WASHINGTON, 12 Ago. (EP/AP) -
Los cuadros del Partido Demócrata parecen preocupados por la posibilidad de que la principal aspirante a la nominación para la candidatura presidencial, Hillary Clinton, pudiera provocar una desmovilización de los votantes del partido.
En más de 40 entrevistas, candidatos, asesores y líderes demócratas en diversas regiones estadounidenses mostraron su preocupación por los resultados de sondeos internos muy desfavorables a Clinton en relación a elecciones al Congreso o estatales. Esos demócratas dicen que la ex primera dama podría resultar demasiado polarizadora en muchas partes del país.
"No estoy seguro de que fuera fatal en Indiana, pero sería un lastre", dijo el representante estatal demócrata Dave Crooks.
A diferencia de Crooks, la mayoría de los líderes demócratas aceptaron hablar francamente acerca de los efectos políticos de Hillary Clinton sólo bajo condición de anonimato. Todos expresaron su admiración por Clinton, y algunos admitieron que apoyarían públicamente su campaña por la candidatura presidencial.
El presidente del partido demócrata en un estado del centro del país calificó a Clinton de "pesadilla para los candidatos al Congreso y al Gobierno del Estado" y un congresista demócrata del Oeste que está trabado en una apretada contienda por la reelección afirmó que la nominación de Hillary Clinton es la que más probablemente podría costarle su escaño.
Un estratega relacionado con los líderes en el Congreso argumentó que los candidatos al Senado sentirán la tentación de distanciarse de Clinton para afianzar su postura ante el electorado.
"El argumento en contra de Clinton en esos estados conservadores es que ella es muy impopular", dijo Andy Arnold, líder del partido en Greenville, Carolina del Sur. "Pienso que Hillary es alguien que pudiera hacer que gente en el otro partido que no pensaba votar lo haga".
En sondeos nacionales, Clinton ha aumentado su ventaja sobre su principal rival demócrata, Barack Obama, y en duelos con potenciales candidatos republicanos, la senadora de Nueva York marcha al frente o está empatada.
La campaña de Clinton apunta a esos sondeos como indicio de la elegibilidad de ésta, pero no dice que su ventaja sobre republicanos es mucho menor que lo que debería ser, teniendo en cuenta la amplia ventaja del Partido Demócrata sobre el republicano en encuestas genéricas.
