WASHINGTON (EEUU), 13 Nov. (EP/AP) -
El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, vetó hoy un proyecto de ley sobre el presupuesto que el Estado va a destinar a proyectos de sanidad y educación y que contaba con el firme apoyo de los demócratas en el Congreso. Asimismo, aprobó un elevado aumento de los fondos destinados a los gastos del Pentágono no relacionados con cuestiones bélicas.
La medida presupuestaria, que destinaba 606.000 millones de dólares a sanidad y educación, se quedó a tres votos de alcanzar la cantidad necesaria de ellos para no ser vetada. La actuación de Bush fue anunciada cuando éste se dirigía a Indiana para pronunciar un discurso en que, al parecer, tenía la intención de criticar las prioridades presupuestarias del Congreso, dominado por los demócratas.
El presidente del Comité de Asignaciones de la Cámara de Representantes, el demócrata David Obey, criticó a Bush por su decisión: "Casi no ha habido críticas contra su contenido, está claro que la única razón por la que el presidente vetó el proyecto de ley es de carácter puramente político".
Desde que fue reelegido como presidente, Bush ha intentado reducir el presupuesto que destinaba este texto a sanidad, trabajo y educación para colocarlo por debajo del nivel del año anterior, algo a lo que el Congreso se ha opuesto.
Con el presupuesto que presentó el pasado mes de febrero, el presidente republicano pretendía disminuir la financiación en cuatro millones de dólares. Los demócratas, por su parte, respondieron añadiendo 10 millones a su solicitud para el presupuesto de 2008.
Los demócratas consideran que el aumento del gasto para programas internos se queda corto comparado con los fondos que ha pedido Bush para asuntos bélicos, que ascienden a casi 200 millones.
El presupuesto para defensa, 471.000 millones, incluye un aumento del 9 por ciento --40.000 millones-- para el Pentágono. Esta cantidad sólo servirá para financiar operaciones esenciales del departamento, por lo que se omite la petición de 12.000 millones por parte de Bush para Irak y Afganistán, aunque se destinarán 12.000 millones a proveer a las tropas de vehículos resistentes a las bombas colocadas junto a las carreteras.
