas proposiciones de ley en las que incorporan un calendario límite para la retirada de las tropas de Irak y en las que se aprueba la financiación de los efectivos militares en el exterior. Mientras la propuesta del Senado pide que las tropas comiencen a retirarse de Irak en un plazo de 120 días desde su entrada en vigor y pone el 31 de marzo de 2008 como fecha pertinente para la total retirada, la de la Cámara exige que todas las tropas de combate sin excepción sean retiradas a la altura del 1 de septiembre de 2008 como fecha límite.
Tras incidir en su esperanza de que Bush llegue a un acuerdo con los demócratas, Perino explicó que "el proyecto de ley nuevo es una línea roja" de implica que el presidente no cambiará de opinión, si bien está dispuesto, dijo, a tender la mano a los demócratas.
"Lo que creo que obtienen (los demócratas con la invitación de Bush) es un camino para hacer lo que dicen que quieren hacer, que es que quieren financiar a las tropas", explicó la portavoz, incidiendo en que los demócratas "no tienen los votos para impugnar el veto del presidente, y tienen una oportunidad para discutir con el presidente sobre una manera de avanzar en ello". "Quizá necesiten escuchar otra vez del presidente sobre porque cree que es perjudicial marcar calendarios para la retirada", insistió.