EEUU.- Denuncian a la Policía de inmigración de EEUU por detener ilegalmente durante 10 horas a un niño de siete años

Actualizado: viernes, 4 mayo 2007 15:47

NUEVA YORK, 4 May. (EUROPA PRESS) -

Un grupo de colectivos estadounidenses de abogados y de defensa de los derechos civiles ha presentado una denuncia contra la Policía de inmigración por la reciente detención ilegal de un niño de siete años de origen guatemalteco al que se mantuvo diez horas bajo custodia policial, según informó la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU).

La denuncia fue presentada la semana pasada por la propia ACLU, así como por el Comité de Abogados por los Derechos Civiles y varias firmas de abogados, como Coblentz, Patch y Duffy & Bass LLP.

El niño, Kebin Reyes, nacido en Estados Unidos y de origen guatemalteco, fue detenido junto a su padre, Noé Reyes, en la mañana del pasado 6 de marzo después de que miembros de la agencia para la Aplicación de la Ley sobre Inmigración y Aduanas (ICE) entraran sin orden judicial en su domicilio en la localidad de San Rafael, en el Estado de California (suroeste).

Los agentes irrumpieron en el apartamento en el que residen Kebin y su padre y detuvieron a todos sus ocupantes, a los que exigieron que presentaran sus documentos de inmigración y sus pasaportes. Noé Reyes, según ACLU, mostró inmediatamente a los agentes de la ICE el pasaporte del niño, en el que figura como ciudadano estadounidense.

Un agente de la ICE le aseguró que ambos permanecerían en custodia únicamente durante una o dos horas. Durante su detención, Reyes pidió en varias ocasiones que se le permitiera efectuar una llamada de teléfono para pedir a sus familiares que se hicieran cargo del niño, pero los agentes le negaron la autorización. Durante el cautiverio, el menor se vio forzado a ver a su padre esposado. Aparte, los agentes le obligaron a permanecer con los brazos en la espalda, al igual que a su padre.

Tras su traslado al centro de detenciones del ICE en San Francisco, los agentes insistieron en negarle el derecho a efectuar una llamada telefónica y tampoco hicieron nada por buscar a alguien que se hiciera cargo de Kebin, según consta en la denuncia. Durante las diez horas de detención, padre e hijo permanecieron en una sala cerrada en la que únicamente les alimentaron con pan y agua.

Un tío de Kebin fue informado de las detenciones por unos vecinos, tras lo cual se dirigió a la oficina del ICE, donde tuvo que esperar varias horas antes de que se le entregara a Kebin.

"La forma en que la ICE ha tratado al niño no es coherente con los valores estadounidenses sobre cortesía y justicia", declaró Julia Harumi Mass, una abogada perteneciente a la dirección de la ACLU para el Norte de California. La ACLU, con más de 80 años de existencia y cerca de medio millón de afiliados, es una de las más prestigiosas organizaciones de derechos civiles de Estados Unidos.

"Aparte del caso de Kebin, se nos ha informado de que varios niños fueron abandonados sin ningún cuidado después de que fueran arrestados sus padres", prosiguió. Asimismo, también se les informó de que los agentes de inmigración habían efectuado una redada en zonas próximas a escuelas elementales y de que los niños fueron obligados "al trauma de tener que acudir a clase incluso después de ser testigos por la mañana de las operaciones en sus comunidades", prosiguió la abogada. "El coste humano de estas tácticas es inaceptable", añadió.

"Hay una larga historia de abusos y malos tratos por parte de los agentes de inmigración", declaró por su parte Philip Hwang, un abogado perteneciente al Comité de Abogados por los Derechos Civiles. "En los últimos meses, los agentes del Gobierno han entrado en las viviendas sin orden judicial y han amenazado e intimidado a los miembros de la comunidad", prosiguió. "Lo sucedido a Kebin es el último, aunque más sorpredente, caso", añadió.

Por ello, la denuncia presentada por estas asociaciones "es un importante paso para que el Gobierno responda" de estos hechos, declaró. El Comité de Abogados por los Derechos Civiles para la zona de la Bahía de San Francisco ha presentado nueve denuncias contra los agentes de inmigración en los últimos años.